NOVIEMBRE 2022
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VIERNES 4

Blanco Memoria de san Carlos Borromeo, obispo MR, p. 872 (861) / Lecc. II, p. 977

Otros santos: Beatas Teresa Manganiello, laica, de la Tercera Orden de San Francisco; Elena Enselmini, religiosa de la Orden de las Clarisas.

Como arzobispo de Milán, cumplió personalmente con lo que el reciente Concilio de Trento prescribía sobre los obispos. Trabajó en la reforma del clero mediante celebración de sínodos y fundación de seminarios. Quiso también renovar las costumbres cristianas mediante sus visitas pastorales, en la cuales daba un ejemplo universal de vida auténticamente evangélica (1538-1584).

Del Común de pastores: para un obispo, MR, p. 943 (935).

EL CRECIMIENTO EN LA FE NECESITA MOMENTOS DE INCOMODIDAD
Flp 3, 17-4, 1; Sal 121; Lc 16,1-8

¿Qué cristiano no busca, en situaciones difíciles, alivio y desahogo en su fe? El confort es sin duda un gran don de nuestra religión. Sin embargo, ella nos ofrece no sólo tal confort, sino también momentos de incomodidad. Por ejemplo, san Pablo incomoda a los filipenses con palabras apremiantes, por seguir a los "enemigos de la Cruz de Cristo" buscando su seguridad en ritos y prestaciones puramente humanas, dando una importancia desmesurada a observancias sobre alimentos, y gloriándose en la circuncisión. En el Evangelio, Cristo incomoda a sus oyentes con dos parábolas difíciles, especialmente la del administrador corrompido, que probablemente los dejó un poco sorprendidos y tal vez turbados. Es que el crecimiento en la fe necesita momentos de incomodidad cuando tenemos la oportunidad de perder nuestras ideas infantiles, abandonar nuestros hábitos inmaduros y crecer como adultos en la fe.

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Lc 12, 42

Éste es el siervo fiel y prudente, a quien el Señor puso al frente de su familia, para darles a su tiempo la ración de trigo.

ORACIÓN COLECTA

Conserva, Señor, en tu pueblo el espíritu que infundiste en san Carlos Borromeo, obispo, a fin de que tu Iglesia, renovada sin cesar e identificándose cada vez más con tu Hijo, pueda mostrar al mundo el verdadero rostro de Cristo. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Cristo transformará nuestro cuerpo miserable en un cuerpo glorioso, semejante al suyo.

De la corta del apóstol san Pablo a los filipenses: 3, 17-4, 1

Hermanos: Sean todos ustedes imitadores míos y observen la conducta de aquellos que siguen el ejemplo que les he dado a ustedes. Porque, como muchas veces se lo he dicho a ustedes, y ahora se lo repito llorando, hay muchos que viven como enemigos de la cruz de Cristo. Esos tales acabarán en la perdición, porque su dios es el vientre, se enorgullecen de lo que deberían avergonzarse y sólo piensan en cosas de la tierra.
Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos que venga nuestro Salvador, Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo miserable en un cuerpo glorioso, semejante al suyo, en virtud del poder que tiene para someter a su dominio todas las cosas.
Hermanos míos, a quienes tanto quiero y extraño: ustedes, hermanos míos amadísimos, que son mi alegría y mi corona, manténganse fieles al Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 121,1-2. 3-4a. 4b-5.
R/. Vayamos con alegría al encuentro del Señor.

¡Qué alegría sentí cuando me dijeron: "Vayamos a la casa del Señor"! Y hoy estamos aquí, Jerusalén, jubilosos, delante de tus puertas. R/.
A ti, Jerusalén, suben las tribus, las tribus del Señor, según lo que a Israel se le ha ordenado, para alabar el nombre del Señor. R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 1 Jn 2, 5
R/. Aleluya, aleluya.

En aquel que cumple la palabra de Cristo, el amor de Dios ha llegado a su plenitud. R/.

EVANGELIO

Los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios que los que pertenecen a la luz.

Del santo Evangelio según san Lucas: 16, 1-8

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Había una vez un hombre rico que tenía un administrador, el cual fue acusado ante él de haberle malgastado sus bienes. Lo llamó y le dijo: '¿Es cierto lo que me han dicho de ti? Dame cuenta de tu trabajo, porque en adelante ya no serás administrador'. Entonces el administrador se puso a pensar: '¿Qué voy a hacer ahora que me quitan el trabajo? No tengo fuerzas para trabajar la tierra y me da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer, para tener a alguien que me reciba en su casa, cuando me despidan'.
Entonces fue llamando uno por uno a los deudores de su amo. Al primero le preguntó: '¿Cuánto le debes a mi amo?'. El hombre respondió: 'Cien barriles de aceite'. El administrador le dijo: 'Toma tu recibo, date prisa y haz otro por cincuenta'.
Luego preguntó al siguiente: 'Y tú, ¿cuánto debes?'. Éste respondió: 'Cien sacos de trigo'. El administrador le dijo: 'Toma tu recibo y haz otro por ochenta'.
El amo tuvo que reconocer que su mal administrador había procedido con habilidad. Pues los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios que los que pertenecen a la luz". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Mira con bondad, Señor, los dones que presentamos sobre tu altar en la conmemoración de san Carlos, y así como quisiste que se distinguiera por celo en su oficio pastoral y por los méritos de sus preclaras virtudes, haz que nosotros, por la eficacia de este sacrificio, abundemos en frutos de buenas obras. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Lc 12, 36-37

Dichoso el siervo a quien, cuando regrese su señor y toque la puerta, lo encuentre en vela.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que el santo sacramento que recibimos, Señor, nos comunique aquella fortaleza de espíritu que hizo a san Carlos fiel en su ministerio y fervoroso en la caridad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.