AGOSTO 2020
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MIÉRCOLES 19

Verde / Rojo / Blanco De Feria o Beatos Pedro Zúñiga y Luis Flores, presbíteros y mártires, (En la República Mexicana) o San Juan Eudes, presbítero* MR, pp. 813 (803) Y 937 (929) / Lecc. II p. 705

Otros santos: Ezequiel Moreno, presbítero de la Orden de los Recoletos de San Agustín y obispo.

Pedro Zúñiga nació en Sevilla. Su padre fue virrey de la Nueva España y del Perú. Al terminar sus estudios sacerdotales en la Orden de San Agustín. fue enviado a Manila, en 1610. Luis Flores nació en Amberes (Bélgica). En la Ciudad de México entró en la Orden de Santo Domingo, y en 1598 pasó a las Islas Filipinas. Los dos, Pedro y Luis, intentaron llegar hasta el Japón, disfrazados, en una pequeña barca, pero fueron descubiertos y entregados a un cacique japonés, que los mandó matar a fuego lento.

DEL MÉRITO A LA GRATUIDAD
Ez 34,1-11; Mt 20,1-16

Entre Ezequiel y san Mateo podemos apreciar un salto enorme en cuanto a la forma de comprender la relación del creyente con Dios. El profeta Ezequiel condena a los pastores de Israel, por su abuso de poder. No tienen méritos que los justifiquen delante de Dios. No defienden a los débiles y pierden su autoridad. Desde el paradigma del mérito quedan reprobados. En el relato evangélico advertimos el empleo de otro paradigma, el de la bondadosa gratuidad de Dios. Sin menospreciar el valor de la justicia, el propietario de la viña se desborda recompensando con creces a los jornaleros de la última hora. El énfasis de la narración pretendía revertir la situación de marginación y desesperanza en que vivían los pobres y las mujeres enfermas en Israel. No necesitaban tener méritos, Dios los amaba sin exigencia alguna, gratuitamente.

ANTÍFONA DE ENTRADA

Sólo nos gloriaremos en la cruz de nuestro Señor Jesucristo. El mensaje de la cruz es fuerza de Dios para nosotros, porque hemos sido salvados.

ORACIÓN COLECTA

Señor nuestro Jesucristo, que llenas de fortaleza para conseguir el triunfo a quienes predican fielmente tu nombre, concédenos, por los méritos de los beatos mártires Pedro Zúñiga y Luis Flores, perseverar con firmeza en la fe y, después de una vida llena de buenas obras, alcanzar la vida eterna. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Les arrancaré mis ovejas de la boca y no se las volverán a comer.

Del libro del profeta Ezequiel: 34, 1-11

En aquellos días, el Señor me habló y me dijo: "Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel y diles: 'Esto dice el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿No deben los pastores apacentar a las ovejas? Pero ustedes se toman la leche de ellas, se visten con su lana, sacrifican las ovejas mejor alimentadas y no apacientan al rebaño. No fortalecen a las ovejas débiles, no curan a las enfermas ni cuidan a las que están heridas. No hacen volver a las descarriadas ni buscan a las perdidas, sino que las dominan con crueldad y violencia.
Mis ovejas se han dispersado por falta de pastor y se han convertido en presa de todos los animales salvajes. Mi rebaño anda errante por todas partes, por los montes y las colinas; mi rebaño anda disperso por toda la superficie de la tierra y no hay nadie que se preocupe de él, nadie que lo busque'.
Por eso, pastores, escuchen la palabra del Señor: 'Mi rebaño ha sido expuesto al pillaje y se ha convertido en presa de todos los animales salvajes por falta de pastor, pues mis pastores no se preocupan por mi rebaño; se apacientan a sí mismos y no apacientan a mi rebaño'.
Por eso, pastores, escuchen la palabra del Señor: 'Lo juro por mi vida: Me voy a enfrentar a los pastores para reclamarles mis ovejas y destituirlos de su cargo. Los pastores ya no volverán a apacentarse a sí mismos. Les arrancaré mis ovejas de la boca y no se las volverán a comer'. Esto dice el Señor: 'Yo mismo buscaré a mis ovejas y las cuidaré' ". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 22, 1-3a. 3b-4. 5. 6.
R/. El Señor es mi pastor, nada me faltará.

El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas. R/.
Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero recto; así, aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú estás conmigo. Tu vara y tu cayado me dan seguridad. R/.
Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes. R/.
Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin término. R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Hb 4, 12
R/. Aleluya, aleluya.

La palabra de Dios es viva y eficaz y descubre los pensamientos e intenciones del corazón. R/.

EVANGELIO

¿Vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?

Del santo Evangelio según san Mateo: 20, 1-16

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: "El Reino de los cielos es semejante a un propietario que, al amanecer, salió a contratar trabajadores para su viña. Después de quedar con ellos en pagarles un denario por día, los mandó a su viña. Salió otra vez a media mañana, vio a unos que estaban ociosos en la plaza y les dijo: 'Vayan también ustedes a mi viña y les pagaré lo que sea justo'.
Salió de nuevo a medio día y a media tarde e hizo lo mismo. Por último, salió también al caer la tarde y encontró todavía a otros que estaban en la plaza y les dijo: '¿Por qué han estado aquí todo el día sin trabajar?'. Ellos le respondieron: 'Porque nadie nos ha contratado'. El les dijo: 'Vayan también ustedes a mi viña'.
Al atardecer, el dueño de la viña le dijo a su administrador: 'Llama a los trabajadores y págales su jornal, comenzando por los últimos hasta que llegues a los primeros'. Se acercaron, pues, los que habían llegado al caer la tarde y recibieron un denario cada uno.
Cuando les llegó su turno a los primeros, creyeron que recibirían más; pero también ellos recibieron un denario cada uno. Al recibirlo, comenzaron a reclamarle al propietario, diciéndole: 'Esos que llegaron al último sólo trabajaron una hora, y sin embargo, les pagas lo mismo que a nosotros, que soportamos el peso del día y del calor'.
Pero él respondió a uno de ellos: 'Amigo, yo no te hago ninguna injusticia. ¿Acaso no quedamos en que te pagaría un denario? Toma, pues, lo tuyo y vete. Yo quiero darle al que llegó al último lo mismo que a ti. ¿Qué no puedo hacer con lo mío lo que yo quiero? ¿O vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?'. De igual manera, los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Al venerar la pasión de tus mártires Pedro Zúñiga y Luis Flores, concédenos, Señor, por este sacrificio, anunciar dignamente la muerte de tu Unigénito, el cual no sólo ha animado con su palabra a los mártires, sino que los ha fortalecido con su ejemplo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 5, 10

Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados, Señor, con el manjar celestial, te suplicamos humildemente que, a ejemplo de los beatos Pedro Zúñiga y Luis Flores, llevemos en nuestro corazón las señales del amor y de los sufrimientos de tu Hijo y gocemos siempre del fruto de la paz eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

O bien:

San Juan Eudes, presbítero MR, p. 813 (803)

Pasó casi toda su vida en la ciudad de Caen, (Francia). Sus actividades fueron muy variadas. Fundó un instituto para la rehabilitación de las pobres mujeres de la calle; después, otra congregación para la formación de los sacerdotes en los seminarios y, finalmente, trabajo en difundir el culto al Corazón de Jesús y al Corazón de María, con el objeto de restablecer "la vida y el reinado de Jesús en las almas cristianas" (1601-1680).

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que admirablemente elegiste a san Juan Eudes, presbítero, para que anunciara las insondables riquezas de Cristo, concédenos, por sus enseñanzas y ejemplos, crecer en tu conocimiento y vivir en fidelidad, conforme a la luz del Evangelio. Por nuestro Señor Jesucristo ...