JUEVES 21
Nuestra Señora de la AltagraciaRojo Memoria, Santa Inés, virgen y mártir MR, pp. 691 (681).939 (931) / Lecc. I, p. 518
Otros santos: Francisco Bang, mártir laico.
La jovencita romana, Inés, tendría entre 12 y 15 años, cuando espontáneamente se ofreció a morir por su fe cristiana, en el tiempo que arreciaba la persecución de Diocleciano (305). San Ambrosio nos ha conservado el relato del martirio de santa Inés, a quien la Iglesia le ha tenido una especial devoción.
EL MEDICO ESTÁ PRESENTE
Heb 7, 23-8,6; Sal 39; Mc 3, 7-12
En el Evangelio, los enfermos acuden a Jesús como a un médico, totalmente rodeándolo. El no intenta huir, sino que los cura. Es interesante notar que los enfermos vienen de siete diversas provincias. Una opinión muy extendida entiende que la enumeración de los nombres de las regiones muestra en qué lugares, en el tiempo de Marcos, existían comunidades cristianas. Con ello se pretende dar a entender el carácter universal de la actividad de Jesús. En nuestros tiempos, su presencia curativa ha recobrado un carácter universal, ya que todo el mundo está amenazado por el Coronavirus y necesita al médico divino.
No defrauda. Él está presente hoy en los médicos que enfrentan el virus, en las familias que cuidan de sus seres queridos, en los investigadores científicos, y en todos los que, movidos por su fe en Jesús, luchan contra la pandemia.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Ya sigue al Cordero crucificado por nosotros, la virgen llena de valor, ofrenda de pudor y víctima de castidad.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que escoges lo débil del mundo para confundir a los fuertes, concede propicio, a quienes celebramos el martirio de santa Inés, que imitemos su firmeza en la fe. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Cristo se ofreció a sí mismo en sacrificio de una vez para siempre.
De la carta a los hebreos: 7, 23-8, 6
Hermanos: Durante la antigua alianza hubo muchos sacerdotes, porque la muerte les impedía permanecer en su oficio. En cambio, Jesucristo tiene un sacerdocio eterno, porque él permanece para siempre.
De ahí que sea capaz de salvar, para siempre, a los que por su medio se acercan a Dios, ya que vive eternamente para interceder por nosotros. Ciertamente que un sumo sacerdote como éste era el que nos convenía: santo, inocente, inmaculado, separado de los pecadores y elevado por encima de los cielos; que no necesita, como los demás sacerdotes, ofrecer diariamente víctimas, primero por sus pecados y después por los del pueblo, porque esto lo hizo de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
Porque los sacerdotes constituidos por la ley eran hombres llenos de fragilidades; pero el sacerdote constituido por las palabras del juramento posterior a la ley, es el Hijo eternamente perfecto.
Ahora bien, lo más importante de lo que estamos diciendo es que tenemos en Jesús a un sumo sacerdote tan excelente, que está sentado a la derecha del trono de Dios en el cielo, como ministro del santuario y del verdadero tabernáculo, levantado por el Señor y no por los hombres.
Todo sumo sacerdote es nombrado para que ofrezca dones y sacrificios; por eso era también indispensable que él tuviera algo que ofrecer. Si él se hubiera quedado en la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo ya quienes ofrecieran los dones prescritos por la ley. Pero éstos son ministros de un culto que es figura y sombra del culto celestial, según lo reveló Dios a Moisés, cuando le mandó que construyera el tabernáculo: Mira, le dijo, lo harás todo según el modelo que te mostré en el monte. En cambio, el ministerio de Cristo es tanto más excelente, cuanto que él es el mediador de una mejor alianza, fundada en mejores promesas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 39, 7-8a. 8b-9. 10. 17.
R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Sacrificios y ofrendas no quisiste, abriste, en cambio, mis oídos a tu voz. No exigiste holocaustos por la culpa, así que dije: ''Aquí estoy". R/.
En tus libros se me ordena hacer tu voluntad; esto es, Señor, lo que deseo: tu ley en medio de mi corazón. R/.
He anunciado tu justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis labios, tú lo sabes, Señor. R/.
Que se gocen en ti y que se alegren todos los que te buscan. Cuantos quieren de ti la salvación repiten sin cesar: "¡Qué grande es Dios!". R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
Cfr. 2 Tm 1. 10
R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la vida por medio del Evangelio. R/.
EVANGELIO
Los espíritus inmundos gritaban: "Tú eres el Hijo de Dios". Pero Jesús les prohibía que lo manifestaran.
Del santo Evangelio según san Marcos: 3, 7-12
En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar, seguido por una muchedumbre de galileos. Una gran multitud, procedente de Judea y Jerusalén, de Idumea y Transjordania y de la parte de Tiro y Sidón, habiendo tenido noticias de lo que Jesús hacía, se trasladó a donde él estaba. Entonces rogó Jesús a sus discípulos que le consiguieran una barca para subir en ella, porque era tanta la multitud, que estaba a punto de aplastarlo. En efecto, Jesús había curado a muchos, de manera que todos los que padecían algún mal, se le echaban encima para tocarlo. Cuando los poseídos por espíritus inmundos lo veían, se echaban a sus pies y gritaban: "Tú eres el Hijo de Dios". Pero Jesús les prohibía que lo manifestaran. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Señor, que los dones que te presentamos en la celebración de santa Inés, por tu gracia, te sean agradables, así como te fue grato el combate de su martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Ap 7,17
El Cordero, que está en el trono, los conducirá a las fuentes del agua de la vida.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, que coronaste entre los santos a la bienaventurada santa Inés por la doble victoria de su virginidad y de su martirio, concédenos, por la eficacia de este sacramento, que, venciendo valerosamente todo mal, consigamos la gloria del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.