DOMINGO 16
Verde Domingo XXIX del Tiempo Ordinario [Se omiten las Memorias de santa Margarita María Alacoque, virgen y santa Eduviges, religiosa] MR, p. 443 (439) / Lecc. II, p. 285 LH, semana I del Salterio
Otros santos: Gerardo de Mayela, religioso de la Congregación del Santísimo Redentor, Patrono las parturientas.
LA PERSERVERANCIA NECESITA AYUDA
Éx 17,8-13, Sal 120; 2 Tim3, 14-4.2; Lc 18,1-8
Tenemos en nuestras lecturas de hoy dos ejemplos de la perseverancia, ambos revelan la necesidad de ayuda para poder perseverar. Uno es Moisés, quien persevera en el oficio de derramar el poder de Dios sobre los Israelitas utilizando el mismo bastón con que ha obrado otros prodigios en Egipto. Pero sus brazos se fatigan en cierto punto y necesita que otros lo ayuden a perseverar. El otro ejemplo es la viuda en la parábola del Evangelio, quien es el símbolo para san Lucas de los que no tienen poder en la sociedad (cfr. 7, 11-17 20: 45-21, 4). A pesar de su baja posición en la sociedad, logra perseverar hasta conseguir la justicia. Las palabras de Jesús acerca de la fe (v. 8) implican que esta viuda logra perseverar porque se basa no en sus propias fuerzas, sino en la fe en Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 16, 6. 8
Te invoco, Dios mío, porque tú me respondes; inclina tu oído y escucha mis palabras. Cuídame, Señor, como a la niña de tus ojos y cúbreme bajo la sombra de tus alas.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, haz que nuestra voluntad sea siempre dócil a la tuya y que te sirvamos con un corazón sincero. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Mientras Moisés tenía las manos en alto, dominaba Israel.
Del libro del Éxodo: 17, 8-13
Cuando el pueblo de Israel caminaba a través del desierto, llegaron los amalecitas y lo atacaron en Refidim. Moisés dijo entonces a Josué: "Elige algunos hombres y sal a combatir a los amalecitas. Mañana, yo me colocaré en lo alto del monte con la vara de Dios en mi mano".
Josué cumplió las órdenes de Moisés y salió a pelear contra los amalecitas. Moisés, Aarón y Jur subieron a la cumbre del monte, y sucedió que, cuando Moisés tenía las manos en alto, dominaba Israel, pero cuando las bajaba, Amalec dominaba.
Como Moisés se cansó, Aarón y Jur lo hicieron sentar sobre una piedra, y colocándose a su lado, le sostenían los brazos. Así, Moisés pudo mantener en alto las manos hasta la puesta del sol. Josué derrotó a los amalecitas y acabó con ellos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 120,1-2.3-4.5-6. 7-8.
R/. El auxilio me viene del Señor.
La mirada dirijo hacia la altura de donde ha de venirme todo auxilio. El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra. R/.
No dejará que des un paso en falso, pues es tu guardián y nunca duerme. No, jamás se dormirá o descuidará el guardián de Israel. R/.
El Señor te protege y te da sombra, está siempre a tu lado. No te hará daño el sol durante el día ni la luna, de noche. R/.
Te guardará el Señor en los peligros y cuidará tu vida; protegerá tus ires y venires, ahora y para siempre. R/.
SEGUNDA LECTURA
El hombre de Dios será perfecto y enteramente preparado para toda obra buena.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 3, 14-4,2
Querido hermano: Permanece firme en lo que has aprendido y se te ha confiado, pues bien sabes de quiénes lo aprendiste y desde tu infancia estás familiarizado con la Sagrada Escritura, la cual puede darte la sabiduría que, por la fe en Cristo Jesús, conduce a la salvación.
Toda la Sagrada Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar, para reprender, para corregir y para educar en la virtud, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté enteramente preparado para toda obra buena.
En presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos, te pido encarecidamente, por su advenimiento y por su Reino, que anuncies la palabra; insiste a tiempo y a destiempo; convence, reprende y exhorta con toda paciencia y sabiduría. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Heb 4, 12
R/. Aleluya, aleluya.
La palabra de Dios es viva y eficaz y descubre los pensamientos e intenciones del corazón. R/.
EVANGELIO
Dios hará justicia a sus elegidos que claman a él.
Del santo Evangelio según san Lucas: 18, 1-8
En aquel tiempo, para enseñar a sus discípulos la necesidad de orar siempre y sin desfallecer, Jesús les propuso esta parábola: "En cierta ciudad había un juez que no temía a Dios ni respetaba a los hombres. Vivía en aquella misma ciudad una viuda que acudía a él con frecuencia para decide: 'Hazme justicia contra mi adversario'.
Por mucho tiempo, el juez no le hizo caso, pero después se dijo: 'Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, sin embargo, por la insistencia de esta viuda, voy a hacerle justicia para que no me siga molestando' ".
Dicho esto, Jesús comentó: "Si así pensaba el juez injusto, ¿creen ustedes acaso que Dios no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, y que los hará esperar? Yo les digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿creen ustedes que encontrará fe sobre la tierra?". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Invoquemos, hermanos, al Señor, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, diciendo: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Para que el Señor avive el corazón de los fieles y los empuje a trabajar en la salvación de todos los hombres y en el anuncio del Evangelio a todos los pueblos, roguemos al Señor.
Para que sean desterradas todas las divisiones que separan a pueblos y razas, y se mantengan firmes en la sociedad humana la igualdad y la justicia, roguemos al Señor.
Para que los prófugos, los exiliados, los rechazados por la sociedad y los abandonados puedan regresar a la patria y para que el Señor conceda a todos un corazón bondadoso para con los pobres y forasteros, roguemos al Señor.
Para que Dios infunda en nuestros corazones su Espíritu de amor, a fin de que, revestidos con los mismos sentimientos de Cristo, amemos a Dios en los hermanos, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que, gracias a las manos en alto de tu siervo Moisés, diste a tu pueblo la victoria, contempla a tu Iglesia reunida en oración y haz que el nuevo Israel progrese en el bien y venza a las fuerzas malignas que amenazan al mundo, mientras espera la hora en que harás justicia a tus elegidos que claman a ti día y noche. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, el don de poderte servir con libertad de espíritu, para que, por la acción purificadora de tu gracia, los mismos misterios que celebremos nos limpien de toda culpa. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio dominical.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 32, 18-19
Los ojos del Señor están puestos en sus hijos, en los que esperan en su misericordia; para librarlos de la muerte, y reanimarlos en tiempo de hambre.
O bien: Mc 10, 45
El Hijo del hombre ha venido a dar su vida como rescate por la humanidad, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que la frecuente recepción de estos dones celestiales produzca fruto en nosotros y nos ayude a aprovechar los bienes temporales y alcanzar con sabiduría los eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- ¿Por qué perseveran algunos en la fe cristiana y otros la abandonan? Es una pregunta que se ha hecho a los cristianos a lo largo de los siglos. Para Jean Calvino (1509-1564), su errónea doctrina es que Dios ya tiene predestinados a los que se salvarán y a los que no, lo que plantea una herejía absoluta y terrible, pues entonces el sacrificio de Jesús no sirvió de nada. Pero otros enfatizan la necesidad de cooperación entre los seres humanos con Dios, como san Agustín (354-430), por ejemplo, quien dice que recibimos la gracia de la perseverancia en el bautismo, pero tenemos que cultivada en unión con Dios y con la ayuda de otros cristianos, para que sea fructífero. Hoy el problema más grande es cómo acompañar ellos que están a punto de abandonar la fe. Se trata de una parte de la evangelización que necesita más atención.