JUEVES 19

Verde Misa por la unidad de los cristianos, B MR, p. 1122 (1114) / Lecc I, p. 518

Otros santos: Germánico de Filadelfia, mártir; Mario, Marta, Audifaz y Ábaco de Persia, mártires. Beato Marcelo Spínola, obispo y fundador.

MARCOS HACE UNA PAUSA
Heb 7, 23-8, 6; Sal 39; Mc 3, 7-12

No podemos trabajar sin hacer una pausa de vez en cuando. Vale la pena reflexionar sobre la vida para darnos cuenta del camino que hemos ya recorrido y vislumbrar el camino que todavía hemos de transitar. Es lo que hace Marcos en el Evangelio de hoy. Hace una pausa en su obra para ofrecer un sumario de la actividad de Jesús. Se da cuenta de muchas cosas: los seguidores de Jesús se multiplican; la misión de Jesús se hace universal ya que sus discípulos provienen de todas las regiones; los necesitados, representados por los enfermos, siguen recibiendo la salvación que necesitan; la identidad de Cristo se afirma, ya que hasta los espíritus inmundos reconocen su filiación divina y su dominio sobre el mal. Al mismo tiempo, el resumen anticipa acontecimientos que van a pasar en los capítulos siguientes.

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 105, 47

Sálvanos, Señor, Dios nuestro, y reúnenos de entre las naciones, para que podamos celebrar tu santo nombre y cantar tu alabanza.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que uniste a pueblos diversos en la confesión de tu nombre, concédenos querer y poder practicar cuanto nos mandas, para que, el pueblo llamado a poseer tu Reino, tenga una misma fe en sus pensamientos y un mismo amor en sus obras. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Cristo se ofreció a sí mismo en sacrificio de una vez para siempre.

De la carta a los hebreos: 7, 23-8, 6

Hermanos: Durante la antigua alianza hubo muchos sacerdotes, porque la muerte les impedía permanecer en su oficio. En cambio, Jesucristo tiene un sacerdocio eterno, porque él permanece para siempre. De ahí que sea capaz de salvar, para siempre, a los que por su medio se acercan a Dios, ya que vive eternamente para interceder por nosotros. Ciertamente que un sumo sacerdote como éste era el que nos convenía: santo, inocente, inmaculado, separado de los pecadores y elevado por encima de los cielos; que no necesita, como los demás sacerdotes,
ofrecer diariamente víctimas, primero por sus pecados y después por los del pueblo, porque esto lo hizo de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. Porque los sacerdotes constituidos por la leyeran hombres llenos de fragilidades; pero el sacerdote constituido por las palabras del juramento posterior a la ley, es el Hijo eternamente perfecto.
Ahora bien, lo más importante de lo que estamos diciendo es que tenemos en Jesús a un sumo sacerdote tan excelente, que está sentado a la derecha del trono de Dios en el cielo, como ministro del santuario y del verdadero tabernáculo, levantado por el Señor y no por los hombres.
Todo sumo sacerdote es nombrado para que ofrezca dones y sacrificios; por eso era también indispensable que él tuviera algo que ofrecer. Si él se hubiera quedado en la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo ya quienes ofrecieran los dones prescritos por la ley. Pero éstos son ministros de un culto que es figura y sombra del culto celestial, según lo reveló Dios a Moisés, cuando le mandó que construyera el tabernáculo: Mira, le dijo, lo harás todo según el modelo que te mostré en el monte. En cambio, el ministerio de Cristo es tanto más excelente, cuanto
que él es el mediador de una mejor alianza, fundada en mejores promesas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 39, 7-8a.8b-9. 10. 17.
R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Sacrificios y ofrendas no quisiste, abriste, en cambio, mis oídos a tu voz. No exigiste holocaustos por la culpa, así que dije: "Aquí estoy". R/.
En tus libros se me ordena hacer tu voluntad; esto es, Señor, lo que deseo: tu ley en medio de mi corazón. R/.
He anunciado tu justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis labios, tú lo sabes, Señor. R/.
Que se gocen en ti y que se alegren todos los que te buscan. Cuantos quieren de ti la salvación repiten sin cesar: "¡Qué grande es Dios!". R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. 2 Tim 1, 10
R/. Aleluya, aleluya.

Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la vida por medio del Evangelio. R/.

EVANGELIO

Los espíritus inmundos gritaban: "Tú eres el Hijo de Dios". Pero Jesús les prohibía que lo manifestaran.

Del santo Evangelio según san Marcos: 3, 7-12

En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar, seguido por una muchedumbre de galileos. Una gran multitud, procedente de Judea y Jerusalén, de Idumea y Transjordania y de la parte de Tiro y Sidón, habiendo tenido noticias de lo que Jesús hacía, se trasladó a donde él estaba. Entonces rogó Jesús a sus discípulos que le consiguieran una barca para subir en ella, porque era tanta la multitud, que estaba a punto de aplastado. En efecto, Jesús había curado a muchos, de manera que todos los que padecían algún mal, se le echaban encima para tocarlo. Cuando los poseídos por espíritus inmundos lo veían, se echaban a sus pies y gritaban: "Tú eres el Hijo de Dios". Pero Jesús les prohibía que lo manifestaran. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, al celebrar el memorial de nuestra salvación, imploramos humildemente tu clemencia, a fin de que este sacramento de amor sea para nosotros signo de unidad y vínculo de caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio propio.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Col 3, 14-15

Sobre todas las virtudes pongan el amor, que es el vínculo de la perfecta unión; y que en sus corazones reine la paz de Cristo a la que han sido llamados en un solo cuerpo.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Infúndenos, Señor, tu espíritu de caridad, para que, por la eficacia de este sacrificio, hagas que, cuantos creen en ti, vivan concordes en un mismo amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.