SÁBADO 31

Memoria de san Ignacio de Loyola

Blanco, presbítero MR, p. 795 (783) / Lecc. II, p. 631

Otros santos: Elena de Skovde, viuda mártir. Beatos: Francis Solano Casey, sacerdote de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos; Zdenka (Cecilia) Shelingová, religiosa de la Congregación de las Hermanas de la Caridad y mártir.

Ignacio de Loyola, quien fundó la Compañía de Jesús en París, en 1534, nació en las Provincias Vascongadas. Trabajó en Roma por difundir la Compañía de Jesús en Europa y por emprender grandes trabajos misioneros. Su vida es un ejemplo de una total sujeción al Papa y a la Iglesia. Sus Ejercicios Espirituales marcan el camino a aquellos que quieran consagrar su vida "a la mayor gloria de Dios" (1491-1556).

LA LEY DEL JUBILEO

Lev 25, 1. 8-17; Sal 66; Mt 14,1-12

Tal vez no haya en todo el Antiguo Testamento una ley de reforma social más radical, que la del jubileo que encontramos en Levítico. Esta ley, intenta responder a la situación de injusticia que trajo la evolución política del antiguo Israel. El pueblo de Dios empezó su existencia como un grupo de nómadas en el desierto del Sinaí, que compartió su propiedad para que a nadie faltara sus necesidades básicas. Sin embargo; no quedó así. Quiso construirse una monarquía como las demás naciones. Dicha monarquía, trajo consigo una serie de males a Israel, entre ellos unas condiciones de desigualdad económica y social que muchas veces fueron objeto de denuncia por parte de los profetas (Am 2, 6; Hab 3, 14; etc.). La ley del jubileo intentaba restaurar un mínimo de igualdad y justicia. ¿Podríamos establecer una tal ley en nuestra sociedad capitalista?

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Flp 2,10-11

Que al nombre de Jesús toda rodilla se doble, en el cielo, en la tierra, en los abismos, y que toda lengua proclame que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que suscitaste en tu Iglesia a san Ignacio de Loyola para extender la mayor gloria de tu nombre, concédenos que, luchando en la tierra, con su auxilio y a imitación suya, merezcamos ser coronados, con él, en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo ...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

En el año jubilar todos recobrarán sus propiedades.

Del libro del Levítico: 25, 1. 8-17

El Señor habló a Moisés en el monte Sinaí y le dijo: "Contarás siete semanas de años, siete por siete, o sea, cuarenta y nueve años. El día diez del séptimo mes, es decir, el día de la Expiación, harán sonar las trompetas y las harán sonar por todo el país.
Declararán santo el año cincuenta y proclamarán la liberación para todos los habitantes del país. Será para ustedes un año de jubileo; cada uno de ustedes recobrará sus propiedades y volverá a su familia.
El año cincuenta será para ustedes un año de jubileo; no sembrarán ni cosecharán lo que los campos produzcan por sí mismos; no harán la vendimia de las viñas sin cultivar. Puesto que es el año del jubileo, será sagrado para ustedes. Comerán de los productos de la cosecha anterior. En este año jubilar todos recobrarán sus propiedades. Cuando le vendas o le compres alguna cosa a tu prójimo, no lo engañes. Ponle precio a lo que le compres a tu prójimo, atendiendo al número de años transcurridos desde el último jubileo; él te venderá a ti atendiendo a las cosechas anuales. Mientras más años falten para el jubileo, más aumentará el precio; mientras menos tiempo falte, más rebajarás el precio; porque lo que tu prójimo te vende son las cosechas que faltan.
Ninguno de ustedes haga daño a su hermano; antes bien. teman a su Dios, porque yo soy el Señor, Dios de ustedes". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 66, 2-3.5. 7-8.
R/. Que te alaben, Señor, todos los pueblos.

Ten piedad de nosotros y bendícenos; vuelve, Señor, tus ojos a nosotros. Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora. R/.
Las naciones con júbilo te canten, porque juzgas al mundo con justicia; con equidad tú juzgas a los pueblos y riges en la tierra a las naciones. R/.
La tierra ha producido ya sus frutos, Dios nos ha bendecido. Que nos bendiga Dios y que le rinda honor el mundo entero. R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 5, 10
R/. Aleluya, aleluya. R/.

Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos, dice el Señor. R/.

EVANGELIO

Herodes mandó degollar a Juan. Los discípulos de Juan fueron a avisarle a Jesús.

Del santo Evangelio según san Mateo: 14, 1-12

En aquel tiempo, el rey Herodes oyó lo que contaban de Jesús y les dijo a sus cortesanos: "Es Juan el Bautista, que ha resucitado de entre los muertos y por eso actúan en él fuerzas milagrosas".
Herodes había apresado a Juan y lo había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo, pues Juan le decía a Herodes que no le estaba permitido tenerla por mujer. Y aunque quería quitarle la vida, le tenía miedo a la gente, porque creían que Juan era un profeta.
Pero llegó el cumpleaños de Herodes, y la hija de Herodías bailó delante de todos y le gustó tanto a Herodes, que juró darle lo que le pidiera. Ella, aconsejada por su madre, le dijo: "Dame, sobre esta bandeja, la cabeza de Juan el Bautista".
El rey se entristeció, pero a causa de su juramento y por no quedar mal con los invitados, ordenó que se la dieran; y entonces mandó degollar a Juan en la cárcel.
Trajeron, pues, la cabeza en una bandeja, se la entregaron a la joven y ella se la llevó a su madre.
Después vinieron los discípulos de Juan, recogieron el cuerpo, lo sepultaron, y luego fueron a avisarle a Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que te agraden, Señor Dios, las ofrendas que te presentamos en la celebración de san Ignacio, y concede que estos santos misterios en los que has puesto la fuente de toda santidad, nos santifiquen en la verdad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 12, 49

He venido a traer fuego a la tierra, ¡Y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo!, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor, que este sacrificio de alabanza, que te hemos ofrecido en acción de gracias en la celebración de san Ignacio, nos lleve a alabar perpetuamente tu gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.