DOMINGO 28
Verde XIII Domingo ordinario [Se omite la Memoria de San Ireneo, obispo y mártir] MR. p 427 (423) / Lecc. II, p. 24
Otros santos: Vicenta Gerosa, virgen fundadora. Beata María Pía Mastena, virgen fundadora.
INSTRUCCIONlE5 FINALES
2 Re 4, 8-11.14-16; Rom 6, 3-4. 8-11; Mt 10,37-42
Estamos ante el cierre del llamado discurso misionero que Jesús dirige a sus apóstoles. Tendrán que marcharse a predicar y curar a sabiendas que esa misión generará conflictos tanto dentro de sus familias como en el entorno social donde vivan. La armonía familiar, el reconocimiento social y hasta la seguridad personal estarán en riesgo. Cuando el Evangelio de Jesucristo se asume con toda congruencia siempre genera dificultades, sin embargo, son superables cuando se tiene la certeza de que Dios Padre acompañará a los enviados. A ningún misionero le apasiona perder la vida ni ver disminuida su tranquilidad personal. El discipulado y la misión cristianas están inmersas dentro de una situación paradójica, donde entregar la vida equivale a ganarla y conservarla supone perderla para siempre. La contradicción queda superada solamente a partir de la experiencia pascual de Cristo muerto y resucitado.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 46. 2
Pueblos todos, aplaudan; aclamen al Señor con gritos de júbilo.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que mediante la gracia de la adopción filial quisiste que fuéramos hijos de la luz, concédenos que no nos dejemos envolver en las tinieblas del error, sino que permanezcamos siempre vigilantes en el esplendor de la verdad. Por nuestro Señor Jesucristo ...
Se dice Gloria.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Este hombre es un hombre de Dios.
Del segundo libro de los Reyes: 4, 8-11. 14-16
Un día pasaba Eliseo por la ciudad de Sunem y una mujer distinguida lo invitó con insistencia a comer en su casa. Desde entonces, siempre que Eliseo pasaba por ahí, iba a comer a su casa. En una ocasión, ella le dijo a su marido: "Yo sé que este hombre, que con tanta frecuencia nos visita, es un hombre de Dios. Vamos a construirle en los altos una pequeña habitación. Le pondremos allí una cama, una mesa, una silla y una lámpara, para que se quede allí, cuando venga a visitamos".
Así se hizo y cuando Eliseo regresó a Sunem, subió a la habitación y se recostó en la cama. Entonces le dijo a su criado: "¿Qué podemos hacer por esta mujer?". El criado le dijo: "Mira, no tiene hijos y su marido ya es un anciano".
Entonces dijo Eliseo: "Llámala". El criado la llamó y ella, al llegar, se detuvo en la puerta. Eliseo le dijo: "El año que viene, por estas mismas fechas, tendrás un hijo en tus brazos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 88,2-3.16-17.18-19.
R/. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor, y daré a conocer que su fidelidad es eterna, pues el Señor ha dicho: "Mi amor es para siempre, y mi lealtad, más firme que los cielos". R/.
Señor, feliz el pueblo que te alaba y que a tu luz camina, que en tu nombre se alegra a todas horas y al que llena de orgullo tu justicia. R/.
Feliz, porque eres tú su honor y fuerza y exalta tu favor nuestro poder. Feliz, porque el Señor es nuestro escudo y el santo de Israel es nuestro rey. R/.
SEGUNDA LECTURA
El bautismo nos sepultó con Cristo para que llevemos una vida nueva.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 6, 3-4. 8-11
Hermanos: Todos los que hemos sido incorporados a Cristo Jesús por medio del bautismo, hemos sido incorporados a su muerte. En efecto, por el bautismo fuimos sepultados con él en su muerte, para que, así como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así
también nosotros llevemos una vida nueva.
Por lo tanto, si hemos muerto con Cristo, estamos seguros de que también viviremos con él; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya nunca morirá. La muerte ya no tiene dominio sobre él, porque al morir, murió al pecado de una vez para siempre, y al resucitar vive ahora para Dios. Lo mismo ustedes, considérense muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
1 Pedro 2, 9
R/. Aleluya, aleluya.
Ustedes son estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. R/.
EVANGELIO
El que no toma su cruz, no es digno de mí. Quien los recibe a ustedes me recibe a mí.
Del santo Evangelio según san Mateo: 10, 37-42
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: "El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.
El que salve su vida la perderá y el que la pierda por mí, la salvará.
Quien los recibe a ustedes me recibe a mí; y quien me recibe a mí, recibe al que me ha enviado.
El que recibe a un profeta por ser profeta, recibirá recompensa de profeta; el que recibe a un justo por ser justo, recibirá recompensa de justo.
Quien diere, aunque no sea más que un vaso de agua fría a uno de estos pequeños, por ser discípulo mío, yo les aseguro que no perderá su recompensa".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras oraciones, para que podamos alegrarnos al recibir su ayuda, respondiendo: Escúchanos, Señor. (R/. Escúchanos, Señor.)
Por los ministros de la Iglesia que han consagrado su vida al Señor y por todos los pueblos que adoran al Dios verdadero, roguemos al Señor.
Para que el tiempo sea bueno y todos podamos gozar de una naturaleza limpia en la bella sucesión de las diversas estaciones, roguemos a Dios, que con sabiduría gobierna al mundo.
Por los que son víctimas de la debilidad humana, del espíritu de odio o de envidia o de los otros vicios del mundo, roguemos al Redentor misericordioso.
Encomendémonos mutuamente al Señor, pongamos toda nuestra existencia en sus manos y oremos con confianza al autor y guardián de todo lo que tenemos y poseemos.
Escucha, Padre santo, Dios todopoderoso, las oraciones de tu pueblo e infunde en nosotros la sabiduría del Espíritu Santo, para que, unidos a Cristo, sigamos el camino de la cruz dispuestos a perder nuestra vida para manifestar al mundo nuestra esperanza en el reino que nos tienes preparado. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios, que bondadosamente realizas el fruto de tus sacramentos, concédenos que seamos capaces de servirte como corresponde a tan santos misterios. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 102, 1
Bendice, alma mía al Señor; que todo mi ser bendiga su santo nombre.
O bien: Jn 17, 20-21
Padre, te ruego por ellos, para que sean uno en nosotros y el mundo pueda creer que tú me has enviado, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN
Que la víctima divina que te hemos ofrecido y que acabamos de recibir, nos vivifique, Señor, para que, unidos a ti con perpetuo amor, demos frutos que permanezcan para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Los afectos familiares, la seguridad jurídica y en particular la propia vida, son realidades que nos interesan y preocupan. No es nada sencillo poner en riesgo dichos valores cuando se vive en un clima violento y amenazador. Miles de personas en nuestro país saben lo que significa
que sus hijos salgan de casa y no regresen; cientos de madres saben lo que es andar de un sitio a otro tratando de dar con el paradero de sus desaparecidos. Vivimos en medio de una sociedad muy violenta que desprecia el valor más importante: la vida. Cuando la vida se pone en riesgo por fidelidad a Jesucristo el creyente encuentra un sentido. Lo que no tiene justificación alguna son las muertes arbitrarias y carentes de toda racionalidad que a diario enlutan el corazón de tantas familias en México. Algo hemos hecho demasiado mal para vivir en este lodazal de violencia.