SÁBADO 26

Morado Sábado III de Cuaresma MR, p. 218 (236); Lecc. I, p. 754 LH, Vísperas I del domingo: 4a. Semana del Salterio. Tomo II: pp. 1412, 3 y 248; Para los fieles: pp. 722 y 178; Edición popular: pp. 289 y 433

Otros Santos: Ludgero de Munster, obispo; Pedro de Sebaste, obispo. Beata Magdalena Catalina Morano, religiosa del Instituto de Hijas de María Auxiliadora.

LA HIPOSCRESÍA ES UNA FALTA DE AUTOCONOCIMIENTO
Os 6, 1-6; Sal 50; Lc 18, 9-14

De acuerdo con el famoso psicoanalista suizo Carl Jung (1875-1961), la hipocresía se debe a la falta de autoconocimiento. Alguien que no reconoce los aspectos más oscuros de su carácter no logra entender qué pasa cuando esos aspectos inevitablemente aparecen en su comportamiento. O los ignora o los proyecta en los demás. Sin querer psicoanalizar un personaje literario, podemos afirmar que el fariseo en la parábola de Jesús claramente no se conoce a sí mismo. No reconoce, por ejemplo, que la vanidad y arrogancia son huéspedes en su alma y que tienen un gran poder sobre él. Por eso, da rienda suelta a estos defectos en el momento menos indicado: mientras está rezando en el Templo. Para que no caigamos en la misma trampa, la Cuaresma nos da múltiples oportunidades de reconocer nuestras fallas y ponerlas ante Dios para su perdón y transformación.

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 102, 2-3

Bendice, alma mía, al Señor, y no te olvides de sus beneficios, pues él perdona todas tus culpas.

ORACIÓN COLECTA

Llenos de alegría por la celebración anual de esta Cuaresma, te rogamos, Señor, que, frecuentando los sacramentos pascuales, gocemos de la plenitud de sus frutos. Por nuestro Señor Jesucristo ...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Yo quiero misericordia y no sacrificios.

Del libro del profeta Oseas: 6, 1-6

Esto dice el Señor: "En su aflicción, mi pueblo me buscará y se dirán unos a otros: 'Vengan, volvámonos al Señor; él nos ha desgarrado y él nos curará; él nos ha herido y él nos vendará. En dos días nos devolverá la vida, y al tercero, nos levantará y viviremos en su presencia.
Esforcémonos por conocer al Señor; tan cierta como la aurora es su aparición y su juicio surge como la luz; bajará sobre nosotros como lluvia temprana, como lluvia de primavera que empapa la tierra'.
¿Qué voy a hacer contigo, Efraín? ¿Qué voy a hacer contigo, Judá? Su amor es nube mañanera, es rocío matinal que se evapora. Por eso los he azotado por medio de los profetas y les he dado muerte con mis palabras.
Porque yo quiero misericordia y no sacrificios, conocimiento de Dios, más que holocaustos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 50,3-4.18-19. 20-21ah.

R/. Misericordia quiero, no sacrificios, dice el Señor.

Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos, y purifícame de mis pecados. R/.
Tú, Señor, no te complaces en los sacrificios y si te ofreciera un holocausto, no te agradaría. Un corazón contrito te presento, y a un corazón contrito, tú nunca lo desprecias. R/.
Señor, por tu bondad, apiádate de Sión, edifica de nuevo sus murallas. Te agradarán entonces los sacrificios justos, ofrendas y holocaustos. R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Sal 94, 8
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su corazón". R/.

EVANGELIO

El publicano regresó a su casa justificado y el fariseo no.

Del santo Evangelio Según San Lucas: 18,9-14

En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola sobre algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás:
"Dos hombres subieron al templo para orar: uno era fariseo y el otro, publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: 'Dios mío, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos y adúlteros; tampoco soy como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todas mis ganancias'.
El publicano, en cambio, se quedó lejos y no se atrevía a levantar los ojos al cielo. Lo único que hacía era golpearse el pecho, diciendo: 'Dios mío, apiádate de mí, que soy un pecador'.
Pues bien, yo les aseguro que éste bajó a su casa justificado y aquél no; porque todo el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor Dios, de cuya gracia nos viene que podamos, contritos de corazón, acercarnos a tus sacramentos, concédenos que, al celebrarlos dignamente, podamos rendirte una alabanza perfecta. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 497-501 (493-497).

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 18, 13

El publicano, en cambio, se quedó lejos, se golpeaba el pecho y decía: Dios mío, apiádate de mí, que soy un pecador.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Concédenos, Dios misericordioso, tributar digno homenaje a estos santos misterios, con los que sin cesar nos alimentas, y recibirlos siempre con espíritu de fe.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO. Opcional

Despliega, Señor, sobre tus fieles el auxilio de tu mano poderosa, para que podamos buscarte de todo corazón y merezcamos recibir lo que dignamente te pedimos. Por Jesucristo, nuestro Señor.