JUEVES 20
Blanco Memoria de San Bernardo, abad y doctor de la Iglesia MR, p. 814 (804) / Lecc. II, p. 710
Otros santos: María de Mattías, virgen y fundadora. Beato Georg (Jorge) Hafner, presbítero y mártir.
Este célebre y emprendedor monje de la abadía de Clara val (Francia) fue un incansable hombre de acción, combinado con un contemplativo, para quien todo se resume en el amor. Consejero de reyes y Papas, predicó la Cruzada y buscó con ansia la soledad para dedicarse en ella a la oración y penitencia, y acercarse así al misterio de Dios (1090-1153).
UN CORAZÓN NUEVO
Ez 36,23-28; Mt 22, 1-14
Con la imagen poética del corazón se designa en la tradición bíblica al centro más íntimo de la persona. Cuando Ezequiel habla de la urgencia de despojarnos del corazón de piedra, está afirmando la urgencia de realizar una profunda renovación interior. Un antiguo salmo penitencial acertó en atribuir dicha acción a la intervención divina: "Oh Dios, crea en mi un corazón puro". La regeneración del corazón humano es imposible de lograr sin el auxilio divino. Desde esa perspectiva podemos interpretar el detalle del vestido de bodas de que nos habla el Evangelio de san Mateo. Si bien el anfitrión no exige condición alguna para participar del banquete, es necesario vivir con una nueva actitud y disposición. Dios cambia
nuestro corazón, pero es necesario que nos exijamos vivir congruentemente con nuestra nueva dignidad de discípulos de Jesucristo.
ANTÍFONA DE ENTRADA
El Señor colmó a san Bernardo con espíritu de inteligencia, para que transmitiera al pueblo de Dios las riquezas de la doctrina.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que encendiste al abad san Bernardo con el celo por tu casa e hiciste de él una lámpara que brillaba y ardía en tu Iglesia, concédenos por su intercesión que, animados por ese mismo espíritu, caminemos siempre como hijos de la luz. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Les daré un corazón nuevo y les infundiré un espíritu nuevo.
Del libro del profeta Ezequiel: 36, 23-28
Esto dice el Señor: "Yo mismo mostraré la santidad de mi nombre excelso, que ustedes profanaron entre las naciones. Entonces ellas reconocerán que yo soy el Señor, cuando por medio de ustedes les haga ver mi santidad. Los sacaré de entre las naciones, los reuniré de todos los países y los llevaré a su tierra. Los rociaré con agua pura y quedarán purificados; los purificaré de todas sus inmundicias e idolatrías.
Les daré un corazón nuevo y les infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de ustedes el corazón de piedra y les daré un corazón de carne. Les infundiré mi espíritu y los haré vivir según mis preceptos, y guardar y cumplir mis mandamientos. Habitarán en la tierra que di a sus padres; ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 50,12-13.14-15.18-19.
R/. Crea en mí, Señor, un corazón puro.
Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti, ni retires de mí tu santo espíritu. R/.
Devuélveme tu salvación, que regocija, mantén en mí un alma generosa. Enseñaré a los descarriados tus caminos y volverán a ti los pecadores. R/.
Tú, Señor, no te complaces en los sacrificios y si te ofreciera un holocausto, no te agradaría. Un corazón contrito te presento, y a un corazón contrito, tú nunca lo desprecias. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Sal 94, 8
R/. Aleluya, aleluya.
Hagámosle caso al Señor que nos dice: No endurezcan su corazón. R/.
EVANGELIO
Conviden al banquete de bodas a todos los que encuentren.
Del santo Evangelio según san Mateo: 22, 1-14
En aquel tiempo, volvió Jesús a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo: "El Reino de los cielos es semejante a un rey que preparó un banquete de bodas para su hijo. Mandó a sus criados que llamaran a los invitados, pero éstos no quisieron ir.
Envió de nuevo a otros criados que les dijeran: 'Tengo preparado el banquete; he hecho matar mis terneras y los otros animales gordos; todo está listo. Vengan a la boda'. Pero los invitados no hicieron caso. Uno se fue a su campo, otro a su negocio y los demás se les echaron encima a los criados, los insultaron y los mataron. Entonces el rey se llenó de cólera y mandó sus tropas, que dieron muerte a aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad.
Luego les dijo a sus criados: 'La boda está preparada; pero los que habían sido invitados no fueron dignos. Salgan, pues, a los cruces de los caminos y conviden al banquete de bodas a todos los que encuentren'. Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala del banquete se llenó de convidados.
Cuando el rey entró a saludar a los convidados, vio entre ellos a un hombre que no iba vestido con traje de fiesta y le preguntó: 'Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de fiesta?'. Aquel hombre se quedó callado. Entonces el rey dijo a los criados: 'Atenlo de pies y manos y arrójenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y la desesperación'. Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te ofrecemos, Señor, este sacramento de unidad y de paz al conmemorar a san Bernardo, abad, que brilló por su palabra y sus obras, y promovió con firmeza la concordia y el orden de tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 15, 9
Así como el Padre me ha amado a mí, así yo los he amado a ustedes, dice el Señor; permanezcan, pues, en mi amor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta comunión que hemos recibido, Señor, en la celebración de san Bernardo, produzca su fruto en nosotros, para que, movidos por su ejemplo e instruidos por sus enseñanzas, nos encienda en el amor de tu Verbo encarnado. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.