AGOSTO 2020
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DOMINGO 2

Nuestra Señora de los Ángeles

Verde Domingo XVIII del Tiempo Ordinario (MR, p. 432 (428) / Lecc, II, p. 42 LH, 2a. Semana

Otros santos: Pedro Julián Eymard, presbítero de la Compañía de María y fundador; Eusebio de Vercelli, presbítero, obispo y mártir

ESCÚCHENME y VIVIRÁN
Jer 26,11-16.24; Mt 14,1-12


Las promesas de bendición que comunica el profeta Isaías en la primera lectura se cumplen de manera germinal en la escena de la multiplicación de los panes. Para Isaías no hay incertidumbre alguna acerca de los beneficios que acarrea mantener una relación de escucha y fidelidad con Dios. La alianza entre Dios e Israel implica compromisos mutuos. Dios protege y bendice a los hijos de Israel y éstos se disponen a vivir como oyentes de la palabra de Dios. Es una relación elegida entre un Señor y un siervo. Es una relación asimétrica entre el Señor de la historia y la criatura que se sabe y se siente amada por Dios. Las comidas que Jesús ofrecía a sus discípulos, lo mismo que las que éstos le ofrecían a él, eran señales de la comunión de vida y amor que se suscitaba entre los seguidores y el Maestro. La nueva familia brotaba de vínculos de fe y se fortalecía en la convivencia cálida y fraterna.

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 69, 2. 6

Dios mío, ven en mi ayuda; Señor, date prisa en socorrerme. Tú eres mi auxilio y mi salvación; Señor, no tardes.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Ayuda, Señor, a tus siervos, que imploran tu continua benevolencia, y ya que se glorían de tenerte como su creador y su guía, renueva en ellos tu obra creadora y consérvales los dones de tu redención. Por nuestro Señor Jesucristo ...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Vengan a comer.

Del libro del profeta Isaías: 55, 1-3

Esto dice el Señor: "Todos ustedes, los que tienen sed, vengan por agua; y los que no tienen dinero, vengan, tomen trigo y coman; tomen vino y leche sin pagar.
¿Por qué gastar el dinero en lo que no es pan y el salario, en lo que no alimenta?
Escúchenme atentos y comerán bien, saborearán platillos sustanciosos. Préstenme atención, vengan a mí, escúchenme y vivirán. Sellaré con ustedes una alianza perpetua, cumpliré las promesas que hice a David". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 144, 8-9. 15-16. 17-18.
R/. Abres, Señor, tu mano y nos sacias de favores.

El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende a todas sus creaturas. R/.
A ti, Señor, sus ojos vuelven todos y tú los alimentas a su tiempo. Abres, Señor, tus manos generosas y cuantos viven quedan satisfechos. R/.
Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de amor todas sus obras. No está lejos de aquellos que lo buscan; muy cerca está el Señor, de quien lo invoca. R/.

SEGUNDA LECTURA

Nada podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús.

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 8, 35. 37-39

Hermanos: ¿Qué cosa podrá apartarnos del amor con que nos ama Cristo? ¿Las tribulaciones? ¿Las angustias? ¿La persecución? ¿El hambre? ¿La desnudez? ¿El peligro? ¿La espada?
Ciertamente de todo esto salimos más que victoriosos, gracias a aquel que nos ha amado; pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni el presente ni el futuro, ni los poderes de este mundo, ni lo alto ni lo bajo, ni creatura alguna podrá apartarnos del amor que nos ha manifestado Dios en Cristo Jesús. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 4
R/. Aleluya, aleluya.

No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios. R/.

EVANGELIO

Comieron todos hasta saciarse.

Del santo Evangelio según san Mateo: 14, 13-21

En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan el Bautista, subió a una barca y se dirigió a un lugar apartado y solitario. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. Cuando Jesús desembarcó, vio aquella muchedumbre, se compadeció de ella y curó a los enfermos.
Como ya se hacía tarde, se acercaron sus discípulos a decirle: "Estamos en despoblado y empieza a oscurecer. Despide a la gente para que vayan a los caseríos y compren algo de comer". Pero Jesús les replicó: "No hace falta que vayan. Denles ustedes de comer", Ellos le contestaron: "No tenemos aquí más que cinco panes y dos pescados". Él les dijo: "Tráiganmelos".
Luego mandó que la gente se sentara sobre el pasto. Tomó los cinco panes y los dos pescados, y mirando al cielo, pronunció una bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos para que los distribuyeran a la gente. Todos comieron hasta saciarse, y con los pedazos que habían sobrado, se llenaron doce canastos. Los que comieron eran unos cinco mil hombres, sin contar a las mujeres y a los niños. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Se dice Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL

Invoquemos, hermanos, a Dios Padre, pidámosle que escuche nuestras oraciones y roguémosle con fe que venga en auxilio de nuestras necesidades, digamos confiadamente: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Oremos por el Papa Francisco, por nuestro obispo N., por todos los obispos y sacerdotes, para que el Señor los haga santos y les conceda el espíritu de sabiduría a fin de que proclamen con rectitud la verdadera palabra. Roguemos al Señor.
Oremos por los que están lejos de sus hogares, por los viajeros, por los que se encuentran en peligro, para que el Señor les conceda un ángel que los proteja y los aleje de todo mal. Roguemos al Señor.
Oremos por los hombres de todos los pueblos y de todas las religiones, para que el Señor les revele su bondad y dirija su camino hacia el conocimiento de la verdad plena. Roguemos al Señor.
Oremos por nuestros hermanos que han muerto en el Señor; que Dios perdone sus pecados, acoja sus almas junto a él y los conduzca al lugar del descanso, de la luz y de la paz. Roguemos al Señor.
Señor Dios, que con el ejemplo de compasión de tu Hijo hacia los pobres y los que sufren nos manifiestas tu amor de Padre, escucha nuestras oraciones y haz que el pan que tu providencia multiplica, nuestra caridad lo reparta, y que la participación de tus sacramentos nos abra siempre al diálogo y al servicio de los necesitados.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Santifica, Señor, por tu piedad, estos dones y al recibir en oblación este sacrificio espiritual, conviértenos para ti en una perenne ofrenda. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sb 16, 20

Nos has enviado, Señor, pan del cielo, que encierra en sí toda delicia, y satisface todos los gustos.

O bien: Jn 6, 35

Yo soy el pan de vida, dice el Señor. Quien venga a mí no tendrá hambre, y quien crea en mí no tendrá sed.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Acompaña, Señor, con tu permanente auxilio, a quienes renuevas con el don celestial, y a quienes no dejas de proteger, concédeles ser cada vez más dignos de la eterna redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- La seguridad alimentaria, la seguridad energética, la seguridad personal. Un paquete de certezas en favor de una vida digna para todos. Una población mundial que no para de crecer, una disponibilidad de alimentos incierta. El agua y el aire limpio que escasean a causa de un estilo de vida marcadamente consumista. Los relatos que nos hablan del vínculo entre la fe y el pan abundante no pueden desconectarse de nuestras preocupaciones cotidianas. Dios nos ama sin condiciones, nos bendice generosamente, pero no nos exenta de cumplir solidariamente con nuestras responsabilidades en relación con el reparto solidario de los alimentos, ni tampoco de nuestra obligación de cuidar y pastorear la Casa común. El manejo responsable de la creación, la sensibilidad hacia los necesitados son algunas de las exigencias mínimas que debemos cumplir para seguirnos beneficiando de la bendición divina.