MARTES 12
Verde De Feria o Misa por la evangelización de los pueblos, A MR, p. 1125 (1117) / Lecc. I, p. 485
Otros santos: Santos Arcadio de Mauritania, mártir; Antonio María Pucci, presbítero de la Orden de los Siervos de María; Margarita (Bourgeoys) de Montreal, virgen fundadora.
¡CUIDADO CON ESTE SALMO!
Heb 2, 5-12; Sa1 8; Mc 1,21-28
El Salmo 8 es un poema que tiene como centro una figura escandalosa y poco confiable que es el ser humano. La Sagrada Escritura enseña que la humanidad fue creada a imagen de Dios, capaz de conocer y amar a su Creador, constituida por él como señor de todas las criaturas terrenas, para gobernarlas y usarlas glorificando a Dios. Sin embargo, en lugar de una atención cuidadosa y de un profundo respeto frente a lo sagrado de la creación, el dominio humano hoy frecuentemente parece una tiranía vanidosa, ciega, y hasta cruel. "Las obras de las manos de Dios" (v. 7) son fácilmente destruidas, contaminadas y humilladas por el egoísmo humano. Es riesgoso, por lo tanto, rezar el Salmo 8 sin una actitud de humildad, la disposición de arrepentirse, y la apertura a la gracia renovadora del Creador.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 66, 2-3
Que Dios tenga piedad de nosotros y nos bendiga, vuelva sus ojos a nosotros, para que conozcamos en la tierra tus caminos y los pueblos tu obra salvadora.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quieres que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, mira la abundancia de tu mies y dígnate enviarle trabajadores, para que tu Evangelio sea anunciado a toda creatura y tu pueblo, congregado por la palabra de vida y sostenido con la fuerza de los sacramentos, avance por el camino de la salvación y de la caridad. Por nuestro Señor Jesucristo ...
O bien.
Dios nuestro, que enviaste a tu Hijo al mundo como luz verdadera, derrama el Espíritu prometido por ti, que siembre sin cesar la semilla de la verdad en los corazones de los hombres y suscite en ellos la obediencia a la fe, para que todos los renacidos a una vida nueva por el bautismo, merezcan entrar a formar parte de tu único pueblo. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Convenía que Dios consumara en la perfección, mediante el sufrimiento, a Jesucristo, autor y guía de nuestra salvación.
De la carta a los hebreos: 2, 5-12
Hermanos: Dios no ha sometido a los ángeles el nuevo orden de la salvación, del cual estamos hablando. Un salmo lo atestigua solemnemente diciendo: ¿Qué es el hombre, para que de él te acuerdes, ese pobre ser humano, para que de él te preocupes? Sin embargo, lo hiciste un poquito inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad. Todo lo sometiste bajo sus pies.
Al decir aquí la Escritura que Dios le sometió todo, no se hace ninguna excepción. Es verdad que ahora todavía no vemos el universo entero sometido al hombre; pero sí vemos ya al que por un momento Dios hizo inferior a los ángeles, a Jesús, que por haber sufrido la muerte, está coronado de gloria y honor. Así, por la gracia de Dios, la muerte que él sufrió redunda en bien de todos. En efecto, el creador y Señor de todas las cosas quiere que todos sus hijos tengan parte en su gloria. Por eso convenía que Dios consumara en la perfección, mediante el sufrimiento, a Jesucristo, autor y guía de nuestra salvación.
El santificador y los santificados tienen la misma condición humana. Por eso no se avergüenza de llamar hermanos a los hombres, cuando dice: Hablaré de ti a mis hermanos; en medio de la asamblea te alabaré. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 8, 2ay 5.6-7.8-9.
R/. Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos.
¡Qué admirable es, Señor y Dios nuestro, tu poder en toda la tierra! ¿Qué es el hombre, para que de él te acuerdes; ese pobre ser humano, para que de él te preocupes? R/.
Sin embargo, lo hiciste un poquito inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad; le diste el mando sobre las obras de tus manos y todo lo sometiste bajo sus pies. R/.
Pusiste a su servicio los rebaños y las manadas, todos los animales salvajes, las aves del cielo y los peces del mar, que recorren los caminos de las aguas. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. 1 Ts 2, 13
R/. Aleluya, aleluya.
Reciban la palabra de Dios, no como palabra humana, sino como palabra divina, tal como es en realidad. R/.
EVANGELIO
No enseñaba como los escribas, sino como quien tiene autoridad.
Del santo Evangelio según san Marcos: 1, 21-28
En aquel tiempo, llegó Jesús a Cafarnaúm y el sábado siguiente fue a la sinagoga y se puso a enseñar. Los oyentes quedaron asombrados de sus palabras, pues enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.
Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: "¿Qué quieres tú con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios". Jesús le ordenó: "¡Cállate y sal de él!". El espíritu inmundo, sacudiendo al hombre con violencia y dando un alarido, salió de él. Todos quedaron estupefactos y se preguntaban:
"¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es ésta? Este hombre tiene autoridad para mandar hasta a los espíritus inmundos y lo obedecen". Y muy pronto se extendió su fama por toda Galilea. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, el rostro de tu Ungido, que se entregó a sí mismo en redención por todos, para que, por él, tu nombre sea glorificado en todas las naciones, y en todo lugar se ofrezca un único sacrificio a tu majestad, desde donde sale el sol hasta el ocaso. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Mt 28, 20
Enseñen a todos los pueblos a cumplir lo que les he mandado, dice el Señor. Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que, alimentados con el don de nuestra redención, este auxilio de salvación eterna afiance siempre nuestra fe en la verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.