JULIO 2022
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DOMINGO 17

Verde Domingo XVI del Tiempo Ordinario MR, P. 430 (426) / Lecc II, p. 242

Otros santos: Justa y Rufina de Sevilla, vírgenes y mártires; Alejo de Roma, penitente; Eduviges de Polonia, reina.

LA PALABRA DE DIOS ES VIVA
Gén 18,1-10; Sal 14; Col 1, 24-28; Lc 10,38-42

Nuestras lecturas ejemplifican una realidad que todos los lectores de la Biblia tenemos que enfrentar, el conflicto de las interpretaciones. La primera lectura ha sido interpretada como una revelación anticipada de la Trinidad, mientras que hoy algunos insisten en que adapta el mito antiguo de los dioses que circulan por el mundo para poner a prueba a los seres humanos. La segunda lectura ha generado la discusión sobre si realmente en ella se afirma que el sufrimiento de Cristo es defectuoso. El Evangelio ha sido interpretado como una instrucción acerca de la prioridad de escuchar la palabra de Dios, o como el establecimiento de dos formas fundamentales de vida cristiana (la contemplativa y la activa), o como la supresión del papel activo de la mujer en la comunidad de Lucas. Pero la Palabra de Dios es viva, ¡y genera controversias!

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 53. 6. 8

El Señor es mi auxilio y el único apoyo en mi vida. Te ofrece de corazón un sacrificio y daré gracias a tu nombre, Señor, porque eres bueno.

ORACIÓN COLECTA

Sé propicio, Señor, con tus siervos y multiplica, bondadoso, sobre ellos los dones de tu gracia, para que, fervorosos en la fe, la esperanza y la caridad, perseveren siempre fieles en el cumplimiento de tus mandatos.
Por nuestro Señor Jesucristo ...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Señor, no pases junto a mí sin detenerte.

Del libro del Génesis: 18, 1-10

Un día, el Señor se le apareció a Abraham en el encinar de Mambré. Abraham estaba sentado en la entrada de su tienda, a la hora del calor más fuerte. Levantando la vista, vio de pronto a tres hombres que estaban de pie ante él. Al verlos, se dirigió a ellos rápidamente desde la puerta de la tienda, y postrado en tierra, dijo: "Señor mío, si he hallado gracia a tus ojos, te ruego que no pases junto a mí sin detenerte. Haré que traigan un poco de agua para que se laven los pies y descansen a la sombra de estos árboles; traeré pan para que recobren las fuerzas y después continuarán su camino, pues sin duda para eso han pasado junto a su siervo". Ellos le contestaron: "Está bien. Haz lo que dices". Abraham entró rápidamente en la tienda donde estaba Sara y le dijo: "Date prisa, toma tres medidas de harina, amásalas y cuece unos panes". Luego Abraham fue corriendo al establo, escogió un ternero y se lo dio a un criado para que lo matara y lo preparara. Cuando el ternero estuvo asado, tomó requesón y leche y lo sirvió todo a los forasteros. El permaneció de pie junto a ellos, bajo el árbol, mientras comían. Ellos le preguntaron: "¿Dónde está Sara, tu mujer?". Él respondió: ''Allá, en la tienda". Uno de ellos le dijo: "Dentro de un año volveré sin falta a visitarte por estas fechas; para entonces, Sara, tu mujer, habrá tenido un hijo".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 14, 2-3ab. 3cd-4ab. 5.
R/. ¿Quién será grato a tus ojos, Señor?

El hombre que procede honradamente y obra con justicia; el que es sincero en sus palabras y con su lengua a nadie desprestigia. R/.
Quien no hace mal al prójimo ni difama al vecino; quien no ve con aprecio a los malvados, pero honra a quienes temen al Altísimo. R/.
Quien presta sin usura y quien no acepta soborno en perjuicio de inocentes. Quienes vivan así serán gratos a Dios eternamente. R/.

SEGUNDA LECTURA

Un designio secreto que Dios ha mantenido oculto y que ahora ha revelado a su pueblo santo.

De la carta del apóstol san Pablo a los colosenses: 1, 24-28

Hermanos: Ahora me alegro de sufrir por ustedes, porque así completo lo que falta a la pasión de Cristo en mí, por el bien de su cuerpo, que es la Iglesia. Por disposición de Dios, yo he sido constituido ministro de esta Iglesia para predicarles por entero su mensaje, o sea el designio secreto que Dios ha mantenido oculto desde siglos y generaciones y que ahora ha revelado a su pueblo santo. Dios ha querido dar a conocer a los suyos la gloria y riqueza que este designio encierra para los paganos, es decir, que Cristo vive en ustedes y es la esperanza de la gloria. Ese mismo Cristo es el que nosotros predicamos cuando corregimos a los hombres y los instruimos con todos los recursos de la sabiduría, a fin de que todos sean cristianos perfectos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 8, 15
R/. Aleluya, aleluya.

Dichosos los que cumplen la palabra del Señor con un corazón bueno y sincero, y perseveran hasta dar fruto. R/.

EVANGELIO

Marta lo recibió en su casa. María escogió la mejor parte.

Del santo Evangelio según san Lucas: 10, 38-42

En aquel tiempo, entró Jesús en un poblado, y una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa. Ella tenía una hermana, llamada María, la cual se sentó a los pies de Jesús y se puso a escuchar su palabra. Marta, entre tanto, se afanaba en diversos quehaceres, hasta que, acercándose a Jesús, le dijo: "Señor, ¿no te has dado cuenta de que mi hermana me ha dejado sola con todo el quehacer? Dile que me ayude".
El Señor le respondió: "Marta, Marta, muchas cosas te preocupan y te inquietan, siendo así que una sola es necesaria. María escogió la mejor parte y nadie se la quitará". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Se dice Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL

Pidamos, hermanos, al Dios de la misericordia que auxilie nuestra pequeñez, para que podamos invocar su nombre con los sentimientos que él desea. Digamos confiadamente: Escúchanos, Señor. (R/. Escúchanos, Señor.)
Por la paz y la concordia de las Iglesias, por la unión de todos los cristianos y por la salvación de nuestras almas, roguemos al Señor.
Por los responsables de las naciones, para que bajo su gobierno tengamos una vida feliz y pacífica, roguemos al Señor.
Por los que están lejos de casa, por los enfermos y los encarcelados y por todos los que sufren, roguemos al Señor.
Por nuestra comunidad reunida en la fe, la piedad y el temor de Dios, por los que hacen el bien a nuestras parroquias y por los que ayudan a los pobres, roguemos al Señor.
Dios de bondad, Padre santo, escucha nuestras oraciones y danos un corazón humilde y sencillo que escuche la palabra de tu Hijo y lo acoja en la persona de nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Dios nuestro, que con la perfección de un único sacrificio pusiste fin a la diversidad de sacrificios de la antigua ley, recibe las ofrendas de tus fieles, y santifícalas como bendijiste la ofrenda de Abel, para que aquello que cada uno te ofrece en honor de tu gloria, sea de provecho para la salvación de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 110, 4-5

Ha hecho maravillas memorables, el Señor es piadoso y clemente; él da alimento a sus fieles.

O bien: Apoc 3, 20

Miren que estoy a la puerta y llamo, dice el Señor: Si alguien oye mi voz y me abre, entraré en su casa y cenaremos juntos.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor, muéstrate benigno con tu pueblo, y ya que te dignaste alimentarlo con los misterios celestiales, hazlo pasar de su antigua condición de pecado a una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- La lectura de la Biblia siempre suscita controversias. En la antigüedad, algunos extirparon ciertos libros de la Biblia por ser "materiales". En la Edad Media, el simbolismo, como se presenta en el Libro de Apocalipsis, ha sido debatido. El uso de las disciplinas históricas en los siglos XVIII y XIX ha puesto en cuestión la credibilidad histórica de la Escritura. En nuestros días, varios métodos de interpretación han sido controvertidos, como el posmoderno, la teología de la liberación, el feminista, y el africano. Para dialogar con este mar turbulento, podemos acudir a dos salvavidas: la armonía entre la fe (la Biblia) y la razón (la interpretación); y la convicción de que, como lo expresó el Vaticano II, "los libros de la Escritura enseñan ... con fidelidad y sin error, la verdad que Dios quiso consignar en las sagradas letras para nuestra salvación" (Dei Verbum n. 11).