VIERNES 16
Morado Feria, viernes IV de Adviento MR p. 140 (164) / Lecc. I, p. 398
Otros santos: Alicia o Adelaida o Adelina de Alemania, emperatriz. Beatos: Jean Wauthier, presbítero misionero Oblato de María Inmaculada y mártir; Felipe Siphong Onphitak, Padre de familia y Protomártir de Tailandia.
TODOS SOMOS INVITADOS A LA SALVACIÓN
Is 56, 1-3. 6-8; Sal 67; Jn 5, 33-36
Parece que siempre hay creyentes que intentan encoger la salvación divina. En los tiempos del Trito-Isaías, el profeta que pronunció nuestra primera lectura, hubo gente, incluso líderes civiles y religiosos judíos, que no pudieron imaginar que los pueblos "paganos" pudiesen salvarse (véase Esd 9, 2). Pero para Dios, de acuerdo con el profeta, los que practiquen la justicia, también los no judíos, no serán excluidos de la salvación (versículos 34). Hay que reconocer que la lectura pone un límite a su actitud de universalidad, ya que insiste en que se observe el sábado judío (versículo 2). Pero en el Evangelio, Jesús borra este requisito para la salvación, invitando a todos, sin excepción, a considerar sus obras y aceptarlo como el Mesías. ¿Cuál es nuestra actitud hacía los no cristianos que practican las mismas obras de justicia que nosotros intentamos practicar?
ANTÍFONA DE ENTRADA
El Señor vendrá con esplendor a visitar a su pueblo, para traerle la paz y la vida eterna.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso, que tu gracia nos disponga y nos siga ayudando siempre, para que quienes aguardamos con anhelo en nuestro corazón la venida de tu Unigénito, consigamos tu auxilio para nuestra vida presente y futura. Él, que vive y reina contigo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Mi casa será casa de oración para todos los pueblos.
Del libro del profeta Isaías: 56, 1-3. 6-8
Esto dice el Señor: "Velen por los derechos de los demás, practiquen la justicia, porque mi salvación está a punto de llegar y mi justicia a punto de manifestarse. Dichoso el hombre que hace esto y en ello persevera, el que se abstiene de profanar el sábado, el que aparta su mano de todo mal. No diga el extranjero que ha dado su adhesión al Señor: 'Sin duda que el Señor me excluirá de su pueblo'. A los extranjeros que se han adherido al Señor para servirlo, amarlo y darle culto, a los que guardan el sábado sin profanarlo y se mantienen fieles a mi alianza, los conduciré a mi monte santo y los llenaré de alegría en mi casa de oración.
Sus holocaustos y sacrificios serán gratos a mi altar, porque mi casa será casa de oración para todos los pueblos".
Esto dice el Señor Dios, que reúne a los dispersos de Israel: ''A los ya reunidos, todavía añadiré otros". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 66,23.5. 78.
R/. Bendigamos a Dios, nuestro Señor.
Ten piedad de nosotros y bendícenos; vuelve, Señor, tus ojos a nosotros. Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora. R/.
Las naciones con júbilo te canten, porque juzgas al mundo con justicia; con equidad tú juzgas a los pueblos y riges en la tierra a las naciones. R/.
La tierra ha producido ya sus frutos, Dios nos ha bendecido. Que nos bendiga Dios y que le rinda honor el mundo entero. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R/. Aleluya, aleluya.
Ven, Señor, y concédenos tu paz para que nuestro corazón se alegre en ti con alegría perfecta. R/.
EVANGELIO
Juan era la lámpara que ardía y brillaba.
Del santo Evangelio según san Juan: 5, 33-36
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: "Ustedes enviaron mensajeros a Juan el Bautista y él dio testimonio de la verdad. No es que yo quiera apoyarme en el testimonio de un hombre. Si digo esto, es para que ustedes se salven. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y ustedes quisieron alegrarse un instante con su luz.
Pero yo tengo un testimonio mejor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar y que son las que yo hago, dan testimonio de mí y me acreditan como enviado del Padre". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sean agradables, Señor, nuestras humildes súplicas y ofrendas, y puesto que no tenemos merecimientos en qué apoyarnos, socórranos el poderoso auxilio de tu benevolencia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I o III de Adviento, M R, pp. 484 o 846 (485 o 847).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Flp 3, 20-21
Esperamos como salvador a Jesucristo, el Señor; él transformará nuestro cuerpo frágil en cuerpo glorioso como el suyo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Saciados por el alimento que nutre nuestro espíritu, te rogamos, Señor, que por nuestra participación en estos misterios, nos enseñes a valorar sabiamente las cosas de la tierra y a poner en nuestro corazón las del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LAS ANTÍFONAS DE LA «¡OH!»
Las antífonas de Adviento, también conocidas como antífonas mayores o antífonas de la «¡Oh!» por la letra con la que comienzan son utilizadas en la Liturgia de las Horas, durante las Vísperas entre el 17 y el 23 de diciembre.
Cada antífona evoca uno de los nombres o atributos de Cristo más mencionados en las Escrituras y le dan su sentido a la liturgia del día (...) Las primeras letras de los títulos leídas en sentido inverso forman el acróstico latino:
«Ero eras», que significa «Mañana vendré» (...) A través de ellas seguimos recordando las dos venidas del Señor, que caracterizan el espíritu de Adviento... La celebración del Adviento como la de la Navidad se centra en el Misterio Pascual, que expresa la obra de nuestra Salvación en la muerte y resurrección de Cristo.