DOMINGO 26

Verde Domingo XIII del Tiempo Ordinario MR, p. 427 (423) / Lecc. II, p. 232 LH, semana I del Salterio

Otros santos: Antelmo de Belley, monje cartujo y obispo; Josemaría Escrivá de Balaguer, presbítero y fundador; José María Robles Hurtado presbítero, fundador y mártir. Beato Santiago de Ghazir, presbítero de la Orden de los Frailes menores Capuchinos y fundador.

EL LLAMAMIENTO DE LOS PROFETAS
1 Re 19.16.19-21; Sal 15; Gál 5.1. 13-18; Lc 9,51-62

En la Biblia, casi todos los llamamientos proféticos están refrendados por un gesto externo, que viene a ser una especie de signo sacramental. A Isaías, le purificó los labios con un carbón encendido uno de los serafines que formaban parte de la corte al trono del Señor. A Jeremías, el Señor mismo alargó la mano y le tocó la boca, al tiempo que le comunicaba sus palabras. A Ezequiel le dio Dios a comer un libro enrollado que le supo a mieles. En nuestra primera lectura, Elías le echó a Eliseo el manto encima en una especie de investidura. Es un gesto un poco enigmático, pero su significado queda claro como un llamamiento al ministerio profético. Se añade un detalle que no se encuentra en otras llamadas a tal ministerio: Eliseo responde al llamamiento siguiendo a Elías, aprendiendo cómo ser profeta.

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 46. 2

Pueblos todos, aplaudan; aclamen al Señor con gritos de júbilo.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que mediante la gracia de la adopción filial quisiste que fuéramos hijos de la luz, concédenos que no nos dejemos envolver en las tinieblas del error, sino que permanezcamos siempre vigilantes en el esplendor de la verdad. Por nuestro Señor Jesucristo ...

Se dice Gloria.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Eliseo se levantó y siguió a Elías.

Del primer libro de los Reyes: 19, 16. 19-21

En aquellos tiempos, el Señor le dijo a Elías: "Unge a Eliseo, el hijo de Safat, originario de Abel-Mejolá, para que sea profeta en lugar tuyo". Elías partió luego y encontró a Eliseo, hijo de Safat, que estaba arando. Delante de él trabajaban doce yuntas de bueyes y él trabajaba con la última. Elías pasó junto a él y le echó encima su manto.
Entonces Eliseo abandonó sus bueyes, corrió detrás de Elías y le dijo: "Déjame dar a mis padres el beso de despedida y te seguiré". Elías le contestó: "Ve y vuelve, porque bien sabes lo que ha hecho el Señor contigo".
Se fue Eliseo, se llevó los dos bueyes de la yunta, los sacrificó, asó la carne en la hoguera que hizo con la madera del arado y la repartió a su gente para que se la comieran. Luego se levantó, siguió a Elías y se puso a su servicio.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 15, 1-2a. 5. 7-8.9-10.11.
R/. Enséñanos, Señor, el camino de la vida.

Protégeme, Dios mío, pues eres mi refugio. Yo siempre he dicho que tú eres mi Señor. El Señor es la parte que me ha tocado en herencia: mi vida está en sus manos. R/.
Bendeciré al Señor, que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente. Tengo siempre presente al Señor y con él a mi lado, jamás tropezaré. R/.
Por eso se me alegran el corazón y el alma y mi cuerpo vivirá tranquilo, porque tú no me abandonarás a la muerte ni dejarás que sufra yo la corrupción. R/.
Enséñame el camino de la vida, sáciame de gozo en tu presencia y de alegría perpetua junto a ti. R/.

SEGUNDA LECTURA

La vocación de ustedes es la libertad.

De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 5, 1.13-18

Hermanos: Cristo nos ha liberado para que seamos libres. Conserven, pues, la libertad y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud. Su vocación, hermanos, es la libertad. Pero cuiden de no tomarla como pretexto para satisfacer su egoísmo; antes bien, háganse servidores los unos de los otros por amor. Porque toda la ley se resume en un solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Pues si ustedes se muerden y devoran mutuamente, acabarán por destruirse.
Los exhorto, pues, a que vivan de acuerdo con las exigencias del Espíritu; así no se dejarán arrastrar por el desorden egoísta del hombre. Este desorden está en contra del Espíritu de Dios, y el Espíritu está en contra de ese desorden. Y esta oposición es tan radical, que les impide a ustedes hacer lo que querrían hacer. Pero si los guía el Espíritu, ya no están ustedes bajo el dominio de la ley.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 1 Sam 3, 9; Jn 6, 68
R/. Aleluya, aleluya.

Habla, Señor, que tu siervo te escucha. Tú tienes palabras de vida eterna. R/.

EVANGELIO

Jesús tomó la firme determinación de ir a Jerusalén. Te seguiré a dondequiera que vayas.

Del santo Evangelio según san Lucas: 9. 51-62

Cuando ya se acercaba el tiempo en que tenía que salir de este mundo, Jesús tomó la firme determinación de emprender el viaje a Jerusalén. Envió mensajeros por delante y ellos fueron a una aldea de Samaria para conseguirle alojamiento; pero los samaritanos no quisieron recibirlo, porque supieron que iba a Jerusalén. Ante esta negativa, sus discípulos Santiago y Juan le dijeron: "Señor, ¿quieres que hagamos bajar fuego del cielo para que acabe con ellos?". Pero Jesús se volvió hacia ellos y los reprendió. Después se fueron a otra aldea.
Mientras iban de camino, alguien le dijo a Jesús: "Te seguiré a dondequiera que vayas". Jesús le respondió: "Las zorras tienen madrigueras y los pájaros, nidos; pero el Hijo del hombre no tiene en dónde reclinar la cabeza".
A otro, Jesús le dijo: "Sígueme". Pero él le respondió: "Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre". Jesús le replicó: "Deja que los muertos entierren a sus muertos. Tú ve y anuncia el Reino de Dios".
Otro le dijo: "Te seguiré, Señor; pero déjame primero despedirme de mi familia". Jesús le contestó: "El que empuña el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Se dice Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL

Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras oraciones, para que podamos alegrarnos al recibir su ayuda, respondiendo: Escúchanos, Señor. (R/. Escúchanos, Señor.)
Por los ministros de la Iglesia que han consagrado su vida al Señor y por todos los pueblos que adoran al Dios verdadero, roguemos al Señor.
Para que el tiempo sea bueno y todos podamos gozar de una naturaleza limpia en la bella sucesión de las diversas estaciones. roguemos a Dios, que con sabiduría gobierna al mundo.
Por los que son víctimas de la debilidad humana, del espíritu de odio o de envidia o de los otros vicios del mundo, roguemos al Redentor misericordioso.
Encomendémonos mutuamente al Señor, pongamos toda nuestra existencia en sus manos y oremos con confianza al autor y guardián de todo lo que tenemos y poseemos.
Dios nuestro, que nos has convocado para celebrar tus sacramentos, escucha nuestras oraciones y mantén nuestra libertad con la fuerza y la suavidad de tu amor, para que nunca disminuya nuestra fidelidad a Cristo en el generoso servicio a nuestros hermanos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor Dios, que bondadosamente realizas el fruto de tus sacramentos, concédenos que seamos capaces de servirte como corresponde a tantos misterios.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 102, 1

Bendice, alma mía al Señor; que todo mi ser bendiga su santo nombre.

O bien: Jn 17,20-21

Padre, te ruego por ellos, para que sean uno en nosotros y el mundo pueda creer que tú me has enviado, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que la víctima divina que te hemos ofrecido y que acabamos de recibir, nos vivifique, Señor, para que, unidos a ti con perpetuo amor, demos frutos que permanezcan para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- En el día de nuestro bautismo el sacerdote nos ungió la coronilla con el oleo del crisma, antigua unción del profeta; luego nos tocó en la boca, abriéndola con la palabra ¡effeta! Estos signos no son meramente elementos que dan un toque de elegancia al rito. Son revelaciones de un aspecto muy importante del sacramento: el bautismo nos llama a ser profetas. Tenemos el deber de anunciar la palabra de Dios a todo el mundo. Se trata de un deber que puede cumplirse de muchas formas, desde la enseñanza a nuestros hijos de la fe cristiana hasta la denuncia de abusos y males en la Iglesia y en el mundo. No hay problema si no sabemos cómo ser profetas o si tenemos miedo o dudas. Sólo tenemos que recordar los ejemplos de profetas que nuestro continente latinoamericano ha suscitado.