DOMINGO 16
Verde XX Domingo Ordinario [Se omite la Memoria del Beato Bartolomé Laurel, mártir] MR, p. 434 (430) / Lecc. II, p. 47 LH, 4a semana del Salterio.
Otros santos: Esteban de Hungría, rey; Roque de Montpellier, peregrino.
UNA CONFIANZA FUERA DE SERIE
Is 56, l. 6-7; Rom 11,13-15.29-32; Mt 15,21-28
El tema de la inclusión de todos los pueblos dentro de la asamblea de Israel está presente tanto en el libro de Isaías como en el pasaje evangélico. En el primer texto aparece como una promesa condicionada e imprecisa: los extranjeros que vivan entregados a Dios, cumpliendo su alianza, serán admitidos como miembros de plenos derechos en la asamblea santa. El templo de Jerusalén ya no estará reservado para los hijos de Abrahán, en el futuro Dios incluirá a hombres y mujeres de distintas razas y lenguas. Ese proyecto no logró concretarse de manera sencilla. Aún en el primer siglo, los extranjeros tenían impedido el acceso al atrio del Santuario de Jerusalén. La insistencia y la confianza de una mujer cananea consiguió doblegar la cerrazón inicial del Señor Jesús. Esta mujer anónima ensanchó la mentalidad relativamente exclusivista de Jesús y sus discípulos.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 83, 10-11
Dios, protector nuestro, mira el rostro de tu Ungido. Un solo día en tu casa es más valioso, que mil días en cualquier otra parte.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que has preparado bienes invisibles para los que te aman, infunde en nuestros corazones el anhelo de amarte, para que, amándote en todo y sobre todo, consigamos tus promesas, que superan todo deseo. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Conduciré a los extranjeros a mi monte santo.
Del libro del profeta Isaías: 56, 1. 6-7
Esto dice el Señor: "Velen por los derechos de los demás, practiquen la justicia, porque mi salvación está a punto de llegar y mi justicia a punto de manifestarse.
A los extranjeros que se han adherido al Señor para servirlo, amarlo y darle culto, a los que guardan el sábado sin profanarlo y se mantienen fieles a mi alianza, los conduciré a mi monte santo y los llenaré de alegría en mi casa de oración. Sus holocaustos y sacrificios serán gratos en mi altar, porque mi templo será casa de oración para todos los pueblos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 66, 2-3. 5. 6 Y 8.
R/. Que te alaben, Señor, todos los pueblos.
Ten piedad de nosotros y bendícenos; vuelve, Señor, tus ojos a nosotros. Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora. R/.
Las naciones con júbilo te canten, porque juzgas al mundo con justicia; con equidad tú juzgas a los pueblos y riges en la tierra a las naciones. R/.
Que te alaben, Señor, todos los pueblos, que los pueblos te aclamen todos juntos. Que nos bendiga Dios y que le rinda honor el mundo entero. R/.
SEGUNDA LECTURA
Dios no se arrepiente de sus dones ni de su elección.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 11, 13-15. 29-32
Hermanos: Tengo algo que decirles a ustedes, los que no son judíos, y trato de desempeñar lo mejor posible este ministerio. Pero esto lo hago también para ver si provoco los celos de los de mi raza y logro salvar a algunos de ellos. Pues, si su rechazo ha sido reconciliación para el mundo, ¿qué no será su reintegración, sino resurrección de entre los muertos? Porque Dios no se arrepiente de sus dones ni de su elección.
Así como ustedes antes eran rebeldes contra Dios y ahora han alcanzado su misericordia con ocasión de la rebeldía de los judíos, en la misma forma, los judíos, que ahora son los rebeldes y que fueron la ocasión de que ustedes alcanzarán la misericordia de Dios, también ellos la alcanzarán. En efecto, Dios ha permitido que todos cayéramos en la rebeldía, para manifestarnos a todos su misericordia. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Mt 4, 23
R/. Aleluya, aleluya.
Jesús predicaba la buena nueva del Reino y curaba a la gente de toda enfermedad. R/.
EVANGELIO
Mujer, ¡qué grande es tu fe!
Del santo Evangelio según san Mateo: 15, 21-28
En aquel tiempo, Jesús se retiró a la comarca de Tiro y Sidón. Entonces una mujer cananea le salió al encuentro y se puso a gritar: "Señor, hijo de David, ten compasión de mí. Mi hija está terriblemente atormentada por un demonio". Jesús no le contestó una sola palabra; pero los discípulos se acercaron y le rogaban: 'Atiéndela, porque viene gritando detrás de nosotros". Él les contestó: "Yo no he sido enviado sino a las ovejas descarriadas de la casa de Israel".
Ella se acercó entonces a Jesús y, postrada ante él, le dijo: "¡Señor, ayúdame!". Él le respondió: "No está bien quitarles el pan a los hijos para echárselo a los perritos".
Pero ella replicó: "Es cierto, Señor; pero también los perritos se comen las migajas que caen de la mesa de sus amos". Entonces Jesús le respondió: "Mujer, ¡qué grande es tu fe! Que se cumpla lo que deseas". Y en aquel mismo instante quedó curada su hija. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Presentemos, hermanos, nuestras súplicas al Señor y pidámosle que atienda a sus hijos, según las necesidades de cada uno de ellos, respondiendo: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Roguemos al Señor por quienes, a causa de su enfermedad, porque están el servicio de sus hermanos o por cualquier otro motivo, no han podido venir a celebrar con nosotros el domingo; a fin de que, ya que no pueden participar de la alegría de esta celebración, no se vean privados nunca del gozo del Señor. Roguemos al Señor.
Roguemos por los que ayudan a los pobres o hacen obras de misericordia en favor de sus hermanos, para que Dios premie abundantemente el bien que hacen, y lo que reparten a sus hermanos el Señor lo multiplique y lo convierta para ellos en premio de vida eterna. Roguemos al Señor.
Roguemos por los que están de viaje, por los que tienen que vivir fuera de su hogar o alejados de sus familiares y amigos, para que Dios los proteja de todo peligro, los ayude en sus dificultades y les conceda retornar, sanos y salvos, a sus hogares. Roguemos al Señor.
Roguemos finalmente por nosotros mismos, para que el Señor nos haga perseverar en la fe cristiana, nos ayude a conocer más y más el Evangelio de Cristo, fortalezca nuestra voluntad en el bien, nos guarde de todo mal y nos guarde de todo mal y nos conceda alcanzar la vida eterna. Roguemos al Señor.
Dios nuestro, que con el ejemplo de tu Hijo, manso y humilde de corazón, nos has manifestado tu designio de salvar a todos los hombres, escucha nuestras oraciones y revístenos de los mismos sentimientos de Cristo, para que, con nuestras obras y palabras, demos siempre testimonio de tu amor fiel. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, nuestros dones, con los que se realiza tan glorioso intercambio, para que, al ofrecerte lo que tú nos diste, merezcamos recibirte a ti mismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 129, 7
Con el Señor viene la misericordia, y la abundancia de su redención.
O bien: Jn 6, 51-52
Yo soy el pan vivo, que ha bajado del cielo, dice el Señor: quien coma de este pan, vivirá eternamente.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Unidos a Cristo por este sacramento, suplicamos humildemente, Señor, tu misericordia, para que, hechos semejantes a él aquí en la tierra, merezcamos gozar de su compañía en el cielo. El, que vive y reina por los siglos de los siglos.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-Todos los pueblos han vivido una experiencia particular de su encuentro con la divinidad. El lenguaje, los símbolos y los conceptos acerca de Dios han sido variados y hasta contradictorios entre las diversas religiones. Visiones politeístas junto a atisbos de monoteísmo por señalar dos enfoques mínimos. Este relato evangélico nos invita a creer que Dios no puede desentenderse de unos hijos para atender a otros. En cada circunstancia histórica se va manifestando Dios a sus creaturas. El Evangelio nos anima a superar los paradigmas excluyentes del pasado. Dios es un Padre amoroso que busca cariñosamente a todas las personas. Quienes reconocemos a Jesús como Señor y Mesías, entendemos que el camino cristiano es la opción que nos ha permitido tener acceso al rostro genuino de Dios; pero a la vez, comprendemos que por otros caminos extraños y misteriosos otras comunidades han accedido al misterio del Absoluto.