DOMINGO 31
Verde Domingo XXXI del Tiempo Ordinario MR, p. 445 (441) / Lecc. II, p. 185
Otros santos: Alonso Rodríguez, religioso; María Purísima de la Cruz, religiosa. Beata Irene Stefani “la Misericordiosa”, religiosa.
CUANDO LAS LEYES NO SON UNA FUENTE DE VIDA
Deut 6, 2-6; Sal 17; Heb 7, 23-28; Mc 12,28-34
Moisés se dirige al pueblo para transmitir las leyes que el Señor manda e insiste en que la guarda de estos preceptos y normas son garantía de larga vida en la tierra que el Señor les va a dar. Son una fuente de fuerza y energía. Pero en el Evangelio de hoy, vemos que las leyes no son más un manantial de vida. Al contrario, han llegado a ser causa de confusión y de muerte espiritual. El fundamentalismo religioso de los fariseos y los letrados ha trastornado estas leyes, multiplicándolas en aproximadamente 630, es decir, un gran número de leyes. Uno de los letrados, sinceramente confundido, pregunta a Jesús por el mandamiento principal. Jesús, basándose en las Escrituras, ofrece una interpretación refrescante: todos los mandamientos pueden resumirse en uno con dos facetas, el amor a Dios y el amor al prójimo.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 37, 22-23
No me abandones, Señor, Dios mío, no te alejes de mí. Ven de prisa a socorrerme, Señor mío, mi salvador.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y misericordioso, a cuya gracia se debe el que tus fieles puedan servirte digna y laudablemente, concédenos caminar sin tropiezos hacia los bienes que nos tienes prometidos. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón.
Del libro del Deuteronomio: 6, 2-6
En aquellos días, habló Moisés al pueblo y le dijo: "Teme al Señor, tu Dios, y guarda todos sus preceptos y mandatos que yo te transmito hoy, a ti, a tus hijos y a los hijos de tus hijos. Cúmplelos siempre y así prolongarás tu vida. Escucha, pues, Israel: guárdalos y ponlos en práctica, para que seas feliz y te multipliques.
Así serás feliz, como ha dicho el Señor, el Dios de tus padres, y te multiplicarás en una tierra que mana leche y miel.
Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor; amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas. Graba en tu corazón los mandamientos que hoy te he transmitido". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 17, 2-3a. 3bc4. 47 y 51ab.
R/. Yo te amo, Señor, tú eres mi fuerza.
Yo te amo. Señor, tú eres mi fuerza, el Dios que me protege y me libera. R/.
Tú eres mi refugio, mi salvación, mi escudo, mi castillo. Cuando invoqué al Señor de mi esperanza, al punto me libró de mi enemigo. R/.
Bendito seas, Señor, "que me proteges; que tú, mi salvador, seas bendecido. Tú concediste al rey grandes victorias y mostraste tu amor a tu elegido. R/.
SEGUNDA LECTURA
Jesús tiene un sacerdocio eterno, porque él permanece para siempre.
De la carta a los hebreos: 7, 23-28
Hermanos: Durante la antigua alianza hubo muchos sacerdotes, porque la muerte les impedía permanecer en su oficio. En cambio, Jesucristo tiene un sacerdocio eterno, porque él permanece para siempre. De ahí que sea capaz de salvar, para siempre, a los que por su medio se acercan a Dios, ya que vive eternamente para interceder por nosotros.
Ciertamente que un sumo sacerdote como éste era el que nos convenía: santo, inocente, inmaculado, separado de los pecadores y elevado por encima de los cielos; que no necesita, como los demás sacerdotes, ofrecer diariamente víctimas, primero por sus pecados y después por los del pueblo, porque esto lo hizo de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. Porque los sacerdotes constituidos por la leyeran hombres llenos de fragilidades; pero el sacerdote constituido por las palabras del juramento posterior a la ley, es el Hijo eternamente perfecto. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 14, 23
R/. Aleluya, aleluya.
El que me ama cumplirá mi palabra y mi Padre lo amará y haremos en él nuestra morada, dice el Señor. R/.
EVANGELIO
Amarás al Señor tu Dios. Amarás a tu prójimo.
Del santo Evangelio según san Marcos: 12, 28-34
En aquel tiempo, uno de los escribas se acercó a Jesús y le preguntó: "¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?". Jesús le respondió: "El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor; amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento mayor que éstos".
El escriba replicó: "Muy bien, Maestro. Tienes razón, cuando dices que el Señor es único y que no hay otro fuera de él, y que amado con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios".
Jesús, viendo que había hablado muy sensatamente, le dijo: "No estás lejos del Reino de Dios". Y ya nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras oraciones y nos conceda el auxilio que necesitamos: Después de cada petición diremos: Escúchanos, Padre y aumenta nuestra fe. (R/. Escúchanos Padre, y aumenta nuestra fe).
Para que Dios derrame en su Iglesia el Espíritu de piedad y fortaleza, que suscite numerosos y dignos ministros del altar y testigos celosos y humildes del Evangelio, roguemos al Señor.
Para que Dios infunda en el corazón de los gobernantes la voluntad de promover el bien de sus súbditos, a fin de que todos puedan desarrollarse debidamente y reinen en el mundo la justicia y la igualdad, roguemos al Señor.
Para que el Señor fortalezca a los moribundos que luchan en su último combate, los libre de las tentaciones y no permita que nosotros, al llegar la hora de abandonar este mundo, caigamos en manos del enemigo, roguemos al Señor.
Para que Dios conceda a nuestros familiares y amigos el perdón de sus pecados, una vida próspera y el don de la caridad, roguemos al Señor.
Padre santo, Dios nuestro, el único que eres Señor, concédenos la gracia de estar siempre atentos, para que nuestro corazón, nuestra alma, nuestra mente y nuestro ser se rindan plenamente a tu palabra, el Evangelio de tu Hijo, el único sacerdote para siempre que puede salvar definitivamente a los que por medio de él se acercan a ti.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que este sacrificio sea para ti una ofrenda pura, y nos obtenga la plenitud de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 15, 11
Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia.
O bien: Jn 6, 57
Como el Padre, que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por él, dice el Señor, así también el que me come vivirá por mí.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que aumente en nosotros la acción de tu poder y que, alimentados con estos sacramentos celestiales, tu favor nos disponga para alcanzar las promesas que contienen. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- La creación de las leyes en una sociedad moderna es una tarea de grandísima importancia. Las legislaturas y otras instancias civiles encargadas de formularlas tienen la responsabilidad solemne de proponer leyes buenas. Pero los intérpretes de estas leyes también tienen una responsabilidad inmensa. Los tribunales, los jueces, los expertos y los abogados deben interpretarlas de una manera clara, equitativa y enfocada a ayudar al desarrollo de una sociedad justa. Tal vez hay muchas tentaciones de interpretar la ley para que ayude sólo a los intereses de una minoría poderosa y rica, o de trastornarla de acuerdo con una u otra ideología, o de seguir de otras formas el ejemplo de los fariseos y letrados del Evangelio de hoy. Tratar así la ley equivale a hacer de ella una herramienta de opresión mortífera, en lugar de una fuente de vida.