LUNES 3
Fiesta de la Santa CruzRojo (En la República Mexicana) MR, p. 740 (727) / Lecc. I, p. 1014
Otros santos: Beatos: Eduardo José Rosaz, Terciario franciscano, presbítero, obispo y fundador; María Leonia Paradis, religiosa y fundadora.
En la Iglesia universal la fiesta de la Santa Cruz se celebra el 14 de septiembre, al día siguiente de la dedicación de la "Iglesia de la Resurrección", levantada en Jerusalén sobre el sepulcro de Jesucristo. Antes de la reforma litúrgica del Vaticano II esta fiesta se llamaba "La exaltación de la Santa Cruz". Entonces también se celebraba otra fiesta, la del "Hallazgo de la Santa Cruz", el día 3 de mayo. Dado que en México la celebración de la Santa Cruz en este día está muy arraigada, sobre todo en el sector de la construcción, el Episcopado Mexicano pidió autorización a la Santa Sede para seguirla celebrando el 3 de mayo en vez del 14 de septiembre, con lo cual siempre cae dentro del Tiempo Pascual. Ciertamente la cruz es el trofeo de la victoria pascual de Cristo sobre la muerte.
En los lugares donde la fiesta se celebra como solemnidad se leen las tres lecturas aquí indicadas; en los demás se escoge como primera lectura una de las que preceden al Evangelio.
UN SIGNIFICADO INVERTIDO
Hech 2, 14.22-24.32-36; Sal 77; Jn 3, 13-17
La cruz se originó como un instrumento particularmente ignominioso de ejecución. Fue castigo reservado para los criminales de clase baja y tenía connotaciones de vergüenza y desgracia. La víctima era forzada a cargar la cruz hasta el sitio de la ejecución y, una vez crucificado, se exponía a las miradas de un público horrorizado. Después de la muerte, el cuerpo era frecuentemente dejado en su lugar como una advertencia cruel. Por eso, el que Jesús haya sido ejecutado en la cruz fue motivo de escándalo para muchos. Sin embargo, el Nuevo Testamento invirtió esta visión hasta que, como vemos en Juan, llegó a considerar la cruz, en cuanto medio de salvación, como la glorificación de Jesús. Una inversión paralela se produce por los albañiles y otros trabajadores hoy: de un símbolo de destrucción convierten la cruz en un signo de construcción.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Gál 6, 14
Que nuestro único orgullo sea la Cruz de nuestro Señor Jesucristo, porque en él tenemos la salvación, la vida y la resurrección, y por él hemos sido salvados y redimidos. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que quisiste que tu Unigénito sufriera la cruz para salvar al género humano, concédenos que quienes conocimos su misterio en la tierra, merezcamos alcanzar en el cielo el premio de su redención. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA** En el tiempo pascual
Dios ha constituido a Jesús, Señor y Mesías.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 2, 14. 22-24. 32-36
El día de Pentecostés, se presentó Pedro, junto con los Once, ante la multitud, y levantando la voz, dijo: "Israelitas, escúchenme. Jesús de Nazaret fue un hombre acreditado por Dios ante ustedes, mediante los milagros, prodigios y señales que Dios realizó por medio de él y que ustedes bien conocen. Conforme al plan previsto y sancionado por Dios, Jesús fue entregado, y ustedes utilizaron a los paganos para clavarlo en la cruz. Pero Dios lo resucitó, rompiendo las ataduras de la muerte, ya que no era posible que la muerte lo retuviera bajo su dominio.
Pues bien, a este Jesús, Dios lo resucitó, y de ello todos nosotros somos testigos. Llevado a los cielos por el poder de Dios, recibió del Padre el Espíritu Santo prometido a él y lo ha comunicado, como ustedes lo están viendo y oyendo". Porque no fue David el que subió a los cielos, pues él mismo afirma: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha y yo pondré a todos tus enemigos debajo de tus pies.
Sepa todo Israel, con absoluta certeza, que Dios ha constituido Señor y Mesías al mismo Jesús, a quien ustedes han crucificado". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 77, 1-2. 34-35. 36-37. 38.
R/. No olvidemos las hazañas del Señor. Aleluya.
Escucha, pueblo mío, mi enseñanza; presten oído a las palabras de mi boca. Abriré mi boca y les hablaré en parábolas; anunciaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo. R/.
Cuando Dios los hacía morir, lo buscaban y madrugaban para volverse hacia él. Se acordaban de que Dios era su auxilio; el Dios altísimo, su redentor. R/.
Lo adulaban con su boca, le mentían con su lengua; su corazón no era sincero con él ni eran fieles a su alianza. R/
Pero él sentía lástima de ellos, les perdonaba su culpa y no los destruía. Muchas veces dominó su ira y apagó el furor de su cólera. R/.
SEGUNDA LECTURA
Cristo se humilló a sí mismo, por eso Dios lo exaltó.
De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 2, 6-11
Cristo, siendo Dios, no consideró que debía aferrarse a las prerrogativas de su condición divina, sino que, por el contrario, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de siervo, y se hizo semejante a los hombres. Así, hecho uno de ellos, se humilló a sí mismo y por obediencia aceptó incluso la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que, al nombre de Jesús, todos doblen la rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y todos reconozcan públicamente que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R/. Aleluya, aleluya.
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos, porque con tu santa cruz redimiste al mundo. R/.
EVANGELIO
El Hijo del hombre tiene que ser levantado.
Del santo Evangelio según san Juan: 3, 13-17
En aquel tiempo, Jesús dijo a Nicodemo: "Nadie ha subido al cielo sino el Hijo del hombre, que bajó del cielo y está en el cielo. Así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en él tenga vida eterna.
Porque tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por él".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te rogamos, Señor, que este sacrificio, que en el altar de la cruz borró el pecado del mundo entero nos purifique de todas nuestras ofensas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO: La victoria de la Cruz gloriosa.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque has puesto la salvación del género humano en el árbol de la Cruz, para que, de donde tuvo origen la muerte, de allí surgiera la vida; y el que en un árbol venció, fuera en un árbol vencido, por Cristo, Señor nuestro. Por él, celebran tu majestad los ángeles, te adoran las dominaciones, se estremecen las potestades. Te celebran, unidos en la alegría, los cielos, las virtudes celestiales y los bienaventurados serafines. Permítenos asociamos a sus voces cantando humildemente tu alabanza: Santo, Santo, Santo ...
Se puede decir también el prefacio I de la Pasión del Señor, M R, p. 502 (498).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 12, 32
Cuando yo sea levantado en la tierra atraeré a todos hacia mí, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor nuestro, Jesucristo, fortalecidos con este alimento santo, te pedimos que conduzcas a la gloria de tu resurrección a quienes redimiste por el madero vivificante de la cruz. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.