SÁBADO 30
Verde / Blanco / Rojo Feria, Misa de Santa María en sábado, o San David Galván Bermúdez, mártir mexicano* MR p. 913 (686); Lecc. I p. 553 [Memoria en el lugar donde se conservan las reliquias de su cuerpo]
Otros santos: Jacinta Mariscotti, Terciaria franciscana; Muciano María Wiaux, religioso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.
TÚ VAS CONMIGO
Heb 11.1-2.8-19; Lc 1; Mc 4. 35-41
Para la mentalidad hebrea, el mar es la criatura que se revuelve y se encrespa perturbando el orden de la creación, heredero de monstruos mitológicos (Sal 93, 3-4; Is 17,12). A veces, en la Biblia el mar llega a ser el símbolo por excelencia del mal. En el Evangelio de hoy, impresiona el innegable trasfondo en el Antiguo Testamento de la imagen del creador divino luchando contra el mar. La victoria de Dios consiste en mantener el mar dentro de sus límites para siempre (Sal 74, 14; Job 38, 8-11). Jesús consigue tal victoria sobre el mar de Galilea, conduciendo a los discípulos a preguntar con gran temor, "¿Quién es éste?". Sabemos quién es: es el amor de Dios en forma humana que puede someter cualquiera amenaza en la vida, aunque sea tan inmensa, poderosa, y misteriosa como el mar.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Te aclamamos, santa madre de Dios, porque has dado a luz al Rey que gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos.
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios, concédenos a nosotros, tus siervos, gozar siempre de completa salud de alma y cuerpo, y, por la intercesión de la gloriosa siempre Virgen María, líbranos de las tristezas de esta vida y concédenos disfrutar de las alegrías eternas. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Esperaban la ciudad de sólidos cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.
De la carta a los hebreos: 11, 1-2. 8-19
Hermanos: La fe es la forma de poseer, ya desde ahora, lo que se espera, y de conocer las realidades que no se ven. Por ella, fueron alabados nuestros mayores.
Por su fe, Abraham, obediente al llamado de Dios, y sin saber a dónde iba, partió hacia la tierra que habría de recibir como herencia. Por la fe, vivió como extranjero en la tierra prometida, en tiendas de campaña, como Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa, después de él. Porque ellos esperaban la ciudad de sólidos cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.
Por su fe, Sara, aun siendo estéril y a pesar de su avanzada edad, pudo concebir un hijo, porque creyó que Dios habría de ser fiel a la promesa; y así, de un solo hombre, ya anciano, nació una descendencia numerosa como las estrellas del cielo e incontable como las arenas del mar.
Todos ellos murieron firmes en la fe. No alcanzaron los bienes prometidos, pero los vieron y los saludaron con gozo desde lejos. Ellos reconocieron que eran extraños y peregrinos en la tierra. Quienes hablan así, dan a entender claramente que van en busca de una patria; pues si hubieran añorado la patria de donde habían salido, habrían estado a tiempo de volver a ella todavía. Pero ellos ansiaban una patria mejor: la del cielo. Por eso Dios no se avergüenza de ser llamado su Dios, pues les tenía preparada una ciudad.
Por su fe, Abraham, cuando Dios le puso una prueba, se dispuso a sacrificar a Isaac, su hijo único, garantía de la promesa, porque Dios le había dicho: De Isaac nacerá la descendencia que ha de llevar tu nombre. Abraham pensaba, en efecto, que Dios tiene poder hasta para resucitar a los muertos; por eso le fue devuelto Isaac, que se convirtió así en un símbolo profético. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Lucas 1,69-70.71-72. 73-75.
R/. Bendito sea el Señor, Dios de Israel.
Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo, y ha hecho surgir en favor nuestro un poderoso salvador en la casa de David, su siervo. Así lo había anunciado desde antiguo, por boca de sus santos profetas. R/.
Anunció que nos salvaría de nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos aborrecen, para mostrar su misericordia a nuestros padres, y acordarse de su santa alianza. R/.
El Señor juró a nuestro padre Abraham que nos libraría del poder de nuestros enemigos, para que pudiéramos servirlo sin temor, con santidad y justicia, todos los días de nuestra vida. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 3, 16
R/. Aleluya, aleluya.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él tenga vida eterna. R/.
EVANGELIO
¿Quién es éste, a quien hasta el viento y el mar obedecen?
Del santo Evangelio según san Marcos: 4, 35-41
Un día, al atardecer, Jesús dijo a sus discípulos: "Vamos a la otra orilla del lago". Entonces los discípulos despidieron a la gente y condujeron a Jesús en la misma barca en que estaba. Iban, además, otras barcas.
De pronto se desató un fuerte viento y las olas se estrellaban contra la barca y la iban llenando de agua.
Jesús dormía en la popa, reclinado sobre un cojín. Lo despertaron y le dijeron:
"Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?". Él se despertó, reprendió al viento y dijo al mar: "¡Cállate, enmudece!". Entonces el viento cesó y sobrevino una gran calma. Jesús les dijo:
"¿Por qué tenían tanto miedo? ¿Aún no tienen fe?". Todos se quedaron espantados y se decían unos a otros: "¿Quién es éste, a quien hasta el viento y el mar obedecen?". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, las oraciones de tu pueblo, junto con las ofrendas que te presentamos, para que, por la intercesión de santa María, la Madre de tu Hijo, ningún buen propósito quede sin realizarse y ninguna de nuestras súplicas quede sin respuesta. Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien:
Que nos socorra, Señor, el inmenso amor de tu Unigénito, para que, quien al nacer de la Virgen María no menoscabó la integridad de la Madre, sino que la consagró, nos libre de nuestras culpas y haga acepta a ti nuestra oblación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Lc 11, 27
Dichoso el vientre de la Virgen María, que llevó al Hijo del eterno Padre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al recibir el sacramento celestial en la conmemoración de la santísima Virgen María, te pedimos, Padre misericordioso, que, a imitación suya, nos concedas ponernos dignamente al servicio del misterio de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Este santo luchó hasta la muerte por la ley de Dios y no se aterrorizó ante la amenaza de los impíos, pues estaba afianzado sobre roca firme.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y misericordioso, que hiciste a tu mártir san David superar los tormentos que padeció, concede a quienes celebramos el día de su triunfo, que, con tu protección, nos mantengamos invencibles ante las insidias del enemigo. Por nuestro Señor Jesucristo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, con tu bendición, los dones que te presentamos, para que, por tu gracia, nos inflamen en aquel fuego de tu amor con el que san David venció en su cuerpo todos los tormentos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Mt 16,24
El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y que me siga, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el santo sacramento que recibimos, Señor, nos comunique aquella fortaleza de espíritu que hizo a tu mártir David fiel en tu servicio y victorioso en su pasión.
Por Jesucristo, nuestro Señor.