VIERNES 22
Memoria de San Juan Pablo II, Papa
Verde / Blanco Feria, viernes XXIX del Tiempo Ordinario MR, p. 443 (439) / Lecc. II, p. 931
Otros santos: Elodia y Nunilona de Huesca, vírgenes y mártires; Marcos de Jerusalén, obispo.
LA LUCHA DENTRO
Rom 7, 18-25; Sa11l8; Lc 12,54-59
Los exégetas debaten el "yo" en esta parte de Romanos. ¿Escribe Pablo sobre sí mismo? ¿Utiliza un recurso retórico para dramatizar su mensaje? De todas formas, es cierto que explica con fuerza la situación bajo el pecado. Una encrucijada de fuerzas contradictorias parece anidarse en el ser humano y se anulan una a una: "no hago el bien que quiero y, en cambio, practico el mal que no quiero" (v. 19) y así increscendo, hasta señalar al enemigo que lleva dentro: "el pecado que habita en mí" (v. 20), y lo hace "prisionero de la ley del pecado" (v. 23). Sin embargo, a la desesperación de la derrota, responde el grito de la victoria: la liberación ya está aquí gracias a Dios por medio de nuestro Señor, Jesucristo. Como si al borde del abismo le salieran alas.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 16, 6. 8
Te invoco, Dios mío, porque tú me respondes; inclina tu oído y escucha mis palabras. Cuídame, Señor, como a la niña de tus ojos y cúbreme bajo la sombra de tus alas.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, haz que nuestra voluntad sea siempre dócil a la tuya y que te sirvamos con un corazón sincero. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
¿Quién me librará de este cuerpo, esclavo de la muerte?
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 7, 18-25
Hermanos: Bien sé yo que nada bueno hay en mí, es decir, en mi naturaleza humana deteriorada por el pecado. En efecto, yo puedo querer hacer el bien, pero no puedo realizarlo, puesto que no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero; y si hago lo que no quiero, ya no soy yo quien lo hace, sino el pecado, que habita en mí.
Descubro, pues, en mí esta realidad: cuando quiero hacer el bien, me encuentro con el mal. Y aunque en lo más íntimo de mi ser me agrada la ley de Dios, percibo en mi cuerpo una tendencia contraria a mi razón, que me esclaviza a la ley del pecado, que está en mi cuerpo.
¡Pobre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo, esclavo de la muerte? ¡La gracia de Dios, por medio de Jesucristo, nuestro Señor! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 118, 66. 68. 76. 77. 93. 94.
R/. Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.
Enséñame a gustar y a comprender tus preceptos, pues yo me fío de ellos. Tú, que eres bueno y haces beneficios, instrúyeme en tus leyes. R/.
Señor, que tu amor me consuele, conforme a las promesas que me has hecho. Muéstrame tu ternura y viviré, porque en tu ley he puesto mi contento. R/.
Jamás olvidaré tus mandamientos, pues con ellos me diste vida. Soy tuyo, sálvame, pues voy buscando tus leyes. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Mt 11,25
R/. Aleluya, aleluya.
Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.
EVANGELIO
Si saben interpretar el aspecto que tienen el cielo y la tierra, ¿por qué no interpretan entonces los signos del tiempo presente?
Del santo Evangelio según san Lucas: 12, 54-59
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "Cuando ustedes ven que una nube se va levantando por el poniente, enseguida dicen que va a llover, y en efecto, llueve. Cuando el viento sopla del sur, dicen que hará calor, y así sucede. ¡Hipócritas! Si saben interpretar el aspecto que tienen el cielo y la tierra, ¿por qué no interpretan entonces los signos del tiempo presente? ¿Por qué, pues, no juzgan por ustedes mismos lo que les conviene hacer ahora?
Cuando vayas con tu adversario a presentarte ante la autoridad, haz todo lo posible por llegar a un acuerdo con él en el camino, para que no te lleve ante el juez, el juez te entregue a la policía, y la policía te meta en la cárcel. Yo te aseguro que no saldrás de ahí hasta que pagues el último centavo".Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, el don de poderte servir con libertad de espíritu, para que, por la acción purificadora de tu gracia, los mismos misterios que celebremos nos limpien de toda culpa. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 32,18-19
Los ojos del Señor están puestos en sus hijos, en los que esperan en su misericordia; para librarlos de la muerte, y reanimarlos en tiempo de hambre.
O bien: Mc 10, 45
El Hijo del hombre ha venido a dar su vida como rescate por la humanidad, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que la frecuente recepción de estos dones celestiales produzca fruto en nosotros y nos ayude a aprovechar los bienes temporales y alcanzar con sabiduría los eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien:
*Memoria de san Juan Pablo II, Papa MR, pp. 861 (850).941 (933)
Este gran pontífice se distinguió por su amor a Jesús en la Eucaristía, su devoción a la Virgen María y su extraordinaria actividad apostólica, especialmente hacia las familias, los jóvenes y los enfermos. Realizó innumerables visitas pastorales en todo el mundo, en las que anunció el Evangelio con su palabra y su ejemplo. Fueron notables sus riquísimas enseñanzas. Promulgó el Catecismo de la Iglesia Católica y los Códigos de Derecho Canónico para la Iglesia Latina y para las Iglesias Orientales. Después de un fecundo pontificado de casi 27 años, murió en olor de santidad en Roma, el 2 de abril de 2005, vigilia del Domingo de Pascua, o de la Divina Misericordia. Fue canonizado el 27 de abril de 2014.
ANTÍFONA DE ENTRADA
El Señor lo eligió sumo sacerdote, le abrió sus tesoros y derramó sobre él toda clase de bendiciones.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, rico en misericordia, que has querido que san Juan Pablo II, Papa guiara a toda tu Iglesia, te pedimos que, instruidos por sus enseñanzas, nos concedas abrir confiadamente nuestros corazones a la gracia salvadora de Cristo, único redentor del hombre. El que vive y reina contigo ...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, este sacrificio que, para tu gloria, tu pueblo ofrece en honor de san Juan Pablo II, y concédenos alcanzar la eterna salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 10, 11
El buen Pastor da la vida por sus ovejas.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, Dios nuestro, los sacramentos que hemos recibido fortalezcan en nosotros el fuego de la caridad que encendió con ímpetu a san Juan Pablo II y lo llevó a entregarse siempre por tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.