DOMINGO 3
Verde Domingo XIV del Tiempo Ordinario [Se omite la fiesta de santo Tomás,Apóstol] MR, p. 428 (424) / Lecc. II, p. 236
Otros santos: Beatas: María Ana Mogas Fontcuberta, virgen fundadora; Bárbara Jeong mae, virgen catequista y mártir.
EL SENTIDO MISIONERO DEL DISCIPULADO
Is 66, 10-14; Sal 65; Gál 6, 14-18; Lc 10, 1-12. 17-20
En el capítulo 10 de Lucas, Jesús continúa esas instrucciones para la vida de sus discípulos que ha empezado en el capítulo anterior. Quizá esperaríamos que tales instrucciones se concentraran en la necesidad de ejercer cierta precaución, de no fiarse de los demás, y de evitar lo que Jesús probablemente sabía que iba a ser su propio destino violento. Sin embargo, este capítulo dista mucho de cualquier preocupación por la autopreservación. Al contrario, Jesús insiste en que sus seguidores dejen la tranquilidad de sus vidas cerradas y compartan el Evangelio con todo el mundo, como es sugerido por el número de setenta y dos que recuerda el número de las naciones enumeradas en Gén 10,2-31. Los manda con un sentido de urgencia, a pesar de la hostilidad que van a encontrar. La vida cristiana tiene un sentido imprescindible de misión.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 47. 10-11
Meditamos, Señor, los dones de tu amor, en medio de tu templo. Tu alabanza llega hasta los confines de la tierra como tu fama. Tu diestra está llena de justicia.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que por medio de la humillación de tu Hijo reconstruiste el mundo derrumbado, concede a tus fieles una santa alegría, para que, a quienes rescataste de la esclavitud del pecado, nos hagas disfrutar del gozo que no tiene fin. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Yo haré correr la paz sobre ella como un río.
Del libro del profeta Isaías: 66, 10-14
Alégrense con Jerusalén, gocen con ella todos los que la aman, alégrense de su alegría todos los que por ella llevaron luto, para que se alimenten de sus pechos, se llenen de sus consuelos y se deleiten con la abundancia de su gloria.
Porque dice el Señor: "Yo haré correr la paz sobre ella como un río y la gloria de las naciones como un torrente desbordado. Como niños serán llevados en el regazo y acariciados sobre sus rodillas; como un hijo a quien su madre consuela, así los consolaré yo. En Jerusalén serán ustedes consolados.
Al ver esto se alegrará su corazón y sus huesos florecerán como un prado. Y los siervos del Señor conocerán su poder". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 65, 1-3a. 4-5. 6-7a. 16. 20.
R/. Las obras del Señor son admirables.
Que aclame al Señor toda la tierra; celebremos su gloria y su poder, cantemos un himno de alabanza, digamos al Señor: "Tu obra es admirable". R/.
Que se postre ante ti la tierra entera y celebre con cánticos tu nombre. Admiremos las obras del Señor, los prodigios que ha hecho por los hombres. R/.
El transformó el Mar Rojo en tierra firme y los hizo cruzar el Jordán a pie enjuto. Llenémonos por eso de gozo y gratitud: El Señor es eterno y poderoso. R/.
Cuantos temen a Dios vengan y escuchen, y les diré lo que ha hecho por mí. Bendito sea Dios que no rechazó mi súplica, ni me retiró su gracia. R/.
SEGUNDA LECTURA
Llevo en mi cuerpo la marca de los sufrimientos que he pasado por Cristo.
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 6, 14-18
Hermanos: No permita Dios que yo me gloríe en algo que no sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo. Porque en Cristo Jesús de nada vale el estar circuncidado o no, sino el ser una nueva creatura.
Para todos los que vivan conforme a esta norma y también para el verdadero Israel, la paz y la misericordia de Dios. De ahora en adelante, que nadie me ponga más obstáculos, porque llevo en mi cuerpo la marca de los sufrimientos que he pasado por Cristo.
Hermanos, que la gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con ustedes. Amén. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Col 3, 15. 16
R/. Aleluya, aleluya.
Que en sus corazones reine la paz de Cristo; que la palabra de Cristo habite en ustedes con toda su riqueza. R/.
EVANGELIO
El deseo de paz de ustedes se cumplirá.
Del santo Evangelio según san Lucas: 10, 1-12. 17-20
En aquel tiempo, Jesús designó a otros setenta y dos discípulos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares a donde pensaba ir, y les dijo: "La cosecha es mucha y los trabajadores pocos. Rueguen, por lo tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos. Pónganse en camino; yo los envío como corderos en medio de lobos. No lleven ni dinero, ni morral, ni sandalias y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Cuando entren en una casa digan: 'Que la paz reine en esta casa'. Y si allí hay gente amante de la paz, el deseo de paz de ustedes se cumplirá; si no, no se cumplirá. Quédense en esa casa. Coman y beban de lo que tengan, porque el trabajador tiene derecho a su salario. No anden de casa en casa. En cualquier ciudad donde entren y los reciban, coman lo que les den. Curen a los enfermos que haya y díganles: 'Ya se acerca a ustedes el Reino de Dios'.
Pero si entran en una ciudad y no los reciben, salgan por las calles y digan: 'Hasta el polvo de esta ciudad que se nos ha pegado a los pies nos lo sacudimos, en señal de protesta contra ustedes. De todos modos, sepan que el Reino de Dios está cerca'. Yo les digo que en el día del juicio, Sodoma será tratada con menos rigor que esa ciudad".
Los setenta y dos discípulos regresaron llenos de alegría y le dijeron a Jesús: "Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre".
Él les contestó: "Vi a Satanás caer del cielo como el rayo. A ustedes les he dado poder para aplastar serpientes y escorpiones y para vencer toda la fuerza del enemigo, y nada les podrá hacer daño. Pero no se alegren de que los demonios se les someten. Alégrense más bien de que sus nombres están escritos en el cielo".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras súplicas y acoja nuestras peticiones. Digamos confiadamente: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Oremos a Dios Padre por el Papa Francisco, por nuestro obispo N., y por todos aquellos a los que se han confiado nuestras almas; que nuestro Señor les dé la fuerza y sabiduría para dirigir y gobernar santamente las comunidades que les han sido encomendadas y puedan así dar buena cuenta cuando se les pida. Roguemos al Señor.
Oremos también para que Dios nos conceda la paz; que él, que es la verdadera paz y el origen de toda concordia, transmita la paz del cielo a la tierra, la paz espiritual para nuestras almas y la paz temporal para nuestros días. Roguemos al Señor.
Pidamos por los que se esfuerzan en seguir las sendas del Evangelio, para que nuestro Señor los mantenga en este santo propósito hasta el fin de sus días; oremos también por los que viven en pecado, para que nuestro Señor les dé la gracia de convertirse, hacer penitencia y purificarse en el sacramento del perdón y alcanzar así la salvación eterna. Roguemos al Señor.
Oremos, finalmente, a Dios nuestro Señor por los fieles difuntos, que han salido ya de este mundo, especialmente por nuestros familiares, amigos y bienhechores, para que el Señor, por su gran misericordia, los reciba en su gloria y los coloque entre los santos y elegidos. Roguemos al Señor.
Dios nuestro, que al darnos la vocación cristiana nos pides estar siempre dispuestos a anunciar el Evangelio por todo el mundo, escucha nuestras oraciones y concédenos aquella valentía y libertad apostólicas que son necesarias para hacer presente en el mundo tu palabra de amor y tu mensaje de paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
La oblación que te ofrecemos, Señor, nos purifique, y nos haga participar, de día en día, de la vida del reino glorioso. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 33,9
Prueben y vean qué bueno es el Señor; dichoso quien se acoge a él.
O bien: Mt 11, 28
Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados, y yo los aliviaré, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que nos has colmado con tantas gracias, concédenos alcanzar los dones de la salvación y que nunca dejemos de alabarte. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Es bien sabido que, en ciertas épocas, la Iglesia Católica se ha encerrado en sí misma y concentrado sus fuerzas en la preservación de ciertos privilegios, prácticas y tradiciones, algunas de ellas, desde hace tiempo, obsoletas. Para el Papa Francisco, tal actitud ya no es posible hoy. De hecho, en su exhortación apostólica de 2013, Evangelii gaudium (La alegría del Evangelio), el Papa confiesa que "sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la autopreservación" (n. 27). Por lo tanto, todos los miembros de nuestras iglesias locales tienen que examinarse para averiguar si todavía se preocupan con la autopreservación de sus instituciones. Es tiempo de soñar con una vida misionera y más auténtica.