JUEVES 30
Blanco Memoria de San Jerónimo, presbítero y doctor de la Iglesia MR, p. 845 (834) / Lecc. II, p. 852
Otros santos: Beatos: Federico Albert, presbítero y fundador; Feliz o Felicia de Milán, abadesa de la Orden de Santa Clara.
En diferentes temporadas, el sacerdote Jerónimo permaneció en Roma, en donde sirvió de secretario al Papa Dámaso. Pero los últimos 35 años de su vida los pasó cerca de la cueva de Belén, en donde nació Jesús. Ahí, entre penitencias y oraciones, se entregó en alma y cuerpo al estudio de la Biblia, que tradujo al latín y comentó (340-420).
¡HAY QUE FESTEJAR!
Neh 8,1-4.5-6.8-12; Sal 18; Lc 10, 1-12
Nehemías presenta una serie de fiestas que se celebran apenas terminado el verano y las faenas del campo: lectura de la ley, fiesta de las chozas, liturgia penitencial, alianza con Dios. No es el único lugar en la Biblia donde los autores se preocupan de las fiestas. En muchos libros se encuentra una solicitud hacia todas las fiestas que se celebran en el transcurso del año. Sólo hay que recurrir a Éxodo 23, Levítico 23, Deuteronomio 16, Mateo 26, etcétera. A Jesús le gustaba hablar de las fiestas y comparar el Reino de Dios con una gran fiesta. El cielo mismo se retrata como la mejor de las fiestas en la antigüedad (la fiesta nupcial) en los últimos capítulos de la Biblia, Apoc 21-22. Es que la fiesta, sabiamente celebrada, es una necesidad humana y un don de Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 1, 2-3
Dichoso el hombre que medita la ley del Señor, de día y de noche; dará fruto a su tiempo.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que diste a san Jerónimo, presbítero, un suave y vivo afecto por la Sagrada Escritura, concede que tu pueblo se alimente de tu palabra con mayor abundancia y encuentre en ella la fuente de su vida. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Esdras abrió el libro de la ley, bendijo al Señor y todos respondieron: ¡Amén!
Del libro de Nehemías: 8, 1-4. 5-6. 8-12
En aquellos días, todo el pueblo, como si fuera un solo hombre, se reunió en la plaza que está ante la puerta del Agua y pidió a Esdras, el sacerdote y escriba, que trajera el libro de la ley de Moisés, que el Señor había prescrito a Israel. Esdras, el sacerdote, trajo el libro de la ley ante la asamblea, formada por los hombres, las mujeres y todos los que tenían uso de razón.
Era el día primero del mes séptimo y Esdras leyó desde el amanecer hasta el mediodía en la plaza que está frente a la puerta del Agua, en presencia de los hombres, mujeres y todos los que tenían uso de razón. Todo el pueblo estaba atento a la lectura del libro de la ley.
Esdras estaba de pie sobre un estrado de madera, levantado para esta ocasión. Esdras abrió el libro a la vista del pueblo, pues estaba en un sitio más alto que todos, y cuando lo abrió, el pueblo entero se puso de pie. Esdras bendijo entonces al Señor, el gran Dios, y todo el pueblo, levantando las manos, respondió: "¡Amén!", e inclinándose, se postraron rostro en tierra. Los levitas leían el libro de la ley de Dios con claridad y explicaban el sentido, de suerte que el pueblo comprendía la lectura.
Entonces Nehemías, el gobernador, Esdras, el sacerdote y escriba, y los levitas que instruían a la gente, dijeron a todo el pueblo: "Éste es un día consagrado al Señor, nuestro Dios. No estén ustedes tristes ni lloren (porque todos lloraban al escuchar las palabras de la ley). Vayan a comer espléndidamente, tomen bebidas dulces y manden algo a los que nada tienen, pues hoy es un día consagrado al Señor, nuestro Dios. No estén tristes, porque celebrar al Señor es nuestra fuerza".
Y los levitas consolaban al pueblo, diciéndole: "No lloren, porque este día es santo. No estén tristes". Y el pueblo entero se fue a comer y a beber, mandó comida a los que no tenían nada e hizo grandes festejos, porque habían comprendido las cosas que les habían enseñado. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 18,8.9.10.11.
R/. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.
La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R/.
En los mandamientos del Señor hay rectitud y alegría para el corazón; son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino. R/.
La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R/.
Más deseables que el oro y las piedras preciosas las normas del Señor, y más dulces que la miel de un panal que gotea. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mc 1. 15
R/. Aleluya, aleluya.
El Reino de Dios ya está cerca, dice el Señor. Conviértanse y crean en el Evangelio. R/.
EVANGELIO
Su deseo de paz se cumplirá.
Del santo Evangelio según san Lucas: 10, 1-12
En aquel tiempo, designó el Señor a otros setenta y dos discípulos Y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares a donde pensaba ir, y les dijo: "La cosecha es mucha y los trabajadores pocos. Rueguen, por lo tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos. Pónganse en camino; los envío como corderos en medio de lobos. No lleven ni dinero, ni morral, ni sandalias y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Cuando entren en una casa, digan: 'Que la paz reine en esta casa'. Y si allí hay gente amante de la paz, el deseo de paz de ustedes se cumplirá; si no, no se cumplirá. Quédense en esa casa. Coman y beban de lo que tengan, porque el trabajador tiene derecho a su salario. No anden de casa en casa. En cualquier ciudad donde entren y los reciban, coman lo que les den. Curen a los enfermos que haya y díganles: 'Ya se acerca a ustedes el Reino de Dios'.
Pero si entran en una ciudad y no los reciben, salgan por las calles y digan: 'Hasta el polvo de esta ciudad que se nos ha pegado a los pies nos lo sacudimos, en señal de protesta contra ustedes. De todos modos, sepan que el Reino de Dios está cerca'. Yo les digo que en el día del juicio, Sodoma será tratada con menos rigor que esa ciudad".Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, que, meditando tu palabra, a ejemplo de san Jerónimo, te ofrezcamos con mayor fervor el sacrificio de la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jer 15, 16
Siempre que oí tus palabras, Señor, las acepté con gusto; tus palabras eran mi gozo y la alegría de mi corazón.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que los sagrados dones que acabamos de recibir en la celebración gozosa de san Jerónimo, inflamen los corazones de tus fieles, para que, atentos a la enseñanza de la Sagrada Escritura, conozcamos lo que debemos seguir y, siguiéndolo, lleguemos a la vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.