MIÉRCOLES 22
Morado Feria Mayor de Adviento "O Rex gentium" * ¡Oh rey de las naciones!" MR, p. 147 (171) / Lecc. I, p. 413
Otros santos: Francisca Xavier Cabrini, virgen fundadora; Isquirión de Alejandría, mártir. Beato Epifanío Gómez Álvaro, presbítero de la Orden de San Agustín y mártir.
UNA PLEGARIA "PELIGROSA"
1 Sam 1,24-28; 1 Sam 2; Lc 1, 46-56
Lucas pone en labios de Maria lo que todo creyente sencillo no solamente debe proclamar con sus labios, sino realizar también por medio de su lucha de cada día. El Magníficat es un gran cántico que se reza por la tarde en la Iglesia alrededor del mundo, porque forma parte importante de la hora litúrgica de las vísperas. Al mismo tiempo, es también una invitación radical: nos invita a no continuar "tragándonos" el cuento de que una sociedad tan injusta como la de María (o como la nuestra) sea el reflejo de algún designio de Dios. Lo que es más revolucionario todavía, el Magníficat revela una imagen de Dios completa y absolutamente diferente a la imagen de Dios que manejan los opresores. Este Dios toma parte de los pobres y rechaza el orgullo de los ricos. ¡Es peligroso rezar esta plegaria!
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 23, 7
¡Puertas, ábranse de par en par; agrándense portones eternos, porque va a entrar el rey de la gloria!
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que mirando al hombre caído en la muerte del pecado, quisiste rescatarlo con la llegada de tu Unigénito, concede, a quienes confesamos con humilde fervor su encarnación, que merezcamos también gozar de la compañía de nuestro Redentor. Él, que vive y reina contigo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Ana dio gracias por el nacimiento de Samuel.
Del primer libro de Samuel: 1, 24-28
En aquellos días, Ana llevó a Samuel, que todavía era muy pequeño, a la casa del Señor, en Siló, y llevó también un novillo de tres años, un costal de harina y un odre de vino. Una vez sacrificado el novillo, Ana presentó el niño a Elí y le dijo: "Escúchame, señor: te juro por mi vida que yo soy aquella mujer que estuvo junto a ti, en este lugar, orando al Señor. Este es el niño que yo le pedía al Señor y que él me ha concedido. Por eso, ahora yo se lo ofrezco al Señor, para que le quede consagrado de por vida". Y adoraron al Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
1 Samuel 2, 1. 4-5. 6-7. 8abcd.
R/. Mi corazón se alegra en Dios, mi salvador.
Mi corazón se alegra en el Señor, en Dios me siento yo fuerte y seguro. Ya puedo responder a mis contrarios, pues eres tú, Señor, el que me ayuda. R/.
El arco de los fuertes se ha quebrado, los débiles se ven de fuerza llenos. Se ponen a servir por un mendrugo los antes satisfechos; y sin tener que trabajar, pueden saciar su hambre los hambrientos. Siete veces da a luz la que era estéril y la fecunda ya dejó de serlo. R/.
Da el Señor muerte y vida, deja morir y salva de la tumba; él es quien empobrece y enriquece, quien abate y encumbra. R/.
Él levanta del polvo al humillado, al oprimido saca de su oprobio, para hacerlo sentar entre los príncipes en un trono glorioso. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R/. Aleluya, aleluya.
Rey de las naciones y piedra angular de la Iglesia, ven a salvar al hombre, que modelaste del barro. R/.
EVANGELIO
Ha hecho en mí cosas el que todo lo puede.
Del santo Evangelio según san Lucas: 1,46-56
En aquel tiempo, dijo María: "Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava. Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre, y su misericordia llega de generación en generación a los que lo temen.
Ha hecho sentir el poder de su brazo: dispersó a los de corazón altanero, destronó a los potentados y exaltó a los humildes. A los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió sin nada. Acordándose de su misericordia, vino en ayuda de Israel, su siervo, como lo había prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia, para siempre". María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Llenos de confianza en tu bondad, acudimos, Señor, ante tu santo altar trayéndote nuestros dones, a fin de que, purificados por tu gracia, quedemos limpios por los misterios que celebramos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio II o IV de Adviento, MR, pp. 490-492 (486-488).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 1, 46. 49
Proclama mi alma la grandeza del Señor, porque ha hecho en mí maravillas el Todopoderoso.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la participación de tus sacramentos, Señor, nos llene de fortaleza, para que merezcamos salir al encuentro del Salvador, que está por llegar, acompañados por nuestras buenas obras, y así nos hagamos dignos del premio de la eterna felicidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.