SÁBADO 12
El Corazón Inmaculado de María
Blanco Sábado siguiente al segundo domingo después de Pentecostés, Memoria MR, p. 758 (744) / Lecc. II, pp. 443 Y 1075
Otros santos: Onofre, anacoreta. Beatos: Lorenzo María de San Francisco Javier Salvi, presbítero de la Congregación de la Pasión; Mercedes María de Jesús Molina, virgen fundadora.
Esta fiesta nos invita a penetrar en lo más íntimo del alma de la santísima Virgen María, madre de Jesús, a fin de participar de su entrega a Dios. Por la humanidad con que recibió al Señor, que hizo en ella su morada, la santísima Virgen es la imagen de la Iglesia, templo del Espíritu y modelo de todos los cristianos.
ES DIVINO EL DIÁLOGO
2 Cor 5,14-21; Sal 102; Lc 2,41-51
El Evangelio de Lucas nos muestra no solamente una anécdota de la vida de Jesús, sino su manera de vivir y su sabiduría divina. En nuestro texto, Jesús se encuentra en medio de los maestros que enseñaban en los pasillos del templo. Su respuesta a ellos se desarrolla por medio del diálogo. Aunque Jesús muestra una inteligencia viva y penetrante para su edad, no intenta en este episodio, o en otras situaciones, imponer su sabiduría a los demás. Ni tampoco se somete pasivamente, sin importar cuán distinguidos sean sus interlocutores. Entra en diálogo con todos. La cumbre de la narración hoy se encuentra no en el diálogo con los doctores, sino en la respuesta que da a su madre, también mediante el diálogo. ¿Cómo conversamos con los demás? ¿Conversamos con prepotencia o como interlocutores pasivos? ¿Sabemos entrar en diálogo?
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 12, 6
Mi corazón se alegra con tu salvación, y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, tú que has preparado en el corazón de la Virgen María, una digna morada al Espíritu Santo, haz que nosotros, por intercesión de la Virgen, lleguemos a ser templos dignos de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Al que nunca conoció pecado, Dios lo hizo "pecado" por nosotros.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 5,14-21
Hermanos: El amor de Cristo nos apremia, al pensar que si uno murió por todos, todos murieron. Cristo murió por todos para que los que viven ya no vivan para sí mismos, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
Por eso nosotros ya no juzgamos a nadie con criterios humanos. Si alguna vez hemos juzgado a Cristo con tales criterios, ahora ya no lo hacemos. El que vive según Cristo es una creatura nueva; para él todo lo viejo ha pasado; ya todo es nuevo.
Todo esto proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por medio de Cristo y que nos confirió el ministerio de la reconciliación. Porque, efectivamente, en Cristo, Dios reconcilió al mundo consigo y renunció a tomar en cuenta los pecados de los hombres, y a nosotros nos confió el mensaje de la reconciliación. Por eso, nosotros somos embajadores de Cristo, y por nuestro medio, es Dios mismo el que los exhorta a ustedes. En nombre de Cristo les pedimos que se reconcilien con Dios. Al que nunca cometió pecado, Dios lo hizo "pecado" por nosotros, para que, unidos a él, recibamos la salvación de Dios y nos volvamos justos y santos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 102,1-2.3-4.8-9.11-12.
R/. El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre. Bendice al Señor, alma mía, y no te olvides de sus beneficios. R/.
El Señor perdona tus pecados y cura tus enfermedades; él rescata tu vida del sepulcro y te colma de amor y de ternura. R/.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar. El Señor no estará siempre enojado, ni durará para siempre su rencor. R/.
Como desde la tierra hasta el cielo, así es de grande su misericordia; como un padre es compasivo con sus hijos, así es compasivo el Señor con quien lo ama. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 2, 19
R/. Aleluya, aleluya.
Dichosa la Virgen María, que guardaba la palabra de Dios y la meditaba en su corazón. R/.
EVANGELIO
María conservaba en su corazón todas aquellas cosas.
Del santo Evangelio según san Lucas: 2, 41-51
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén para las festividades de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, fueron a la fiesta, según la costumbre. Pasados aquellos días, se volvieron, pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres lo supieran. Creyendo que iba en la caravana, hicieron un día de camino; entonces lo buscaron, y al no encontrarlo, regresaron a Jerusalén en su busca.
Al tercer día lo encontraron en el templo, sentado en medio de los doctores, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que lo oían se admiraban de su inteligencia y de sus respuestas. Al verlo, sus padres se quedaron atónitos y su madre le dijo: "Hijo mío, ¿por qué te has portado así con nosotros? Tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia". Él les respondió: "¿Por qué me andaban buscando? ¿No sabían que debo ocuparrne en las cosas de mi Padre?". Ellos no entendieron la respuesta que les dio. Entonces volvió con ellos a Nazaret y siguió sujeto a su autoridad. Su madre conservaba en su corazón todas aquellas cosas.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, las oraciones y las ofrendas que tus fieles te presentan al conmemorar a santa María, Madre de Dios; haz que te sean agradables y nos alcancen el auxilio de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio IV de santa María Virgen (conmemoración), pp. 531-535 (527-531).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 2, 19
María guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Ya que nos ha concedido participar de la redención eterna, te rogamos, Señor, que, quienes celebramos la conmemoración de la Madre de tu Hijo, no sólo nos gloriemos de la plenitud de tu gracia, sino que experimentemos también un continuo aumento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.