SÁBADO 23
Verde Misa por la unidad de los cristianos, B MR, p. 1122 (1114) / Lecc. I, p. 527
Otros Santos: Ildefonso de Toledo, monje y obispo; Andrés Chong Hwa-Gyong, catequista y mártir. Beata Benedetta Bianchi Porro, virgen laica.
LA LOCURA DE LA FE
Heb 9,2-3.6-7. 11-14; Sa1 46; Mc 3, 20-21
Los parientes de Jesús se enteran que él está predicando, curando, y atrayendo hacia sí una muchedumbre de personas. Van a hacerse cargo de él porque, como dicen, "está fuera de sí". Pero, ¿quién está de veras "fuera de sí"? De acuerdo con el dicho atribuido al célebre psiquiatra suizo Carl Jung, en una sociedad enferma los que son acusados de estar "fuera de sí" son los únicos cuerdos. Por lo tanto, los parientes de Jesús se equivocan. En la sociedad judía antigua, infectada por el orgullo y la hipocresía de los escribas y fariseos, el único cuerdo era Jesús, que proclamaba el Reino de Dios. En nuestra sociedad enferma, plagada como es, por la violencia, la corrupción, y la opresión, la fe en un Dios de paz, integridad, y solidaridad parece locura pero es, en realidad, la única cordura.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 105, 47
Sálvanos, Señor, Dios nuestro, y reúnenos de entre las naciones, para que podamos celebrar tu santo nombre y cantar tu alabanza.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que uniste a pueblos diversos en la confesión de tu nombre, concédenos querer y poder practicar cuanto nos mandas, para que, el pueblo llamado a poseer tu Reino, tenga una misma fe en sus
pensamientos y un mismo amor en sus obras. Por nuestro Señor Jesucristo ...
O bien:
Atiende complacido, Señor, las plegarias de tu pueblo y concede que los corazones de los fieles se unan en tu alabanza y en común arrepentimiento, hasta que, superada toda división entre los cristianos, en perfecta comunión con la Iglesia avancemos gozosos hacia tu reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Con su propia sangre, Cristo entró para siempre en el santuario.
De la carta a los hebreos: 9, 2-3. 6-7.11-14
Hermanos: En la antigua alianza, el santuario estaba dispuesto de tal manera que, en una primera tienda, llamada el "lugar santo", se hallaban el candelabro y la mesa con los panes sagrados; separada por un velo, había una segunda tienda, llamada el "lugar santísimo". Al "lugar santo" entraban los sacerdotes todos los días para celebrar el culto; pero al "lugar santísimo" entraba una vez al año el sumo sacerdote, él solo, llevando consigo sangre de animales para ofrecerla en expiación por sus propios pecados y por los del pueblo.
Ahora bien, cuando Cristo se presentó como sumo sacerdote que nos obtiene los bienes definitivos, penetró una sola vez y para siempre en el "lugar santísimo", a través de una tienda, que no estaba hecha por mano de hombre, ni pertenecía a esta creación. No llevó consigo sangre de animales, sino su propia sangre, con la cual nos obtuvo una redención eterna. Porque si la sangre de los machos cabríos y de los becerros y las cenizas de una ternera, cuando se esparcían sobre los impuros, eran capaces de conferir a los israelitas una pureza legal, meramente exterior, ¡cuánto más la sangre de Cristo purificará nuestra conciencia de todo pecado, a fin de que demos culto al Dios vivo, ya que a impulsos del Espíritu Santo, se ofreció a sí mismo como sacrificio inmaculado a Dios, y as&iaiacute; podrá purificar nuestra conciencia de las obras que conducen a la muerte, para servir al Dios vivo! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 46, 2-3. 6-7. 8-9.
R/. Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono.
Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos, que el Señor, el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo. R/.
Entre voces de júbilo y trompetas, Dios, el Señor, asciende hasta su trono. Cantemos en honor de nuestro Dios, al rey honremos y cantemos todos. R/.
Porque Dios es el rey del universo, cantemos el mejor de nuestros cantos. Reina Dios sobre todas las naciones desde su trono santo. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Hch 16, 14
R/. Aleluya, aleluya.
Abre, Señor, nuestros corazones, para que aceptemos las palabras de tu Hijo. R/.
EVANGELIO
Sus parientes decían que se había vuelto loco.
Del santo Evangelio según san Marcos: 3, 20-21
En aquel tiempo, Jesús entró en una casa con sus discípulos y acudió tanta gente, que no los dejaban ni comer. Al enterarse sus parientes, fueron a buscarlo, pues decían que se había vuelto loco. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, al celebrar el memorial de nuestra salvación, imploramos humildemente tu clemencia, a fin de que este sacramento de amor sea para nosotros signo de unidad y vínculo de caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio propio.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Col 3, 14-15
Sobre todas las virtudes pongan el amor, que es el vínculo de la perfecta unión; y que en sus corazones reine la paz de Cristo a la que han sido llamados en un solo cuerpo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Infúndenos, Señor, tu espíritu de caridad, para que, por la eficacia de este sacrificio, hagas que, cuantos creen en ti, vivan concordes en un mismo amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.