JUEVES 24
Rojo Memoria de los Santos Andrés Dung-Lac, presbítero y Compañeros, mártires MR, p. 885 (874) / Lecc. II, p. 1049
Otros santos: Flora y María de Córdoba, vírgenes y mártires. Beata María Ana Sala, religiosa de la Congregación de Hermanas de Santa Marcelina.
Durante el siglo XVI y los siguientes, el pueblo de Vietnam escuchó el mensaje evangélico, predicado, en primer lugar, por los misioneros pertenecientes a diferentes Órdenes religiosas. El pueblo Vietnamita recibe la predicación de los misioneros con gran piedad y alegría. Pero
no tardó en sobrevenir la persecución. Durante los siglos XVII, XVIII Y XIX muchos vietnamitas fueron martirizados, entre los cuales se cuentan obispos, presbíteros, religiosos y religiosas, catequistas de uno y otro sexo, y hombres y mujeres laicos de distintas condiciones sociales.
LA DESTRUCCIÓN DEL TEMPLO
Apoc 18,1-2.21-23; 19,1-3.9; Sal 99; Lc21, 20-28
Según muchos biblistas, Lucas escribió su Evangelio alrededor del año 85, 15 años después de la destrucción del Templo de Jerusalén. Esta destrucción fue un acontecimiento perturbador para muchos, también para el evangelista. ¿Cómo pudo Dios tolerar o hasta fomentar la destrucción de su lugar sagrado en la tierra, su morada entre los seres humanos, por manos de los paganos romanos? Por lo tanto, Lucas decidió presentar a Jesús comentando en esta destrucción de un modo típico a la literatura apocalíptica, ese género que se focaliza precisamente en acontecimientos perturbadores. De acuerdo con Lucas, el asedio y la destrucción de Jerusalén no se confunden con el final del mundo o de la historia. Son partes esenciales del plan de Dios. Serán la ocasión para que las naciones extranjeras que no conocían a Dios lo conozcan y se sometan (véase Dan 7,13).
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Gál 6, 14; cfr. 1 Cor 1, 18
Sólo nos gloriaremos en la cruz de nuestro Señor Jesucristo. El mensaje de la cruz es fuerza de Dios para nosotros, que hemos sido salvados.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, fuente y origen de toda paternidad, que hiciste que los santos mártires Andrés Dung-Lac y compañeros fueran fieles a la Cruz de tu Hijo hasta derramar su sangre, concédenos, por su intercesión, que, propagando tu amor entre los hermanos, podamos llamarnos y ser en verdad hijos tuyos. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Cayó Babilonia, la grande.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 18, 1-2. 21 23; 19,1-3.9
Yo, Juan, vi un ángel que bajaba del cielo. Su poder era inmenso y con resplandor iluminó la tierra. Gritó con voz potente y dijo: "Ha caído ya la gran Babilonia y ha quedado convertida en morada de demonios, en guarida de toda clase de espíritus impuros, en escondrijo de aves inmundas y repugnantes".
Otro ángel poderoso levantó una piedra del tamaño de una rueda de molino y la arrojó al mar, diciendo: "Con esta misma violencia será arrojada Babilonia, la gran ciudad, y desaparecerá para siempre. Ya no se volverán a escuchar en ti ni cantos, ni cítaras, ni flautas, ni trompetas. Ya no habrá jamás en ti artesanos de ningún oficio, ni se escuchará más el ruido de la piedra de molino; ya no brillarán en ti las luces de las lámparas ni volverá a escucharse en ti el bullicio de las bodas. Esto sucederá porque tus comerciantes llegaron a dominar la tierra y tú, con tus brujerías, sedujiste a todas las naciones".
Después de esto oí algo así como una inmensa multitud que cantaba en el cielo: "¡Aleluya! La salvación, la gloria y el poder pertenecen a nuestro Dios, porque sus sentencias son legítimas y justas. Él ha condenado a la gran prostituta, que corrompía a la tierra con su fornicación y le ha pedido cuentas de la sangre de sus siervos". Y por segunda vez todos cantaron: "¡Aleluya! El humo del incendio de la gran ciudad se eleva por los siglos de los siglos".
Entonces un ángel me dijo: "Escribe: 'Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero' ". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 99, 2. 3. 4. 5.
R/. Dichosos los invitados al banquete del Señor.
Alabemos a Dios todos los hombres, sirvamos al Señor con alegría y con júbilo entremos en su templo. R/.
Reconozcamos que el Señor es Dios, que él fue quien nos hizo y somos suyos, que somos su pueblo y su rebaño. R/.
Entremos por sus puertas dando gracias, crucemos por sus atrios entre himnos, alabando al Señor y bendiciéndolo. R/.
Porque el Señor es bueno, bendigámoslo, porque es eterna su misericordia y su fidelidad nunca se acaba. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 21, 28
R/. Aleluya, aleluya.
Estén atentos y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación, dice el Señor. R/.
EVANGELIO
Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que se cumpla el plazo señalado por Dios.
Del santo Evangelio según san Lucas: 21, 20-28
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando vean a Jerusalén sitiada por un ejército, sepan que se aproxima su destrucción. Entonces, los que estén en Judea, que huyan a los montes; los que estén en la ciudad, que se alejen de ella; los que estén en el campo, que no vuelvan a la ciudad; porque esos días serán de castigo para que se cumpla todo lo que está escrito.
¡Pobres de las que estén embarazadas y de las que estén criando en aquellos días! Porque vendrá una gran calamidad sobre el país y el castigo de Dios se descargará contra este pueblo. Caerán al filo de la espada, serán llevados cautivos a todas las naciones y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que se cumpla el plazo que Dios les ha señalado.
Habrá señales prodigiosas en el sol, en la luna y en las estrellas. En la tierra, las naciones se llenarán de angustia y de miedo por el estruendo de las olas del mar; la gente se morirá de terror y de angustiosa espera por las cosas que vendrán sobre el mundo, pues hasta las estrellas se bambolearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube, con gran poder y majestad. Cuando estas cosas comiencen a suceder, pongan atención y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Padre Santo, los dones que te presentamos al venerar la pasión de tus santos mártires, y concédenos que, en medio de las adversidades de esta vida, permanezcamos siempre fieles a ti y nos convirtamos en ofrenda agradable a tus ojos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 5, 10
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el mismo y único pan, en la conmemoración de tus santos mártires, te suplicamos, Señor, que permanezcamos unidos en tu amor y alcancemos la recompensa eterna, prometida a los que perseveran hasta el fin. Por Jesucristo, nuestro Señor.