VIERNES 25
Verde / Rojo De Feria, Misa Votiva del misterio de la Santa Cruz MR, pp. 1172 (727) / Lecc. II, p. 832
Otros santos: Sergio de Radonech, abad; Cleofás, discípulo del Señor. Beato Marcos Criado, presbítero de la Orden de la Santísima Trinidad y mártir.
UN TIEMPO PARA CADA COSA
Ecli 3, 1-11; Lc 9, 18-22
La habilidad para discernir el tiempo oportuno no está repartida con equidad. A riesgo de equivocarme afirmo que escasean las personas sensatas que consiguen comprender el misterio de la brevedad de la vida. Muchos años no son garantía de vida plena, como tampoco muchas riquezas aseguran el logro de la felicidad. Quien consiga descifrar el sentido profundo de este himno poético que canta el valor de la oportunidad y reconoce a la vez, la brevedad de la vida aprenderá a transitar por una existencia más dichosa. Con frecuencia queremos eternizar los episodios dichosos y gratos de la vida, pero nos resulta imposible. El escritor latino lo sentenció tajantemente diciendo "que el tiempo envidioso huye". Quien no lo entiende termina por vivir en una nostalgia estéril y frustrante. Quien lo comprende, aprende a disfrutar lo vivido y a valorar serenamente su corta existencia.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Ga 6,14)
Que nuestro único orgullo sea la Cruz de nuestro Señor Jesucristo, porque en él tenemos la salvación, la vida y la resurrección, y por él hemos sido salvados y redimidos.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que quisiste que tu Unigénito sufriera la cruz para salvar al género humano, concédenos que quienes conocimos su misterio en la tierra, merezcamos alcanzar en el cielo el premio de su redención. Por nuestro Señor Jesucristo..
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Hay un tiempo para cada cosa.
Del libro del Eclesiastés (Cohélet): 3, 1-11
Hay un tiempo para cada cosa y todo lo que hacemos bajo el sol tiene su tiempo. Hay un tiempo para nacer y otro para morir; uno para plantar y otro para arrancar lo plantado. Hay un tiempo para matar y otro para curar; uno para destruir y otro para edificar. Hay un tiempo para llorar y otro para reír; uno para gemir y otro para bailar. Hay un tiempo para lanzar piedras y otro para recogerlas; uno para abrazarse y otro para separarse. Hay un tiempo para ganar y otro para perder; uno para retener y otro para desechar. Hay un tiempo para rasgar y otro para coser; uno para callar y otro para hablar. Hay un tiempo para amar y otro para odiar; uno para hacer la guerra y otro para hacer la paz.
¿Qué provecho saca el que se afana en su trabajo? He observado todas las tareas que Dios ha encomendado a los hombres para que en ellas se ocupen. Todo lo ha hecho Dios a su debido tiempo y le ha dado el mundo al hombre para que reflexione sobre él; pero el hombre no puede abarcar las obras de Dios desde el principio hasta el fin.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 143, 1 a. 2abc. 3-4.
R/. Bendito sea el Señor, mi fortaleza.
Bendito sea el Señor, mi roca firme; él adiestró mis manos y mis dedos para luchar en lides. R/.
Él es mi amigo fiel, mi fortaleza, mi seguro escondite, escudo en que me amparo, el que los pueblos a mis plantas rinde. R/.
Señor, ¿qué tiene el hombre para que en él te fijes? ¿Qué hay en él de valor, para que así lo estimes? El hombre es como un soplo; sus días, como sombra que se extingue. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Me 10, 45
R/. Aleluya, aleluya.
El Hijo del hombre vino a servir y a dar su vida por la redención de todos. R/.
EVANGELIO
Tú eres el Mesías de Dios. - Es necesario que el Hijo del hombre sufra mucho.
Del santo Evangelio según san Lucas: 9, 18-22
Un día en que Jesús, acompañado de sus discípulos, había ido a un lugar solitario para orar, les preguntó: "¿Quién dice la gente que soy yo?". Ellos contestaron: "Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; y otros, que alguno de los antiguos profetas, que ha resucitado".
Él les dijo: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?". Respondió Pedro: "El Mesías de Dios". Entonces Jesús les ordenó severamente que no lo dijeran a nadie. Después les dijo: "Es necesario que el Hijo del hombre sufra mucho, que sea rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que sea entregado a la muerte y que resucite al tercer día". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te rogamos, Señor, que este sacrificio, que en altar de la cruz borró el pecado del mundo entero, nos purifique de todas nuestras ofensas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 12, 32
Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor nuestro, Jesucristo, fortalecidos con este alimento santo, te pedimos que conduzcas a la gloria de tu resurrección a quienes redimiste por el madero vivificante de la Cruz. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.