AGOSTO 2020
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JUEVES 13

Verde / Blanco / Rojo Feria, Misa Votiva de la Sagrada Eucaristía, o Santos Ponciano, papa e Hipólito, presbítero, mártires * MR, p. 1174 (1164) / Lecc. II, p. 680

Otros santos: Benildo Romançon, religioso del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.

MEZQUINDAD Y COMPASIÓN
Ez 12,1-12; Mt 18,21-19.1

La parábola del prestamista compasivo y del empleado ingrato y malagradecido es un retrato
impecable sobre la misericordia de Dios y la mezquindad humana. Estamos claramente ante una conducta inexplicable por irracional. El beneficiario del perdón tiene dos varas para actuar. Reclama compasión cuando se encuentra metido en aprietos y es incapaz de otorgarla cuando el que está en problemas es su prójimo. Más que dos personajes de carne y hueso, estamos ante dos tipos contrapuestos. Dios con su inagotable misericordia nos ha perdonado tantas veces nuestros pecados graves, que bien haríamos con ofrecer el perdón a los nuestros por sus pequeñas debilidades. En la vida familiar, en el ámbito de las relaciones laborales y en tantas otras situaciones podemos vivir en sintonía con este mensaje. Compadecernos de las urgencias del prójimo nos asemeja con el Padre amoroso.

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 77, 23-25

Abrió Dios las compuertas del cielo e hizo llover sobre ellos el maná para que lo comieran; les dio un trigo celeste, y el hombre comió pan de ángeles.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que llevaste a cabo la obra de la redención humana por el misterio pascual de tu Unigénito, concede, benigno, que quienes anunciamos llenos de fe por medio de los signos sacramentales, su muerte y resurrección, experimentemos un continuo aumento de tu salvación. Por nuestro Señor Jesucristo ...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Emigra en pleno día, ante la vista de todos.

Del libro del profeta Ezequiel: 12, 1-12

El Señor me habló y me dijo: "Hijo de hombre, vives en medio de un pueblo rebelde: tienen ojos para ver y no ven, oídos para oír y no oyen, porque son un pueblo rebelde.
Ahora, pues, hijo de hombre, prepara tus cosas como quien va al destierro y vete de día, ante la vista de todos, a ver si se dan cuenta de que son un pueblo rebelde. Arregla tus cosas como quien va al destierro, de día, ante la vista de todos y sal por la tarde, a la vista de todos, como salen los desterrados. Haz, a la vista de todos, un agujero en la pared y sal por ahí. Ante la vista de todos, échate tus cosas al hombro y sal en la oscuridad; cúbrete la cara para no ver el país, porque te he convertido en una señal para el pueblo de Israel".
Hice, pues, lo que el Señor me había ordenado: de día preparé mis cosas como quien va al destierro; por la tarde hice un agujero en la pared, con la mano, y salí en la oscuridad, con mis cosas al hombro, ante la vista de todos.
A la mañana siguiente, el Señor me habló y me dijo: "Hijo de hombre, ¿no te ha preguntado el pueblo de Israel, ese pueblo rebelde, qué era lo que estabas haciendo? Pues anúnciales: 'Esto dice el Señor: Estas palabras se refieren al príncipe que está en Jerusalén y a todo el pueblo de Israel, que vive en la ciudad'. Diles: 'Yo soy una señal para ustedes: lo que yo he hecho, eso harán con ustedes: irán cautivos al destierro y su príncipe, con sus cosas al hombro, saldrá en la oscuridad; perforarán una pared para que pueda salir y él se cubrirá la cara para no ver el país con sus ojos' ". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 77, 56-57. 58-59. 61-62.
R/. Perdona a tu pueblo, Señor.

Los israelitas provocaron al Dios altísimo y se rebelaron contra él, negándose a guardar sus preceptos. R/.
Desertaron y lo traicionaron, como sus padres, fallaron como un arco mal hecho. R/.
En sus colinas lo encolerizaban, con sus ídolos provocaban sus celos. Dios lo oyó y se indignó y rechazó totalmente a Israel. R/.
Mandó sus soldados al cautiverio y el arca de la alianza, a las manos enemigas; entregó su pueblo a la espada, encolerizado contra su heredad. R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Sal 118. 135
R/. Aleluya, aleluya.

Señor, mira benignamente a tus siervos y enséñanos a cumplir tus mandamientos. R/.

EVANGELIO

No te digo que perdones siete veces, sino hasta setenta veces siete.

Del santo Evangelio según san Mateo: 18, 21-19, 1

En aquel tiempo, Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: "Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonado? ¿Hasta siete veces?". Jesús le contestó: "No sólo hasta siete, sino hasta setenta veces siete".
Entonces Jesús les dijo: "El Reino de los cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus servidores. El primero que le presentaron le debía muchos millones. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él, a su mujer, a sus hijos y todas
sus posesiones, para saldar la deuda. El servidor, arrojándose a sus pies, le suplicaba, diciendo: 'Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo'. El rey tuvo lástima de aquel servidor, lo soltó y hasta le perdonó la deuda.
Pero, apenas había salido aquel servidor, se encontró con uno de sus compañeros, que le debía poco dinero. Entonces lo agarró por el cuello y casi lo estrangulaba, mientras le decía: 'Págame lo que me debes'. El compañero se le arrodilló y le rogaba: 'Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo'. Pero el otro no quiso escucharlo, sino que fue y lo metió en la cárcel hasta que le pagara la deuda. Al ver lo ocurrido, sus compañeros se llenaron de indignación y fueron a contarle al rey lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: 'Siervo malvado. Te perdoné toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también haber tenido compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?'. Y el señor, encolerizado, lo entregó a los verdugos para que no lo soltaran hasta que pagara lo que debía.
Pues lo mismo hará mi Padre celestial con ustedes si cada cual no perdona de corazón a su hermano". Cuando Jesús terminó de hablar, salió de Galilea y fue a la región de Judea que queda al otro lado del Jordán. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, al celebrar el memorial de nuestra salvación, imploramos humildemente tu clemencia, a fin de que este sacramento de amor sea para nosotros signo de unidad y vínculo de caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 6, 51-52

Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor. El que coma de este pan vivirá Eternamente. Y el pan que yo les voy a dar es mi carne, para que el mundo tenga vida.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Dios nuestro, que la participación en este banquete celestial nos santifique, de modo que, por la recepción del Cuerpo y la Sangre de Cristo, se estreche entre nosotros la unión fraterna. El, que vive y reina por los siglos de los siglos.

O bien:

Santos Ponciano, papa e Hipólito, presbítero, mártires MR, pp. 807 (795) Y 925 (917)

El sacerdote romano Hipólito, teólogo de renombre, se había constituido como cabeza de una comunidad disidente (217). Durante la persecución de Maximino. fue deportado a Cerdeña con el Papa Ponciano, donde se reconcilió con la Iglesia (235). Sometidos a trabajos forzados, ambos murieron como mártires de Cristo. Se celebran el día de hoy, porque en este día sus restos fueron trasladados a Roma.

ANTÍFONA DE ENTRADA

Ahora gozan en el cielo las almas de los santos, que siguieron en la tierra las huellas de Cristo; y, porque lo amaron hasta derramar su sangre por él, con Cristo se gozan eternamente.

ORACIÓN COLECTA

Señor, que la preciosa paciencia de tus santos mártires Ponciano e Hipólito aumente en nosotros el anhelo de tu amor, y cultive siempre en nuestros corazones la fortaleza sagrada de la fe. Por nuestro Señor Jesucristo ...

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Padre santo, las ofrendas que te presentamos en la conmemoración de estos santos mártires y a nosotros tus siervos concédenos permanecer siempre firmes en la confesión de tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Lc 22,28-30

Ustedes han perseverado conmigo en mis pruebas, dice el Señor, y yo les voy a dar el Reino, para que en él coman y beban a mi mesa.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor Dios que en tus santos mártires manifestaste de modo admirable el misterio de la cruz, concede, benigno, que, fortalecidos por este sacrificio, permanezcamos fielmente adheridos a Cristo y trabajemos en la Iglesia por la salvación de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.