MARTES 27

Verde De Feria, Misa Por los familiares y amigos MR, p. 1152 (1144) / Lecc. II, p. 944

Otros santos: Evaristo I, IV papa y mártir. Beatos: Bartolomé de Vicenza, presbítero de la Orden de Predicadores, obispo y fundador; Salvador Mollar Ventura, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores y mártir.

EL GRANO DE MOSTAZA
Ef 5,21-33; Lc 13,18-21

Este par de parábolas comparten entre sí un par de rasgos, de un lado está su similitud en cuanto al mensaje y del otro aparece su brevedad. Son un par de perlas pequeñas y brillantes. El mensaje común a ambas tiene que ver con el tema de la intensidad y el ritmo de los cambios. El reino de Dios es un cambio verdaderamente trascendental que modifica tanto las actitudes personales, como los usos sociales y las prácticas económicas. La vida entera del creyente queda modificada al momento de entrar en el reinado de Dios y dejar el reinado de los poderes mundanos. Esa transformación espiritual no es parecida a un terremoto o un huracán. Es un cambio eficaz pero discreto, es una verdadera renovación que va modificando pausada pero genuinamente la vida de las personas. Levadura y grano de mostaza apuntan a cambios lentos y duraderos.

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 121, 6. 8

Digan de todo corazón: Jerusalén, que haya paz entre aquellos que te aman. Por mis hermanos y compañeros voy a decir: la paz contigo.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que, por gracia del Espíritu Santo, infundiste en los corazones de tus fieles los dones de tu amor, concede a tus siervos, por quienes imploramos tu clemencia, la salud de cuerpo y alma, para que te amen con todas sus fuerzas y cumplan con amor lo que es de tu agrado. Por nuestro Señor Jesucristo ...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Éste es un gran misterio, y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.

De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 5, 21-33

Hermanos: Respétense unos a otros, por reverencia a Cristo: que las mujeres respeten a sus maridos, como si se tratara del Señor, porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza y salvador de la Iglesia, que es su cuerpo. Por lo tanto, así como la Iglesia es dócil a Cristo, así también las mujeres sean dóciles a sus maridos en todo.
Maridos, amen a sus esposas como Cristo amó a su Iglesia y se entregó por ella para santificarla, purificándola con el agua y la palabra, pues él quería presentársela a sí mismo toda resplandeciente, sin mancha ni arruga ni cosa semejante, sino santa e inmaculada.
Así los maridos deben amar a sus esposas, como cuerpos suyos que son. El que ama a su esposa se ama a sí mismo, pues nadie jamás ha odiado a su propio cuerpo, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia, porque somos miembros de su cuerpo.
Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne. Este es un gran misterio, y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.
En una palabra, que cada uno de ustedes ame a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete a su marido. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 127,1-2.3.4-5.
R/. Dichoso el que teme al Señor.

Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos: comerá del fruto de su trabajo, será dichoso, le irá bien. R/.
Su mujer, como vid fecunda, en medio de su casa; sus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de su mesa. R/.
Esta es la bendición del hombre que teme al Señor: "Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida". R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Mt 11, 25
R/. Aleluya, aleluya.

Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.

EVANGELIO

Creció la semilla y se convirtió en un arbusto.

Del santo Evangelio según san Lucas: 13,18-21

En aquel tiempo, Jesús dijo: "¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿Con qué podré compararlo? Se parece a la semilla de mostaza que un hombre sembró en su huerta; creció y se convirtió en un arbusto grande y los pájaros anidaron en sus ramas".
Y dijo de nuevo: "¿Con qué podré comparar al Reino de Dios? Con la levadura que una mujer mezcla con tres medidas de harina y que hace fermentar toda la masa". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Apiádate, Señor, de tus siervos, por quienes ofrecemos este sacrificio de alabanza a tu majestad, para que, por efecto de estos santos misterios, obtengan la gracia de tu bendición celestial y alcancen la gloria de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 12, 50

Todo el que cumple la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Al recibir este divino sacramento, te rogamos, Señor, que a tus siervos, a quienes les concediste que nos amen, les des el perdón de sus pecados, tu consuelo en la vida y tu constante protección, para que, sirviéndote todos con un mismo corazón, podamos gozar juntos de la visión de tu rostro. Por Jesucristo, nuestro Señor.