LUNES 29
Morado Lunes I de Adviento MR, p. 122 (146) / Lecc. I, p. 357
Otros santos: Saturnino de Tolosa, obispo y mártir. Beatos: Bernardo Francisco de Hoyos, presbítero de la compañía de Jesús; María Magdalena de la Encarnación, virgen fundadora.
EL SUEÑO DE ISAÍAS
Is 2, 1-5; Sa1 121; Mt 8, 5-11
Hay que soñar. Los sueños son un elemento constitutivo de la vida humana, pero mucho más de la fe. Por eso, se nos presenta el sueño de un profeta, en la primera lectura de hoy. El profeta Isaías, quien fue un soñador experto, presenta lo que los exégetas a veces denominan un "oráculo de restauración escatológica", pero este oráculo es más correctamente entendido como un sueño. Es un sueño de Sión, monte del Templo, llegando a ser el centro de la tierra prometida, la presencia del Señor con su pueblo, el lugar de la revelación y de esa Ley que da a la vida, a veces caótica, de Israel su significado. Punto de partida fue, quizás, una solemnidad en la que afluyen al Templo los forasteros cantando salmos de ascensión: el profeta contempla una visión semejante, pero de horizonte universal.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Jr 31, 10; Is 35, 4
Escuchen, pueblos, la palabra del Señor y anúncienla en todos los rincones de la tierra: He aquí que vendrá nuestro salvador, ya no tengan miedo.
ORACIÓN COLECTA
Ayúdanos, Señor Dios nuestro, a esperar ardorosamente la venida de tu Hijo, para que cuando llegue y llame, nos encuentre esperándolo en la oración y alegrándonos en su alabanza. Él, que vive y reina contigo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
El Señor reúne a todos los pueblos en la paz eterna de su reino.
Del libro del profeta Isaías: 2, 1-5
Visión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y Jerusalén: En días futuros, el monte de la casa del Señor será elevado en la cima de los montes, encumbrado sobre las montañas, y hacia él confluirán todas las naciones.
Acudirán pueblos numerosos, que dirán: "Vengan, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob, para que él nos instruya en sus caminos y podamos marchar por sus sendas. Porque de Sión saldrá la ley, de Jerusalén, la palabra del Señor".
Él será el árbitro de las naciones y el juez de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados y de las lanzas, podaderas; ya no alzará la espada pueblo contra pueblo, ya no se adiestrarán para la guerra. ¡Casa de Jacob, en marcha! Caminemos a la luz del Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 121,1-2. 3-4a. (4b-5. 6-7) 8-9.
R/. Vayamos con alegría al encuentro del Señor.
¡Qué alegría sentí, cuando me dijeron: "Vayamos a la casa del Señor"! Y hoy estamos aquí, Jerusalén, jubilosos, delante de tus puertas. R/.
A ti, Jerusalén, suben las tribus, las tribus del Señor, según lo que a Israel se le ha ordenado, para alabar el nombre del Señor. En ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David. R/.
Digan de todo corazón: "Jerusalén, que haya paz entre aquellos que te aman, que haya paz dentro de tus murallas y que reine la paz en cada casa". R/.
Por el amor que tengo a mis hermanos, voy a decir: "La paz esté contigo". Y por la casa del Señor, mi Dios, pediré para ti todos los bienes. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Sal 79,4
R/. Aleluya, aleluya.
Señor y Dios nuestro, ven a salvarnos; míranos con bondad y estaremos a salvo. R/.
EVANGELIO
Muchos vendrán de oriente y occidente al Reino de los cielos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 8, 5-11
En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un oficial romano y le dijo: "Señor, tengo en mi casa un criado que está en cama, paralítico, y sufre mucho". Él le contestó: "Voy a curarlo".
Pero el oficial le replicó: "Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa; con que digas una sola palabra, mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; cuando le digo a uno: '¡Ve!', él va; al otro: '¡Ven!', y viene; a mi criado: '¡Haz esto!', y lo hace".
Al oír aquellas palabras, se admiró Jesús y dijo a los que lo seguían: "Yo les aseguro que en ningún israelita he hallado una fe tan grande. Les aseguro que muchos vendrán de oriente y de occidente y se sentarán con Abraham, Isaac y Jacob en el Reino de los cielos".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, estos dones que te ofrecemos, tomados de los mismos bienes que nos has dado, y haz que los que nos das en el tiempo presente para aumento de nuestra fe, se convierta para nosotros en prenda de redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I o III de Adviento, MR, pp. 489 (485) o 491 (487).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 105, 4-5; Is 38, 3
Ven Señor, a visitamos con tu paz, para que nos alegremos delante de ti, de todo corazón.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Señor, que nos aprovechen los misterios en que hemos participado, mediante los cuales, mientras caminamos en medio de las cosas pasajeras, nos inclinas ya desde ahora a anhelar las realidades celestiales y a poner nuestro corazón en las que han de durar para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.