LUNES 11
Blanco Memoria de san Benito, abad MR, p. 783 (771) / Lecc. II, p. 559
Otros santos: Olga de Kiev, reina; Pío I, X Papa. Beato Valerio Traiano Frentiu, obispo y mártir. Nació en Italia (Nursia].
Estudió en Roma y se retiró a una cueva de Subiaco, "anteponiendo el amor de Dios a cualquier otra cosa". Se le unieron unos discípulos, pero, al cabo de un tiempo, Benito tuvo que mudarse a Monte Casino. Ahí escribió su "Regla" y ahí murió en 547. La Orden Benedictina, continuadora de su carisma, ha sido decisiva en la población y civilización de Europa, y en la renovación litúrgica contemporánea.
LA RELIGIÓN QUE NO SE BASA EN LA JUSTICIA
Is 1,10-17; Sal 49; Mt 10, 34-11, 1
El profeta Isaías llama Sodoma y Gomorra a los dirigentes y habitantes de Jerusalén. Sus actitudes apenas son comparables con aquellas dos ciudades abominables que, según Gén 19, estaban ubicadas cerca del Mar Muerto en la época patriarcal. Ambas fueron destruidas por su conducta repugnante y quedan como el ejemplo de la vida pecaminosa y de lo que sucede a los pecadores tercos. Tal comparación debió ser irritante, escandalosa, y altamente provocativa para un pueblo, como el de la llamada Ciudad santa, que creía ser muy superior a todo el mundo gracias a su culto y a sus tradiciones religiosas. Pero allí radica precisamente
la crítica: un culto y una religión que no se basan en el amor y la justicia con el pobre y con el oprimido, no son un motivo para jactarse, sino el lado más corrompido de la humanidad.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Hubo un varón de vida venerable, Benito, por gracia y por nombre, "bendecido", que renunció a su casa y a su herencia, para solamente agradar a Dios, llevando una vida santa.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que constituiste a san Benito, abad, como ilustre maestro en la escuela del servicio divino, concédenos con un corazón generoso en el camino de tus mandamientos. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Purifíquense y aparten de mi vista sus malas acciones.
Del libro del profeta Isaías: 1, 10-17
Oigan la palabra del Señor, príncipes de Sodoma; escucha la enseñanza de nuestro Dios, pueblo de Gomorra: "¿Qué me importan a mí todos sus sacrificios?", dice el Señor. Estoy harto de holocaustos de carneros y de grasa de becerros; ya no quiero sangre de toros, corderos y cabritos.
¿Quién les ha pedido que me ofrezcan todo eso cuando vienen al templo para visitarme? Dejen ya de pisotear mis atrios y no me traigan dones vacíos ni incienso abominable. Ya no aguanto sus novilunios y sábados ni sus asambleas.
Sus solemnidades y fiestas las detesto; se me han vuelto una carga insoportable. Cuando extienden sus manos para orar, cierro los ojos; aunque multipliquen sus plegarias, no los escucharé. Sus manos están llenas de sangre. Lávense y purifíquense; aparten de mí sus malas acciones. Dejen de hacer el mal, aprendan a hacer el bien, busquen la justicia, auxilien al oprimido, defiendan los derechos del huérfano y la causa de la viuda". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Delsalnw49, 8-9. 16bc-17. 21. 23.
R/. Dios salva al que cumple su voluntad.
No voy a rec1amarte sacrificios, dice el Señor, pues siempre están ante mí tus holocaustos. Pero ya no aceptaré becerros de tu casa ni cabritos de tus rebaños. R/.
¿Por qué citas mis preceptos y hablas a toda hora de mi pacto, tú, que detestas la obediencia y echas en saco roto mis mandatos? R/.
Tú haces esto, ¿y yo tengo que callarme? ¿Crees acaso que yo soy como tú? Quien las gracias me da, ése me honra y yo salvaré al que cumple mi voluntad. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 5, 10
R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos, dice el Señor. R/.
EVANGELIO
No he venido a traer la paz, sino la guerra.
Del santo Evangelio según san Mateo: 10, 34-11, 1
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: "No piensen que he venido a traer la paz a la tierra; no he venido a traer la paz, sino la guerra. He venido a enfrentar al hijo con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; y los enemigos de cada uno serán los de su propia familia.
El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.
El que salve su vida, la perderá y el que la pierda por mí, la salvará. Quien los recibe a ustedes, me recibe a mí; y quien me recibe a mí, recibe al que me ha enviado.
El que recibe a un profeta por ser profeta, recibirá recompensa de profeta; el que recibe a un justo por ser justo, recibirá recompensa de justo.
Quien diere, aunque no sea más que un vaso de agua fría a uno de estos pequeños, por ser discípulo mío, yo les aseguro que no perderá su recompensa". Cuando acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, Jesús partió de ahí para enseñar y predicar en otras ciudades. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, con bondad los dones que te presentamos en la celebración de san Benito, abad, y haz que, a ejemplo suyo, te busquemos únicamente a ti, a fin de que podamos obtener en tu servicio el don de la unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Lc 12, 42
Éste es el siervo fiel y prudente, a quien el Señor puso al frente de su familia, para darles a su tiempo la ración de trigo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al recibir la prenda de la vida eterna, te suplicamos, Señor, que, siguiendo las enseñanzas de san Benito, nos dediquemos con fidelidad a tu servicio y amemos con ferviente caridad a los hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.