MIÉRCOLES 16
Morado De Feria, miércoles III de Adviento MR, p. 138 (162) / Lecc. I, p. 392
Otros santos: Alicia, Adelaida o Adelina de Alemania, emperatriz. Beatos: Felipe Siphong Onphitak, padre de familia y Protomártir de Tailandia; Honorato de Biala, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos y fundador.
EL MESÍAS ESPERADO
Is 45, 6-8. 18. 21-25; Lc 7, 19-23
Juan Bautista está encarcelado y quiere dejar en claro ante sus discípulos una cuestión trascendental. Finalmente habrá llegado el Mesías esperado, de ser Jesús el enviado definitivo del Padre, el tiempo de la espera habría terminado. En caso contrario, la vida del Bautista y el movimiento espiritual que existía en torno suyo habrían sido un fracaso total. La respuesta que da el Señor Jesús al interrogante de los discípulos de Juan es a la vez un desafío. Juan y sus seguidores tendrán que descifrar los hechos y palabras de Jesús. Ellos mismos podrán desentrañar el misterio. Los gestos de sanación que Jesús realiza favorecen a numerosas personas afectadas de diversas enfermedades; más aún, el profeta oriundo de Nazaret se concibe como el evangelizador que trae buenas noticias a los pobres. Juan conocía las profecías de Isaías al dedillo y sabría comprenderlo todo.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Hab 2, 3; 1 Cor 4, 5
Ven, Señor, y no tardes; ilumina lo que esconden las tinieblas y manifiéstate a todas las naciones.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, que la cercana celebración del nacimiento de tu Hijo nos obtenga un remedio en la vida presente y tu premio en la eternidad. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Dejen, cielos, caer su rocío.
Del libro del profeta Isaías: 45, 6-8. 18. 21-25
"Yo soy el Señor y no hay otro. Yo soy el artífice de la luz y el creador de las tinieblas, el autor de la felicidad y el hacedor de la desgracia; yo, el Señor, hago todo esto. Dejen, cielos, caer su rocío y que las nubes lluevan al justo; que la tierra se abra y haga germinar la salvación y que brote juntamente la justicia. Yo, el Señor, he creado todo esto".
Esto dice el Señor, el que creó los cielos, el mismo Dios que plasmó y consolidó la tierra; Él no la hizo para que quedara vacía, sino para que fuera habitada: "Yo soy el Señor y no hay otro. ¿Quién fue el que anunció esto desde antiguo? ¿Quién lo predijo entonces? ¿No fui yo, el Señor? Fuera de mí no hay otro Dios. Soy un Dios justo y salvador y no hay otro fuera de mí, Vuélvanse a mí y serán salvados, pueblos todos de la tierra, porque yo soy Dios y no hay otro. Lo juro por mí mismo, de mi boca sale la verdad, las palabras irrevocables: ante mí se doblará toda rodilla y por mí jurará toda lengua, diciendo: 'Sólo el Señor es justo y poderoso'. A él se volverán avergonzados todos los que lo combatían con rabia. Gracias al Señor, triunfarán gloriosamente todos los descendientes de Israel".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 84, 9ab.l0. 11-12.13-14.
R/. ¡Dejen, cielos, caer su rocío y que las nubes llueva al justo!
Escucharé las palabras del Señor, palabras de paz para su pueblo santo. Está ya cerca nuestra salvación y la gloria del Señor habitará en la tierra. R/.
La misericordia y la verdad se encontraron, la justicia y la paz se besaron, la fidelidad brotó en la tierra y la justicia vino del cielo. R/.
Cuando el Señor nos muestre su bondad, nuestra tierra producirá su fruto. La justicia le abrirá camino al Señor e irá siguiendo sus pisadas. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. 15 40, 9.10
R/. Aleluya, aleluya.
Levanta tu voz para anunciar la buena nueva: ya viene el Señor, nuestro Dios, con todo su poder. R/.
EVANGELIO
Vayan a contarle a Juan lo que han visto y oído.
Del santo Evangelio según san Lucas: 7, 19-23
En aquel tiempo, Juan envió a dos de sus discípulos a preguntar a Jesús: "¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?". Cuando llegaron a donde estaba Jesús, le dijeron: "Juan el Bautista nos ha mandado a preguntarte si eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro".
En aquel momento, Jesús curó a muchos de varias enfermedades y dolencias y de espíritus malignos, y a muchos ciegos les concedió la vista. Después contestó a los enviados: "Vayan a contarle a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia el Evangelio. Dichoso el que no se escandalice de mí".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este sacrificio, Señor, que te ofrecemos con devoción, nunca deje de realizarse, para que cumpla el designio que encierra tan santo misterio y obre eficazmente en nosotros tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I a IV de Adviento, MR, pp. 489-492 (485-488).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. 15 40, 10; 35, 5
El Señor vendrá con gran poder e iluminará los ojos de sus siervos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Imploramos, Señor, tu misericordia, para que estos divinos auxilios nos preparen, purificados de nuestros pecados, para celebrar las fiestas venideras.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
LAS ANTÍFONAS DE LA "¡OH!»
Las antífonas de Adviento, también conocidas como antífonas mayores o antífonas de la «¡Oh!» - por la letra con la que comienzan- son utilizadas en la Liturgia de las Horas, durante las Vísperas entre el 17 y el 23 de diciembre. Cada antífona evoca uno de los nombres o atributos de Cristo más mencionados en las Escrituras y le dan su sentido a la liturgia del día [...] Las primeras letras de los títulos leídas en sentido inverso forman el acróstico latino: «Ero cras», que significa «Mañana vendré» [...] A través de ellas seguimos recordando las dos venidas del Señor, que caracterizan el espíritu de Adviento ... La celebración del Adviento -como la de la Navidad- se centra en el Misterio Pascual, que expresa la obra de nuestra Salvación en la muerte y resurrección de Cristo.