DICIEMBRE 2022
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VIERNES 30

Fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José

Blanco MR, p. 157 (180) / Lecc. I, p. 16

Otros santos: Félix I, XXVI Papa. Beatos: Juan María Boccardo, presbítero y fundador; Eugenia Ravasco, virgen fundadora.

LA ENCARNACIÓN DEL NUEVO ISRAEL
Sir 3,3-7. 14-17; Sal 127; MT 2, 13-15. 19-23

Aunque Egipto era frecuentemente el enemigo del pueblo de Israel, ha habido momentos en que jugó un papel positivo en la historia de la salvación. Por ejemplo, los patriarcas Abrahán y Jacob bajaron a Egipto, obligados por el hambre, pero allí germinó y creció enormemente el pueblo de Israel. Allí también crecerá el Mesías, según la profecía de Oseas: "desde Egipto llamé a mi hijo" (11, 1). En este texto, el profeta se refiere al pueblo de Israel, acordándose de la salida de Egipto en tiempos de Moisés. Recordando estos momentos, Mateo los aplica a Jesús, para sugerirnos una idea que desarrollará en su Evangelio: Jesús no es solamente el nuevo Moisés, sino que encarna también al nuevo Israel. Hoy, por lo tanto, anima a toda la Iglesia a identificarse con los perseguidos, los migrantes, y los refugiados.

ANTÍFONA DE ENTRADA Lc 2,16

Llegaron los pastores a toda prisa y encontraron a María y a José, y al niño recostado en un pesebre.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que te dignaste dejamos el más perfecto ejemplo en la Sagrada Familia de tu Hijo, concédenos benignamente que, imitando sus virtudes domésticas y los lazos de caridad que la unió, podamos gozar de la eterna recompensa en la alegría de tu casa. Por nuestro Señor Jesucristo ....

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

El que teme al Señor, honra a sus padres.

Del libro del Sirácide (Eclesiástico): 3, 3-7.14-17

El Señor honra al padre en los hijos y respalda la autoridad de la madre sobre ellos. El que honra a su padre queda limpio de pecado; y acumula tesoros, el que respeta a su madre.
Quien honra a su padre, encontrará alegría en sus hijos y su oración será escuchada; el que enaltece a su padre, tendrá larga vida y el que obedece al Señor, es consuelo de su madre.
Hijo, cuida de tu padre en la vejez y en su vida no le causes tristeza; aunque se debilite su razón, ten paciencia con él y no lo menosprecies por estar tú en pleno vigor. El bien hecho al padre no quedará en el olvido y se tomará a cuenta de tus pecados. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 127, 1-2. 3. 4-5.
R/. Dichoso el que teme al Señor.

Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos: comerá del fruto de su trabajo, será dichoso, le irá bien. R/.
Su mujer, como vid fecunda, en medio de su casa; sus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de su mesa. R/.
Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor: "Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida". R/.

SEGUNDA LECTURA

La vida en familia, de acuerdo con el Señor.

De la carta del apóstol san Pablo a los colosenses: 3, 12-21

Hermanos: Puesto que Dios los ha elegido a ustedes, los ha consagrado a él y les ha dado su amor, sean compasivos, magnánimos, humildes, afables y pacientes. Sopórtense mutuamente y perdónense cuando tengan quejas contra otro, como el Señor los ha perdonado a ustedes. Y sobre todas estas virtudes, tengan amor, que es el vínculo de la perfecta unión.
Que en sus corazones reine la paz de Cristo, esa paz a la que han sido llamados, como miembros de un solo cuerpo. Finalmente, sean agradecidos.
Que la palabra de Cristo habite en ustedes con toda su riqueza. Enséñense y aconséjense unos a otros lo mejor que sepan. Con el corazón lleno de gratitud, alaben a Dios con salmos, himnos y cánticos espirituales; y todo lo que digan y todo lo que hagan, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dándole gracias a Dios Padre, por medio de Cristo.
Mujeres, respeten la autoridad de sus maridos, como lo quiere el Señor. Maridos, amen a sus esposas y no sean rudos con ellas. Hijos, obedezcan en todo a sus padres, porque eso es agradable al Señor. Padres, no exijan demasiado a sus hijos, para que no se depriman. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Col 3, 15. 16
R/. Aleluya, aleluya.

Que en sus corazones reine la paz de Cristo; que la palabra de Cristo habite en ustedes con toda su riqueza. R/.

EVANGELIO

Toma al niño y a su madre y huye a Egipto.

Del santo Evangelio según san Mateo: 2, 13-15. 19-23

Después de que los magos partieron de Belén, el ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allá hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo".
José se levantó y esa misma noche tomó al niño y a su madre y partió para Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo.
Después de muerto Herodes, el ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate, toma al niño y a su madre y regresa a la tierra de Israel, porque ya murieron los que intentaban quitarle la vida al niño".
Se levantó José, tomó al niño y a su madre y regresó a tierra de Israel. Pero, habiendo oído decir que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre, Herodes, tuvo miedo de ir allá, y advertido en sueños, se retiró a Galilea y se fue a vivir en una población llamada Nazaret. Así se cumplió lo que habían dicho los profetas: Se le llamará nazareno.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de reconciliación, y te pedimos humildemente que, por la intercesión de la Virgen Madre de Dios y de san José, fortalezcas nuestras familias en tu gracia y en tu paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-III de Navidad, MR, pp. 493-495 (489-491).

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Bar 3, 38

Nuestro Dios apareció en el mundo y convivió con los hombres.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Padre misericordioso, haz que, reanimados con este sacramento celestial, imitemos constantemente los ejemplos de la Sagrada Familia, para que, superadas las aflicciones de esta vida, consigamos gozar eternamente de su compañía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne, M R, p. 604 (599).