JUEVES 14
Verde / Blanco De Feria, Misa votiva de nuestro Señor Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, san Camilo de Lelis, presbítero MR, p. 1170 (1162) / Lecc. II p. 572
Otros santos: Francisco Solano, presbítero de la Orden de Frailes Menores. Beata Angela de Marsciano, viuda, religiosa de la Tercera Orden y fundadora.
LA IMAGEN DEL PROFETA
Is 26, 7-9. 12. 16-19; Sal 101; Mt 11,28-30
Puede ser que la imagen común de los profetas es la de un asceta enojado que truena contra todos en nombre de una religión puritana. Si tenemos esta imagen, la primera lectura nos corrige. En ella, el profeta Isaías. representa varios papeles, y ninguno es puritano. Hace el papel de un guía espiritual delicado, al orar: "mi alma te anhela de noche, y por la mañana mi espíritu te busca" (v. 9). Hace el papel de un poeta de la sabiduría, proclamando que "la senda del justo es recta; tú allanas el sendero del justo" (v. 7). Hace el papel de un cantor litúrgico en su lamento de que, como una mujer parturienta, "cuando dimos a luz, era solo viento" (v. 18). El profeta utiliza todos los recursos humanos para revelar lo que Dios piensa sobre la historia.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 109, 4
Juró el Señor y no ha de retractarse: "Tú eres sacerdote para siempre, como Melquisedec".
ORACIÓN COLECTA
Dios y Padre nuestro, que para gloria tuya y salvación del género humano constituiste a Cristo sumo y eterno sacerdote, concede al pueblo redimido con su sangre, por la participación en este memorial, experimentar el poder de la cruz y la resurrección de tu Hijo. Él, que vive y reina contigo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Despierten jubilosos, los que habitan en los sepulcros.
Del libro del profeta Isaías: 26, 7-9. 12. 16-19
La senda del justo es recta porque tú, Señor, le allanas el sendero. En el camino de tus mandamientos te buscamos, anhelando, Señor, tu nombre y tu recuerdo.
Mi alma te desea por la noche y mi espíritu te busca por la mañana. porque tus mandamientos son la luz de la tierra y enseñan justicia a los habitantes del orbe. Tú nos darás, Señor, la paz, porque todo lo que hemos hecho eres tú quien lo ha hecho por nosotros.
Acudimos a ti, Señor, en el peligro, cuando nos angustiaba la fuerza de tu castigo. Como una mujer que va a dar a luz, que se retuerce y grita angustiada, así éramos, Señor, en tu presencia: concebimos y nos retorcimos, ¡pero lo único que hemos dado a luz ha sido viento! No le hemos dado salvación al país, no le han nacido habitantes al mundo.
Tus muertos vivirán, sus cadáveres resucitarán, despertarán jubilosos los que habitan en los sepulcros, porque tu rocío es rocío luminoso y la tierra de las sombras dará a luz.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 101, 13-14ab. 15.16-18. 19-21.
R/. El Señor tiene compasión de nosotros.
Tú, Señor, reinas para siempre y tu fama pasa de generación en generación. Levántate y ten misericordia de Sión, pues ya es tiempo de que te apiades de ella. Tus siervos aman sus piedras y se compadecen de sus ruinas. R/.
Cuando el Señor reedifique a Sión y aparezca glorioso, cuando oiga el clamor del oprimido y no se muestre a sus plegarias sordo, entonces temerán al Señor todos los pueblos, y su gloria verán los poderosos. R/.
Esto se escribirá para el futuro y alabará al Señor el pueblo nuevo, porque el Señor, desde su altura santa, ha mirado a la tierra desde el cielo, para oír los gemidos del cautivo y librar de la muerte al prisionero. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 11 28
R/. Aleluya, aleluya.
Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio, dice el Señor. R/.
EVANGELIO
Soy manso y humilde de corazón.
Del santo Evangelio según san Mateo: 11, 28-30
En aquel tiempo, Jesús dijo: "Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga, ligera". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, participar dignamente en estos misterios, porque cada vez que se celebra el memorial de este sacrificio, se realiza la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Cor 11. 24-25
Éste es mi Cuerpo que se entrega por ustedes. Este cáliz es la nueva alianza que se sella con mi Sangre, dice el Señor. Hagan esto en memoria mía siempre que beban de él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por la participación de este sacrificio que tu Hijo nos mandó ofrecer en conmemoración suya, te rogamos, Señor, que, unidos a él, seamos una oblación perenne.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
O bien:
* Memoria de san Camilo de Lelis, presbítero MR, pp. 785 (772) y 976 (968)
Una vida desenfrenada lo condujo a internarse en el Hospital de Incurables de Roma. Lo conmovió el abandono en que vivían los enfermos, y se hizo enfermero. Algunos compañeros lo siguieron (1582) y bajo su dirección fundaron "los Siervos de los Enfermos". Ya siendo sacerdote, pasó la mayor parte de su vida aliado de los miembros sufrientes de Cristo (1550-1614).
ANTÍFONA DE ENTRADA Mt 25, 34. 36. 40
Vengan, benditos de mi Padre, dice el Señor, porque estuve enfermo y me visitaron. Yo les aseguro que cuanto hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que concediste al presbítero san Camilo de Lelis la gracia de un amor especial por los enfermos, infunde en nosotros, por su intercesión, el espíritu de caridad, para que, sirviéndote en nuestros hermanos, podamos, en la hora de nuestra muerte, presentarnos ante ti llenos de confianza. Por nuestro Señor Jesucristo ...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acoge, Señor, las ofrendas de tu pueblo, para que, al celebrar la obra de la caridad inmensa de tu Hijo, seamos confirmados en el amor a ti y al prójimo, a ejemplo de san Camilo de Lelis. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 15, 13
Nadie tiene un amor más grande, que el que da la vida por sus amigos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Renovados por este santo sacramento, concédenos, Señor, seguir los ejemplos de san Camilo de Lelis, que te honró con su incansable piedad y con su inmensa caridad hizo tanto bien a tu pueblo. Por Jesucristo, nuestro Señor.