AGOSTO 2020
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LUNES 10

Rojo Fiesta de San Lorenzo, diácono y mártir MR p. 805 (793) / Lecc. II, p. 1103

Otros santos: Beatos Francisco Drzewiecki y Eduardo Grzymala, presbíteros y mártires; Agustín Ota, presbítero de la Compañía de Jesús y mártir.

Cuatro días después que el Papa Sixto, el diácono Lorenzo fue martirizado (10 de agosto de 258). El relato de su pasión narra que, después de distribuir a los pobres los bienes de la comunidad cristiana, sufrió el tormento del fuego sobre unas parrillas. Es el más célebre de los mártires romanos.

LA DONACIÓN DE SÍ MISMO
2 Cor 9, 6-10; Jn 12, 24-26

Uno puede dar sus cosas y también puede donarse a sí mismo. Obviamente es más sencillo regalar algo de nuestros bienes a las personas en situación de necesidad, que entregarnos a nosotros mismos. Darse uno, arriesgando la vida por una causa valiosa es más exigente. Estamos tan apegados a nosotros mismos que encontramos mil excusas para justificar nuestra indiferencia ante el dolor ajeno. El Señor Jesús nos ofrece una alternativa válida para reavivar nuestra solidaridad: es recomendable atender a esta paradoja del grano de trigo: es necesario darse para conseguir la vida plena. No conviene contemplar el futuro desde el ángulo el cálculo y el beneficio personal, eso nos vuelve mezquinos e interesados. La bondad desmedida de Dios ha resplandecido en Jesús para alentarnos a vivir en sintonía con los valores de la gratuidad y la compasión.

ANTÍFONA DE ENTRADA

El diácono san Lorenzo se entregó totalmente al servicio de la Iglesia: así mereció sufrir el martirio y reina gloriosamente con Cristo.
Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, por cuyo ardiente amor resplandeció san Lorenzo en la fidelidad de tu servicio y en la gloria del martirio, haz que amemos lo que él amó y pongamos por obra lo que él enseñó. Por nuestro Señor Jesucristo ...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Dios ama al que da con alegría.

De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 9,6-10

Hermanos: Recuerden que el que poco siembra, cosecha poco, y el que mucho siembra, cosecha mucho.
Cada cual dé lo que su corazón le diga y no de mala gana ni por compromiso, pues Dios ama al que da con alegría. Y poderoso es Dios para colmarlos de toda clase de favores, a fin de que, teniendo siempre todo lo necesario, puedan participar generosamente en toda obra buena. Como dice la Escritura: Repartió a manos llenas a los pobres; su justicia permanece eternamente.
Dios, que proporciona la semilla al sembrador y le da pan para comer, les proporcionará a ustedes una cosecha abundante y multiplicará los frutos de su justicia. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 111,1-2.5-6.7-8.9
R/. Dichoso el hombre honrado, que se compadece y presta.

Dichosos los que temen al Señor y aman de corazón sus mandamientos; poderosos serán sus descendientes. Dios bendice a los hijos de los buenos. R/.
Quienes, compadecidos, prestan y llevan su negocio honradamente jamás se desviarán; vivirá su recuerdo para siempre. R/.
No temerán malas noticias, puesto que en el Señor viven confiados. Firme está y sin temor su corazón, pues vencidos verán a sus contrarios. R/.
Al pobre dan limosna, obran siempre conforme a la justicia; su frente se alzará llena de gloria. R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 8, 12
R/. Aleluya, aleluya.

El que me sigue no caminará en la oscuridad, y tendrá la luz de la vida, dice el Señor. R/.

EVANGELIO

El que me sirve será honrado por mi Padre.

Del santo Evangelio según san Juan: 12, 24-26

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Yo les aseguro que si el grano de trigo sembrado en la tierra no muere, queda infecundo; pero si muere, producirá mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde; el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se asegura para la vida eterna.
El que quiera servirme, que me siga, para que donde yo esté, también esté mi servidor. El que me sirve será honrado por mi Padre". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe benignamente, Señor, los dones que con alegría te presentamos en la festividad de san Lorenzo, y concede que nos sirvan de ayuda para nuestra salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I o II de los santos mártires, MR pp. 540-541 (536-537).

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 12, 26

El que quiera servirme que me siga, dice el Señor, y donde yo esté, ahí estará mi servidor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados por ese don sagrado, te suplicamos humildemente, Señor, que lo que hemos celebrado en la festividad de san Lorenzo, en cumplimiento fiel de nuestro servicio, nos haga experimentar con abundancia tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.