MIÉRCOLES 6
Blanco Feria del Tiempo de Navidad MR, p. 173 (193) / Lecc. I, p. 470
Otros santos: Julián, Basilisa y compañeros mártires; Andrés Besette, religioso de la Congregación de la Santa Cruz. Beata Rita Amada de Jesús, virgen fundadora.
CRISTOFANÍAS
1 Jn 4, 11-18; Sal 71; Mc 6, 45-52
Sabemos que algo importante va a ser revelado: en la primera parte del Evangelio, Jesús se retira al monte a orar y, en la Biblia, el monte es el lugar por antonomasia de la teofanía, es decir, de la revelación divina. Nuestras expectativas no se desvanecen en la segunda parte. Jesús viene hacia sus discípulos caminando en el mar, y cuando ellos se espantan, pronuncia las palabras sencillas "soy yo". No son un comentario obvio sino la fórmula bíblica de la revelación de Dios. Jesús quiere revelarles su ser divino, haciendo una Cristofanía. Lamentablemente, los discípulos quedan estupefactos, señalando así su incomprensión. Son como los discípulos en el episodio de Emaús en Lc 24, 16, cuyos ojos estaban retenidos para que no le conocieran. Cuando la vida nos ofrece Cristofanías, especialmente en los pobres, ¿reconocemos a nuestro Dios o quedamos sólo sorprendidos?
ANTÍFONA DE ENTRADA 15 9, 1
El pueblo que caminaba en tinieblas, vio una gran luz. Sobre los que vivían en tierra de sombras, una luz resplandeció.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, luz que ilumina a todas las naciones, concede a todos los pueblos gozar de paz duradera e infunde en nuestros corazones aquella maravillosa luz que encendiste en el corazón de nuestros padres. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros.
De la primera carta del apóstol san Juan: 4, 11-18
Queridos hijos: Si Dios nos ha amado tanto, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. A Dios nadie lo ha visto nunca; pero si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros y su amor en nosotros es perfecto. En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros: en que nos ha dado su Espíritu. Nosotros hemos visto, y de ello damos testimonio, que el Padre envió a su Hijo como Salvador del mundo. Quien confiesa que Jesús es Hijo de Dios, permanece en Dios y Dios en él.
Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en ese amor. Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él. En esto llega a la perfección el amor que Dios nos tiene: en que esperamos con tranquilidad el día del juicio, porque nosotros vivimos en este mundo en la misma forma que Jesucristo vivió.
En el amor no hay temor. Al contrario, el amor perfecto excluye el temor, porque el que teme, mira al castigo, y el que teme no ha alcanzado la perfección del amor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 71, 2.10-11.12-13.
R/. Que te adoren, Señor, todos los pueblos.
Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes; así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá a tu pueblo justamente. R/.
Los reyes de Occidente y de las islas le ofrecerán sus dones. Ante él se postrarán todos los reyes y todas las naciones. R/.
Al débil librará del poderoso y ayudará al que se encuentra sin amparo; se apiadará del desvalido y pobre y salvará la vida al desdichado. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO cfr. 1 Tm 3, 16
R/. Aleluya, aleluya.
Gloria a ti, Cristo Jesús, que has sido proclamado a las naciones. Gloria a ti, Cristo Jesús, que has sido anunciado al mundo. R/.
EVANGELIO
Lo vieron caminar sobre el agua.
Del santo Evangelio según san Marcos: 6, 45-52
En aquel tiempo, después de la multiplicación de los panes, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se dirigieran a Betsaida, mientras él despedía a la gente. Después de despedirlos, se retiró al monte a orar.
Entrada la noche, la barca estaba en medio del lago y Jesús, solo, en tierra. Viendo los trabajos con que avanzaban, pues el viento les era contrario, se dirigió a ellos caminando sobre el agua, poco antes del amanecer, y parecía que iba a pasar de largo.
Al verlo andar sobre el agua, ellos creyeron que era un fantasma y se pusieron a gritar, porque todos lo habían visto y estaban espantados. Pero él les habló enseguida y les dijo: "¡Ánimo! Soy yo; no teman". Subió a la barca con ellos y se calmó el viento. Todos estaban llenos de espanto y es que no habían entendido el episodio de los panes, pues tenían la mente embotada. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios, fuente de toda devoción sincera y de la paz, concédenos honrar de tal manera tu majestad con estos dones, que, al participar en estos santos misterios, todos quedemos unidos en un mismo sentir. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de la Epifanía, MR., p. 496 (492).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Jn 1, 2
La vida, que estaba junto al Padre, se manifestó a nosotros y nosotros la hemos visto.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que tu pueblo, al que diriges con variados auxilios, obtenga de tu misericordia la ayuda presente y la futura, para que, recibiendo el necesario consuelo de las cosas pasajeras, más confiadamente aspire a las eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.