MIÉRCOLES 27
Verde De Feria, miércoles XVII del Tiempo Ordinario MR, p. 429 (425) / Lecc. II p. 620
Otros santos: Celestino I, XLIII Papa. Beatas: María Magdalena Martinengo, abadesa de la Orden de las Clarisas Capuchinas; María de la Pasión, religiosa de la Congregación de las Crucificadas Adoratrices de la Eucaristía.
DOS PARÁBOLAS NO TAN OBVIAS
Jer 15, 10. 16-21; Sal 58; Mt 13, 44-46
En Mateo, las dos parábolas no son tan obvias como pudieran parecer a primera vista. Han creado una discusión vivaz entre los exégetas sobre el punto que Jesús pretendía enseñar. Para algunos, el punto es el valor del Reino: es más valioso que un tesoro increíble, tiene más valor que una perla fina. Para otros, el punto es el comportamiento de los personajes: el hombre descubre el tesoro, reacciona con alegría, y vende todo para comprarlo; el buscador de perlas encuentra una joya preciosa y muy valiosa y vende todo para comprarla. En otras palabras, hay que sacrificar todo por el reino. ¿Cuál de los dos puntos es el significado pretendido? Tal vez la respuesta se encuentra en nuestra manera de recibir las parábolas: ¿nos inspiran a maravillarnos del valor del Reino? ¿Nos empujan a dejar todo para alcanzarlo?
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 16, 15
Por serte fiel, yo contemplaré tu rostro, Señor, y al despertar, espero saciarme de gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que muestras la luz de tu verdad a los que andan extraviados para que puedan volver al buen camino, concede a cuantos se profesan como cristianos rechazar lo que sea contrario al nombre que llevan y cumplir lo que ese nombre significa. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
¿Por qué mi dolor no acaba nunca? Si te vuelves a mí, seguirás a mi servicio.
Del libro del profeta Jeremías: 15,10.16-21
¡Ay de mí, madre mía! ¿Por qué me engendraste para que fuera objeto de pleitos y discordias en todo el país? A nadie debo dinero, ni me lo deben a mí, y sin embargo, todos me maldicen.
Siempre que oí tus palabras, Señor, las acepté con gusto; tus palabras eran mi gozo y la alegría de mi corazón, porque yo defendía tu causa, Señor, Dios de los ejércitos.
No me senté a reír con los que se divertían; forzado por tu mano, me sentaba aparte, porque me habías contagiado con tu propia ira. ¿Por qué mi dolor no acaba nunca y mi herida se ha vuelto incurable? ¿Acaso te has convertido para mí, Señor, en espejismo de aguas que no existen?
Entonces el Señor me respondió: "Si te vuelves a mí, yo haré que cambies de actitud, y seguirás a mi servicio; si separas el metal precioso de la escoria, seguirás siendo mi profeta. Ellos cambiarán de actitud para contigo y no tú para con ellos. Yo te convertiré frente a este pueblo en una poderosa muralla de bronce: lucharán contra ti, pero no podrán contigo, porque yo estaré a tu lado para librarte y defenderte, dice el Señor. Te libraré de las manos de los perversos, te rescataré de las manos de los poderosos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 58, 2-3. 4-5a. 10-11. 17. 18.
R/. Me alegraré, Señor, por tu bondad.
Dios mío, líbrame de mis enemigos, protégeme de mis agresores; líbrame de los que hacen injusticias, sálvame de los hombres sanguinarios. R/.
Mira cómo se conjuran contra mí los poderosos y esperan el momento de matarme. Sin embargo, Señor, en mí no hay crimen ni pecado; sin culpa mía, avanzan contra mí para atacarme. R/.
En ti, Señor, tendré fijos los ojos, porque tú eres mi fuerza y mi refugio. El Dios de mi amor vendrá en mi ayuda y me hará ver la derrota de mis enemigos. R/.
Yo celebraré tu poder y desde la mañana me alegraré por tu bondad, porque has sido mi defensa y mi refugio en el día de la tribulación. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 15, 15
R/. Aleluya, aleluya.
A ustedes los llamo amigos, dice el Señor, porque les he dado a conocer todo lo que le he oído a mi Padre. R/.
EVANGELIO
El que encuentra un tesoro en un campo, vende cuanto tiene y compra aquel campo.
Del santo Evangelio según san Mateo: 13, 44-46
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "El Reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo. El que lo encuentra lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, va y vende cuanto tiene y compra aquel campo.
El Reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una perla muy valiosa, va y vende cuanto tiene y la compra". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, los dones de tu Iglesia suplicante, y concede que, al recibirlos, sirvan a tus fieles para crecer en santidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr Sal 83, 4-5
El gorrión ha encontrado una casa, y la golondrina un nido donde poner sus polluelos: junto a tus altares, Señor de los ejércitos, Rey mío y Dios mío. Dichosos los que viven en tu casa y pueden alabarte siempre.
O bien: Jn 6, 56
El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con los dones que hemos recibido, te suplicamos, Señor, que, participando frecuentemente de este sacramento, crezcan los efectos de nuestra salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.