VIERNES 21
Blanco Memoria de San Pío X, papa MR, pp. 815 (805) Y 941 (933) / Lecc. II, p. 714
Otros santos: Beatos: Bruno Zembol, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores y mártir; Victoria Rasoamanarivo, viuda y princesa de Madagascar.
Se impuso, siendo Papa, por su sencillez y su vigor. Con mano firme gobernó la Iglesia en una época en que ésta debía hacer frente a un laicismo virulento y a posiciones extremadamente radicales sobre conocimientos teológicos y bíblicos. El Papa invitó a los cristianos a participar activamente en la liturgia y los atrajo a las fuentes de la vida (1835-1914).
DOS EN UNO
Ez 37, 1-14; Mt 22, 34-40
Los relatos evangélicos están salpicados de controversias y discusiones entre el Señor Jesús y los intelectuales de su tiempo. Fariseos, escribas y saduceos se asumían a sí mismo como los genuinos intérpretes de la voluntad de Dios. Su misión consistía en actualizar las exigencias de la alianza hecha entre Dios e Israel en las circunstancias cambiantes del presente. En esta escena los piadosos fariseos pretenden arrinconar a Jesús, preguntándole por el mandamiento central. Habiendo cientos de mandatos, era indispensable establecer una jerarquía. La respuesta genial del Maestro de Nazaret consiste en vincular indisolublemente el amor a Dios con el amor al prójimo. Antes y después de este par, no existen normas ni mandatos más importantes.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sir 50, 1; 44, 16. 22
Éste es el sacerdote eterno que agradó a Dios en sus días: y por eso el Señor le prometió engrandecerlo en medio de su pueblo con un juramento solemne.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que, para defender la fe católica e instaurar todas las cosas en Cristo, colmaste al Papa san Pío décimo de sabiduría celestial y fortaleza apostólica, concede, benigno, que, siguiendo sus enseñanzas y ejemplos, alcancemos la recompensa eterna. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
El Señor infundirá su espíritu a los huesos secos y revivirán.
Del libro del profeta Ezequiel: 37, 1-14
En aquellos días, la mano del Señor se posó sobre mí, y su espíritu me trasladó y me colocó en medio de un campo lleno de huesos. Me hizo dar vuelta en torno a ellos. Había una cantidad innumerable de huesos sobre la superficie del campo y estaban completamente secos.
Entonces el Señor me preguntó: "Hijo de hombre, ¿podrán acaso revivir estos huesos?". Yo respondí: "Señor, tú lo sabes". Él me dijo: "Habla en mi nombre a estos huesos y diles: 'Huesos secos, escuchen la Palabra del Señor. Esto dice el Señor Dios a estos huesos: He aquí
que yo les infundiré el espíritu y revivirán. Les pondré nervios, haré que les brote carne, la cubriré de piel, les infundiré el espíritu y revivirán. Entonces reconocerán ustedes que yo soy el Señor' ".
Yo pronuncié en nombre del Señor las palabras que él me había ordenado, y mientras hablaba, se oyó un gran estrépito, se produjo un terremoto y los huesos se juntaron unos con otros. Y vi cómo les iban saliendo nervios y carne y cómo se cubrían de piel; pero no tenían espíritu. Entonces me dijo el Señor: "Hijo de hombre, habla en mi nombre al espíritu y dile: 'Esto dice el Señor: Ven, espíritu, desde los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos, para que vuelvan a la vida' ".
Yo hablé en nombre del Señor, como él me había ordenado. Vino sobre ellos el espíritu, revivieron y se pusieron de pie. Era una multitud innumerable. El Señor me dijo: "Hijo de hombre: Estos huesos son toda la casa de Israel, que ha dicho: 'Nuestros huesos están secos;
pereció nuestra esperanza y estamos destrozados'. Por eso, habla en mi nombre y diles: 'Esto dice el Señor: Pueblo mío, yo mismo abriré sus sepulcros, los haré salir de ellos y los conduciré de nuevo a la tierra de Israel. Cuando abra sus sepulcros y los saque de ellos, pueblo mío, ustedes dirán que yo soy el Señor. Entonces les infundiré mi espíritu y vivirán, los estableceré en su tierra y ustedes sabrán que yo, el Señor, lo dije y lo cumplí' ". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 106, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9.
R/. Demos gracias a Dios, porque nos ama.
Que lo confiesen los redimidos por el Señor, los que él rescató de la mano del enemigo, los que reunió de todos los países, de norte y sur, de oriente y occidente. R/.
Andaban errantes por un desierto solitario, no encontraban el camino de ningún poblado; sufrían hambre y sed, se les iba agotando la vida. R/.
Pero gritaron al Señor en su angustia, y los arrancó de la tribulación. Los guio por un camino derecho para que llegaran a un poblado. R/.
Demos gracias a Dios porque nos ama, por las maravillas que hace con los hombres. El calmó la sed de los sedientos y a los hambrientos los llenó de bienes. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Sal 24, 4. 5
R/. Aleluya, aleluya.
Descúbrenos, Señor, tus caminos y guíanos con la verdad de tu doctrina. R/.
EVANGELIO
Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo.
Del santo Evangelio según san Mateo: 22, 34-40
En aquel tiempo, habiéndose enterado los fariseos de que Jesús había dejado callados a los saduceos, se acercaron a él. Uno de ellos, que era doctor de la ley, le preguntó para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la ley?".
Jesús le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el más grande y el primero de los mandamientos. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se fundan toda la ley y los profetas". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, por tu bondad, los dones que te presentamos, para que, dóciles a las enseñanzas de san Pío, Papa, celebremos con dignidad estos santos misterios y los recibamos con espíritu de fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 10. 11
El buen Pastor da la vida por sus ovejas.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al celebrar la memoria del Papa san Pío, te rogamos, Señor Dios nuestro, que, por la eficacia de este banquete celestial, lleguemos a ser constantes en la fe y vivamos concordes en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.