MIÉRCOLES 28
Verde De Feria, miércoles XVII del Tiempo Ordinario MR, p. 431 (427) / Lecc. II, p. 619
Otros santos: Víctor 1, XIV Papa; Alfonsa de la Inmaculada Concepción, religiosa de la Congregación de Clarisas Malabarenses, primera santa de la India. Beato Stanley Francis Rother, presbítero y primer mártir estadounidense.
¿VALE LA PENA SER CRISTIANO?
Éx 34,29-35; Sal 98; Mt 13, 44-46
El valor del reino se pone de relieve descubriendo la actitud de la persona en el Evangelio de hoy, quien, llena de alegría, lo vende todo por conseguirlo. Hay que tener en cuenta que tales parábolas se dirigen a los primeros discípulos, esas personas que han realizado ya la experiencia de dejarlo todo para seguir a Jesús. En ciertos momentos, esa experiencia puede entrar en crisis, parecer absurda, suscitar dudas. Las dos parábolas intentan resucitar la generosidad y la alegría iniciales en tales momentos. Hoy, mucha gente se pregunta si todavía vale la pena ser cristiano. Estas parábolas nos revelan que el cristiano, con su actitud, es quien revela a los demás el valor supremo del Reino. Parecen decir: "Cuando te pregunten si ser cristiano vale la pena, no sueltes un discurso; demuestra con tu actitud que vale la pena".
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 67. 6. 7. 36
Dios habita en su santuario; él nos hace habitar juntos en su casa; es la fuerza y el poder de su pueblo.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, protector de los que en ti confían, sin ti, nada es fuerte, ni santo; multiplica sobre nosotros tu misericordia para que, bajo tu dirección, de tal modo nos sirvamos ahora de los bienes pasajeros, que nuestro corazón esté puesto en los bienes eternos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Al ver el rostro de Moisés, tuvieron miedo de acercarse.
Del libro del Éxodo: 34, 29-35
Cuando Moisés bajó del monte Sinaí con las dos tablas de la alianza en las manos, no sabía que tenía el rostro resplandeciente por haber hablado con el Señor.
Aarón y todos los hijos de Israel miraron a Moisés, y al ver que su rostro resplandecía, tuvieron miedo de acercársele. Pero Moisés los llamó, y entonces Aarón y todos los jefes del pueblo se acercaron y Moisés habló con ellos. A continuación se le acercaron también todos los israelitas y él les comunicó todo lo que el Señor le había ordenado en el monte Sinaí, Cuando Moisés acabó de hablar con ellos, se cubrió el rostro con un velo.
Siempre que Moisés se presentaba ante el Señor para hablar con él, se quitaba el velo de su rostro, y al salir, comunicaba a los israelitas lo que el Señor le había ordenado. Ellos veían entonces que el rostro de Moisés resplandecía, y Moisés cubría de nuevo su rostro, hasta que entraba a hablar otra vez con el Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 98, 5. 6. 7. 9.
R/. Santo es el Señor, nuestro Dios.
Alaben al Señor, nuestro Dios, y póstrense a sus pies, pues el Señor es santo. R/.
Moisés y Aarón, entre sus sacerdotes, y Samuel, entre aquellos que lo honraban, clamaron al Señor y él los oyó. R/.
Desde la columna de nubes les hablaba y ellos oyeron sus preceptos y la ley que les dio. R/.
Alaben al Señor, a nuestro Dios, póstrense ante su monte santo, pues santo es nuestro Dios. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 15, 15
R/. Aleluya, aleluya.
A ustedes los llamo amigos, dice el Señor, porque les he dado a conocer todo lo que he oído a mi Padre. R/.
EVANGELIO
El que encuentra un tesoro en un campo, vende cuanto tiene y compra aquel campo.
Del santo Evangelio según san Mateo: 13, 44-46
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "El Reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo. El que lo encuentra lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, va y vende cuanto tiene y compra aquel campo.
El Reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una perla muy valiosa, va y vende cuanto tiene y la compra". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los dones que por tu generosidad te presentamos, para que, por el poder de tu gracia, estos sagrados misterios santifiquen toda nuestra vida y nos conduzcan a la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 102, 2
Bendice alma mía al Señor, y no te olvides de tus beneficios.
O bien: Mt 5,7-8
Dichosos los misericordiosos, porque alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque verán a Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido, Señor, el sacramento celestial, memorial perpetuo de la pasión de tu Hijo, concédenos que este don, que él mismo nos dio con tan inefable amor, nos aproveche para nuestra salvación eterna. El, que vive reina por los siglos de los siglos.