FEBRERO 2023
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LUNES 6

Rojo Memoria, san Pablo Miki y compañeros, mártires o san Mateo Correa Magallanes, mártir mexicano* MR, pp. 708 (695) y 925 (917) / Lecc. I, p. 584

Otros Santos: Beata María Teresa Bonzel, virgen fundadora.

El 5 de febrero de 1597, en Nagasaki (Japón) fueron crucificados veintiséis cristianos (misioneros jesuitas y franciscanos, religiosos japoneses, como Pablo Miki, y diecisiete laicos: catequistas, intérpretes, médicos y niños). Sonriendo y cantando sufrieron el martirio
(entre ellos estaba San Felipe de Jesús).

UTILIZANDO LA CULTURA PARA SEGUIR SIENDO FIEL
Gén 1,1-19; Sal 103; Mc 6, 35-56

Aunque es probable que las tradiciones que se utilizan en los primeros capítulos del libro de Génesis sí sean muy antiguas, lo cierto es que su redacción es quizá lo último que se escribió del Pentateuco. El estilo pertenece a la escuela sacerdotal y su propósito carece absolutamente de todo interés científico. El pueblo judío estaba a un paso de aceptar la religión babilónica y lo que necesitaba no era una lección de prehistoria, sino unos principios que le ayudaran a no hundirse completamente en su contexto pagano. Con materiales de cosmogonías de otros pueblos orientales compusieron los sabios un relato que reafirmó la fe en un solo Dios todopoderoso. Hoy tenemos que usar cualquier elemento de nuestra cultura, la ciencia, el arte o lo que sea que ayude a la comunidad cristiana a ser fiel a su fe.

ANTÍFONA DE ENTRADA

Ahora gozan en el cielo las almas de los santos que siguieron en la tierra las huellas de Cristo; y, porque lo amaron hasta derramar su sangre por él, con Cristo se gozan eternamente.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, fortaleza de los santos, que por medio de la cruz te dignaste llamar a la gloria a los santos mártires Pablo Miki y compañeros, concédenos, por su intercesión, que mantengamos firmemente hasta la muerte la fe que profesamos. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Dios dijo y así fue.

Del libro del Génesis: 1, 1-19

En el principio creó Dios el cielo y la tierra. La tierra era soledad y caos; y las tinieblas cubrían la faz del abismo. El espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas.
Dijo Dios: "Que exista la luz", y la luz existió. Vio Dios que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas. Llamó a la luz "día" y a las tinieblas, "noche". Fue la tarde y la mañana del primer día.
Dijo Dios: "Que haya una bóveda entre las aguas, que separe unas aguas de otras". E hizo Dios una bóveda y separó con ella las aguas de arriba, de las aguas de abajo. Y así fue. Llamó Dios a la bóveda "cielo". Fue la tarde y la mañana del segundo día.
Dijo Dios: "Que se junten las aguas de debajo del cielo en un solo lugar y que aparezca el suelo seco". Y así fue. Llamó Dios "tierra" al suelo seco y "mar" a la masa de las aguas. Y vio Dios que era bueno.
Dijo Dios: "Verdee la tierra con plantas que den semillas y árboles que den fruto y semilla, según su especie, sobre la tierra". Y así fue. Brotó de la tierra hierba verde, que producía semilla, según su especie, y árboles que daban fruto y llevaban semilla, según su especie. Y
vio Dios que era bueno. Fue la tarde y la mañana del tercer día.
Dijo Dios: "Que haya lumbreras en la bóveda del cielo, que separen el día de la noche, señalen las estaciones, los días y los años, y luzcan en la bóveda del cielo para iluminar la tierra". Y así fue. Hizo Dios las dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor para regir el día y la menor, para regir la noche; y también hizo las estrellas. Dios puso las lumbreras en la bóveda del cielo para iluminar la tierra, para regir el día y la noche, y separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. Fue la tarde y la mañana del cuarto día. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 103, 1-2a. 5-6. 10. 12. 24. 35c.
R/. Bendice al Señor, alma mía.

Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa es tu grandeza. Te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto. R/.
Sobre bases inconmovibles asentaste la tierra para siempre. Con un vestido de mares la cubriste y las aguas en los montes concentraste. R/.
En los valles haces brotar las fuentes, que van corriendo entre montañas; junto al arroyo vienen a vivir las aves, que cantan entre las ramas. R/.
¡Qué numerosas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con maestría! La tierra está llena de tus creaturas. Bendice al Señor, alma mía. R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Mt 4, 23
R/. Aleluya, aleluya.

Jesús predicaba el Evangelio del Reino y curaba a la gente de toda enfermedad. R/.

EVANGELIO

Cuantos tocaban a Jesús quedaban curados.

Del santo Evangelio según san Marcos: 6, 53-56

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos terminaron la travesía del lago y tocaron tierra en Genesaret.
Apenas bajaron de la barca, la gente los reconoció y de toda aquella región acudían a él, a cualquier parte donde sabían que se encontraba, y le llevaban en camillas a los enfermos.
A dondequiera que llegaba, en los poblados, ciudades o caseríos, la gente le ponía a sus enfermos en la calle y le rogaba que por lo menos los dejara tocar la punta de su manto; y cuantos lo tocaban, quedaban curados. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Padre santo, las ofrendas que te presentamos en la conmemoración de estos santos mártires y a nosotros tus siervos concédenos permanecer siempre firmes en la confesión de tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 22, 28-30

Ustedes han perseverado conmigo en mis pruebas, dice el Señor, y yo les voy a dar el Reino, para que en él coman y beban a mi mesa.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor Dios, que en tus santos mártires manifestaste de modo admirable el misterio de la cruz, concede, benigno, que, fortalecidos por este sacrificio, permanezcamos fielmente adheridos a Cristo y trabajemos en la Iglesia por la salvación de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

O bien:

*San Mateo Correa Magallanes, mártir mexicano MR, p. 932 (924) / Lecc. I, p. 582
Nació en Tepechitlán, (Diócesis de Zacatecas), el 23 de julio de 1866. Párroco de Valparaíso, Zac., cumplió fielmente las obligaciones de su sacerdocio: evangelizar y servir a los más pobres, obedecer a su obispo, unirse a Cristo Sacerdote y Víctima, especialmente al convertirse en mártir a causa del sello sacramental. Fue perseguido continuamente y hecho prisionero varias veces, la última vez fue cuando iba a auxiliar a una persona enferma. Lo detuvieron algunos días en Fresnillo, Zac., y fue llevado después a Durango. Allí le pidió el general que confesara a unos presos y después le exigió que le revelara lo que había sabido en confesión, o de lo contrario le mataría. El señor Cura Correa respondió con dignidad: «Puede usted hacerla, pero no ignore que un sacerdote debe guardar el secreto de la confesión. Estoy dispuesto a morir». Fue fusilado en el campo, a las afueras de la ciudad de Durango, el 6 de febrero de 1927 y así inició su verdadera vida aquel párroco abnegado y bondadoso.

ANTÍFONA DE ENTRADA

Éste es un verdadero mártir, ya que derramó su sangre por Cristo; no temió las amenazas de quienes lo juzgaron y mereció así el Reino de los cielos.

ORACIÓN COLECTA

Dios omnipotente y misericordioso, que concediste a san Mateo Correa Magallanes luchar por la justicia hasta la muerte, haz que, por su intercesión, soportemos por tu amor todas las adversidades y corramos esforzadamente hacia ti, pues sólo tú eres la vida. Por nuestro Señor Jesucristo.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Dios clementísimo, derrama tu bendición sobre estos dones y afiánzanos en la fe que san Mateo Correa Magallanes atestiguó con la efusión de su sangre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 15, 5

Yo soy la vid verdadera y ustedes, los sarmientos, dice el Señor; el que permanece en mí y yo en él, ese dará fruto abundante.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Renovados por estos sagrados misterios, te rogamos, Señor, que, imitando la admirable constancia de san Mateo Correa Magallanes, merezcamos por nuestra perseverancia, conseguir el premio eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.