MARTES 28
Rojo Memoria de san Ireneo, obispo y doctor de la Iglesia MR, p. 773 (761) / Lecc. II, p. 510
Otros santos: Beatos Severiano Baranyk y Joaquín Senkivskyj, sacerdotes de la Orden Basiliana de San Josafat y mártires.
Nació en Esmirna y fue designado obispo de Lyon al morir Potino (177). Como un auténtico pastor, se dedicó a difundir el Evangelio entre los poblados de Galia y a defender la integridad del depósito de la fe. En los escritos de Ireneo se descubre una profunda comprensión de los planes divinos, de la vocación de los hombres y del misterio de la Iglesia.
"¡SEÑOR, SÁLVANOS! ¡NOS AHOGAMOS!"
Am 3,1-8; 4,11-12; Sal 5; Mt 8,23-27
Nuestro párrafo de Mateo se ubica en una sección del Evangelio que quiere corregir conceptos fáciles e ingenuos del seguimiento de Cristo. Momentos antes, Jesús insistió en el carácter total y riesgoso de ese seguimiento. Nuestro relato, que podría parecer a primera vista un relato milagroso, es en realidad una ilustración concreta de los grandes desafíos que se presentan a los que siguen a Jesús. Es que el mar agitado, que zarandea la barca en que se encuentran Jesús y sus discípulos, es un símbolo de los inmensos desafíos que esperan a todos los que pretenden ser discípulos. En el Antiguo Testamento el mar representa la presencia caótica del mal que sólo Dios puede someter y apaciguar (Sal 93; 104, 6-7). En breve, Jesús es la única esperanza para los discípulos a través de las dificultades que les esperan.
ANTÍFONA DE ENTRADA Mal 2, 6
En su boca había una enseñanza verdadera y en sus labios no se halló maldad; me fue enteramente fiel y apartó a muchos del mal.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que concediste al obispo san Ireneo consolidar felizmente la doctrina verdadera y la paz en la Iglesia, concédenos, por su intercesión, que renovados en la fe y en la caridad, nos esforcemos siempre en fomentar la unidad y la concordia. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
El Señor ha hablado, ¿quién no profetizará?
Del libro del profeta Amós: 3, 1-8; 4, 11-12
Escuchen estas palabras que el Señor les dirige a ustedes, hijos de Israel, y a todo el pueblo que hizo salir de Egipto: "Sólo a ustedes los elegí entre todos los pueblos de la tierra, por eso los castigaré con mayor rigor por todos sus crímenes.
¿Acaso podrán caminar dos juntos, si no están de acuerdo? ¿Acaso no ruge el león en la selva, cuando tiene ya su presa? ¿Lanza su rugido el cachorro de león desde su cueva, si no ha cazado nada? ¿Cae el pájaro al suelo, sin que se le haya tendido una trampa? ¿Se levanta del suelo la trampa, sin que haya atrapado algo? ¿Se toca la trompeta en la ciudad, sin que se alarme la gente? ¿Hay alguna desgracia en la ciudad, sin que el Señor la mande? Ciertamente el Señor no hace nada sin revelar antes su designio a sus profetas. Pues bien, ya ha rugido el león, ¿quién no tendrá miedo? El Señor Dios ha hablado, ¿quién no profetizará? Los he destruido a ustedes como a Sodoma y a Gomorra; han quedado como un tizón sacado del incendio y no se han vuelto a mí, dice el Señor. Por eso te voy a tratar así, Israel, y porque así te voy a tratar, prepárate, Israel, a comparecer ante tu Dios".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 5, 5-6. 7. 8.
R/. Enséñame, Señor, tu santidad.
Tú no eres, Señor, un Dios al que pudiera la maldad agradarle, ni el malvado es tu huésped ni ante ti puede estar el arrogante. R/.
Al malhechor detestas, y destruyes, Señor, al embustero; aborreces al hombre sanguinario y a quien es traicionero. R/.
Pero yo, por tu gran misericordia, entraré en tu casa y me postraré en tu templo santo con reverencia de alma. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Sal 129, 5
R/. Aleluya, aleluya.
Confío en el Señor, mi alma espera y confía en su palabra. R/.
EVANGELIO
Dio una orden terminante a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma.
Del santo Evangelio según san Mateo: 8, 23-27
En aquel tiempo, Jesús subió a una barca junto con sus discípulos. De pronto se levantó en el mar una tempestad tan fuerte, que las olas cubrían la barca; pero él estaba dormido. Los discípulos lo despertaron, diciéndole: "Señor, ¡sálvanos, que perecemos!".
Él les respondió: "¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?". Entonces se levantó, dio una orden terminante a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma. Y aquellos hombres, maravillados, decían: "¿Quién es éste, a quien hasta los vientos y el mar obedecen?". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te glorifique, Señor, el sacrificio que alegres te ofrecemos en la festividad de san Ireneo, y que nos obtenga amar la verdad, para que conversemos íntegra la fe de la Iglesia y afiancemos su unidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 15, 4-5
Permanezcan en mí y yo en ustedes, dice el Señor; el que permanece en mí y yo en él, da fruto abundante.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por estos sagrados misterios, te rogamos, Señor, que, en tu bondad, nos hagas crecer en la fe por la que gloriosamente murió san Ireneo, y que esa misma fe nos justifique también a nosotros, que con sinceridad la profesamos. Por Jesucristo, nuestro Señor.