SÁBADO 10
Verde / Blanco De Feria, o Misa de santa María en sábado MR, p. 916 (908) / Lecc. II, p. 553 LH, Vísperas I del domingo: 3a. Semana del Salterio Tomo III: pp. 10 19 Y 533; Para los fieles: pp. 642 y 405; Edición popular: pp. 202 y 471
Otros santos: Anatolia y Victoria, vírgenes y mártires. Beato Manuel Ruiz, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, y 10 compañeros, mártires.
LOS CAMINOS DEL OMNIPOTENTE SON MISTERIOSOS
Gén 49,29-32; 50,15-22; Sal 104; Mt 10,24-33
El capítulo 49 del Génesis termina con la noticia de la muerte de Jacob. Antes de morir, el patriarca recalca con insistencia su deseo de ser sepultado al lado de sus antepasados, como una forma de ratificar que el lugar de la promesa no será Egipto, sino Canaán, y al mismo tiempo, una manera de indicar que, con su muerte, las esperanzas de su pueblo acerca de las promesas divinas sobre la tierra y sobre la libertad no podrán quedar sepultadas en Egipto. Quizá, en este momento, pareciera que tales deseos fueran vanos, porque José y sus hermanos deciden permanecer en Egipto y criar a sus familias allí. Pero en el libro siguiente, el Éxodo, vemos cómo las esperanzas de Jacob llegan a realizarse, por medio de la esclavitud y el éxodo de Egipto. Los caminos del Omnipotente son misteriosos y difícilmente comprensibles.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 44,13.15.16
Todos los nobles del pueblo buscan tu favor: te llevan ante el Rey, con séquito de vírgenes, te siguen tus compañeras en medio de alegría y cantos.
ORACIÓN COLECTA
Perdona, Señor, los pecados de tus siervos; y, a quienes no logramos agradarte con nuestros actos, sálvanos por la intercesión de la Madre de tu Hijo, nuestro Señor. Él que vive y reina contigo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Dios cuidará de ustedes y los sacará de este país.
Del libro del Génesis: 49, 29-32; 50, 15-26
En aquellos días, Jacob llamó a sus hijos y les dio estas instrucciones: "Yo voy a reunirme con los míos. Sepúltenme junto a mis padres, en la cueva del campo de Makpelá, frente a Mambré, en Canaán. Es el campo que Abraham le compró a Efrón, el hitita, para que lo enterraran. Ahí sepultaron a Abraham y a su esposa Sara, a Isaac y a su esposa Rebeca, y ahí sepulté yo a Lía". Cuando terminó de dar este encargo a sus hijos, Jacob expiró y fue a reunirse con los suyos.
Los hermanos de José, al ver que había muerto su padre, dijeron: "A ver si José no nos guarda rencor y no nos hace pagar todo el daño que le hicimos". Por eso le mandaron este recado: "Antes de morir, tu padre nos encargó que te dijéramos esto: 'Perdona, por favor, a tus hermanos su crimen, su pecado y el daño que te hicieron'. También nosotros, siervos del Dios de tu padre, te pedimos que nos perdones". Cuando José oyó el recado se puso a llorar.
Fueron después sus hermanos personalmente a verlo y, postrados ante él, le dijeron: "Aquí nos tienes. Somos esclavos tuyos". José les replicó: "No tengan miedo. ¿Podemos acaso oponernos a los designios de Dios? Ustedes quisieron hacerme daño, pero Dios lo convirtió en un bien para hacer sobrevivir a un pueblo numeroso, como pueden ver. Así que no tengan miedo; yo los mantendré a ustedes y a sus pequeñuelos". Y los consoló y les habló con mucho cariño.
José permaneció en Egipto junto con la familia de su padre y vivió hasta los ciento diez años; vio a los bisnietos de Efraín y en sus brazos nacieron los hijos de Makir, hijo de Manasés. Finalmente José les dijo a sus hermanos: "Yo voy a morir ya, pero ciertamente Dios cuidará de ustedes y los hará salir de este país a la tierra que juró dar a Abraham, a Isaac y a Jacob". José los hizo jurar diciendo: "Cuando Dios los haga salir de esta tierra, se llevarán mis huesos de aquí". Y luego murió José. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 104,1-2.3-4.6-7.
R/. Cantemos la grandeza del Señor.
Aclamen al Señor y denle gracias, relaten sus prodigios a los pueblos. Entonen en su honor himnos y cantos, celebren sus portentos. R/.
Del nombre del Señor enorgullézcanse, y siéntase feliz el que lo busca. Recurran al Señor y a su poder, y a su presencia acudan. R/.
Descendientes de Abraham, su servidor; estirpe de Jacob, su predilecto, escuchen: El Señor es nuestro Dios y gobiernan la tierra sus decretos. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 1 P 4, 14
R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos ustedes, si los injurian por ser cristianos; porque el Espíritu de Dios descansa en ustedes. R/.
EVANGELIO
No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma.
Del santo Evangelio según san Mateo: 10, 24-33
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: "El discípulo no es más que el maestro, ni el criado más que su señor. Le basta al discípulo ser como su maestro y al criado ser como su señor. Si al señor de la casa lo han llamado Satanás, ¡qué no dirán de sus servidores!
No teman a los hombres. No hay nada oculto que no llegue a descubrirse; no hay nada secreto que no llegue a saberse. Lo que les digo de noche, repítanlo en pleno día y lo que les digo al oído, pregónenlo desde las azoteas.
No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman, más bien, a quien puede arrojar al lugar de castigo el alma y el cuerpo.
¿No es verdad que se venden dos pajarillos por una moneda? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae por tierra si no lo permite el Padre. En cuanto a ustedes, hasta los cabellos de su cabeza están contados. Por lo tanto, no tengan miedo, porque ustedes valen mucho más que todos los pájaros del mundo.
A quien me reconozca delante de los hombres, yo también lo reconoceré ante mi Padre, que está en los cielos; pero al que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre, que está en los cielos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los dones que te ofrecemos; y haz que nuestros corazones, iluminados con la luz del Espíritu Santo, siguiendo el ejemplo de la bienaventurada Virgen María, puedan buscar y cumplir siempre tu voluntad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de santa María Virgen, MR, pp. 531-535 (527-531).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Alaben al Señor, Dios nuestro., porque en María, su sierva, ha realizado su misericordia, prometida a la casa de Israel.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido, el sacramento de la salvación y de la fe, te pedimos, Señor, que, al conmemorar con devoción a la santísima Virgen María, merezcamos participar con ella del amor divino. Por Jesucristo, nuestro Señor.