DOMINGO 19

Verde Domingo XVI del Tiempo Ordinario [Se omite la Memoria de la beata Ma. Vicenta de Santa Dorotea Chávez Orozco, virgen] MR, p. 430 (426) / Lecc. II, p. 34

Otros santos: Aquiles Puchala y Hermann Stepien, presbíteros de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales y mártires

LEVADURA, MOSTAZA Y CIZAÑA
Sab 12,13.16-19; Rom 8,26-27; Mt 13, 24-43

Tres parábolas. Dos breves y una más amplia. Jesús comienza recitando la parábola de la cizaña con la intención de frenar la impaciencia de los "buenos" que quisieran echar fuera de la comunidad de los discípulos a los remisos pecadores. La espiritualidad de los perfectos, que miran por encima del hombro a los pecadores tiene una larga historia. De ahí que sean necesarias las otras dos parábolas. Los procesos de cambio social son lentos, las profundas transformaciones espirituales se van consolidando tan lentamente como crece un arbusto de mostaza. Germina una pequeñísima semilla, que luego desarrolla tallos, fronda y termina finalmente cobijando a las aves del cielo. Metáforas aparte. El camino cristiano avanza gradualmente en el corazón de la persona, más aún, en los vericuetos y estructuras de la sociedad permea con mucha mayor lentitud.

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 53, 6. 8

El Señor es mi auxilio y el único apoyo en mi vida. Te ofrece de corazón un sacrificio y daré gracias a tu nombre, Señor, porque eres bueno.

ORACIÓN COLECTA

Sé propicio, Señor, con tus siervos y multiplica, bondadoso, sobre ellos los dones de tu gracia, para que, fervorosos en la fe, la esperanza y la caridad, perseveren siempre fieles en el cumplimiento de tus mandatos. Por nuestro Señor Jesucristo ...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Al pecador le das tiempo para que se arrepienta.

Del libro de la Sabiduría: 12, 13. 16-19

No hay más Dios que tú, Señor, que cuidas de todas las cosas. No hay nadie a quien tengas que rendirle cuentas de la justicia de tus sentencias. Tu poder es el fundamento de tu justicia, y por ser el Señor de todos, eres misericordioso con todos.
Tú muestras tu fuerza a los que dudan de tu poder soberano y castigas a quienes, conociéndolo, te desafían.
Siendo tú el dueño de la fuerza, juzgas con misericordia y nos gobiernas con delicadeza, porque tienes el poder y lo usas cuando quieres.
Con todo esto has enseñado a tu pueblo que el justo debe ser humano, y has llenado a tus hijos de una dulce esperanza, ya que al pecador le das tiempo para que se arrepienta. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 85,5-6. 9-10.15-16a.
R/. Tú, Señor, eres bueno y clemente.

Puesto que eres, Señor, bueno y clemente y todo amor con quien tu nombre invoca, escucha mi oración y a mi súplica da respuesta pronta. R/.
Señor, todos los pueblos vendrán para adorarte y darte gloria, pues sólo tú eres Dios, y tus obras, Señor, son portentosas. R/.
Dios entrañablemente compasivo, todo amor y lealtad, lento a la cólera, ten compasión de mí, pues clamo a ti, Señor, a toda hora. R/.

SEGUNDA LECTURA

El Espíritu intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras.

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 8, 26-27

Hermanos: El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que conoce profundamente los corazones, sabe lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega conforme a la voluntad de Dios, por los que le pertenecen. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGEUO Cfr. Mt 11, 25
R/. Aleluya, aleluya.

Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.

EVANGELIO

Dejen que crezcan juntos hasta el tiempo de la cosecha.

Del santo Evangelio según san Mateo: 13, 24-43

En aquel tiempo, Jesús propuso esta parábola a la muchedumbre: "El Reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras los trabajadores dormían, llegó un enemigo del dueño, sembró cizaña entre el trigo y se marchó. Cuando crecieron las plantas y se empezaba a formar la espiga, apareció también la cizaña.
Entonces los trabajadores fueron a decirle al amo: 'Señor, ¿qué no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, salió esta cizaña?'. El amo les respondió: 'De seguro lo hizo un enemigo mío'. Ellos le dijeron: '¿Quieres que vayamos a arrancarla?'. Pero él les contestó: 'No. No sea que al arrancar la cizaña, arranquen también el trigo. Dejen que crezcan juntos hasta el tiempo de la cosecha y, cuando llegue la cosecha, diré a los segadores: Arranquen primero la cizaña y átenla en gavillas para quemarla, y luego almacenen el trigo en mi granero' ".
Luego les propuso esta otra parábola: "El Reino de los cielos es semejante a la semilla de mostaza que un hombre siembra en un huerto. Ciertamente es la más pequeña de todas las semillas, pero cuando crece, llega a ser más grande que las hortalizas y se convierte en un arbusto, de manera que los pájaros vienen y hacen su nido en las ramas".
Les dijo también otra parábola: "El Reino de los cielos se parece a un poco de levadura que tomó una mujer y la mezcló con tres medidas de harina, y toda la masa acabó por fermentar".
Jesús decía a la muchedumbre todas estas cosas con parábolas, y sin parábolas nada les decía, para que se cumpliera lo que dijo el profeta: Abriré mi boca y les hablaré con parábolas; anunciaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo. Luego despidió a la multitud y se fue a su casa. Entonces se le acercaron sus discípulos y le dijeron: "Explícanos la parábola de la cizaña sembrada en el campo".
Jesús les contestó: "El sembrador de la buena semilla es el Hijo del hombre, el campo es el mundo, la buena semilla son los ciudadanos del Reino, la cizaña son los partidarios del maligno, el enemigo que la siembra es el diablo, el tiempo de la cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
y así como recogen la cizaña y la queman en el fuego, así sucederá al fin del mundo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles para que arranquen de su Reino a todos los que inducen a otros al pecado y a todos los malvados, y los arrojen en el horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Se dice Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL

Pidamos, hermanos, al Dios de la misericordia Que auxilie nuestra pequeñez, para que podamos invocar su nombre con los sentimientos que él desea. Digamos confiadamente: Escúchanos, Señor. (R/. Escúchanos, Señor.)
Por la paz y la concordia de las Iglesias, por la unión de todos los cristianos y por la salvación de nuestras almas, roguemos al Señor.
Por los responsables de las naciones, para que bajo su gobierno tengamos una vida feliz y pacífica, roguemos al Señor.
Por los que están lejos de casa, por los enfermos y los encarcelados y por todos los que sufren, roguemos al Señor.
Por nuestra comunidad reunida en la fe, la piedad y el temor de Dios, por los que hacen el bien a nuestras parroquias y por los que ayudan a los pobres, roguemos al Señor.
Que nos sostenga, Señor, la fuerza y la paciencia de tu amor, para que la palabra evangélica, semilla sembrada y levadura escondida en la Iglesia, fructifique en nosotros, y se refuerce nuestra esperanza en ver nacer una humanidad nueva que Cristo, con su retorno glorioso, hará brillar como el sol. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Dios nuestro, que con la perfección de un único sacrificio pusiste fin a la diversidad de sacrificios de la antigua ley, recibe las ofrendas de tus fieles, y santifícalas como bendijiste la ofrenda de Abel, para que aquello que cada uno te ofrece en honor de tu gloria, sea de provecho para la salvación de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio para los domingos del Tiempo ordinario.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 110, 4-5

Ha hecho maravillas memorables, el Señor es piadoso y clemente; él da alimento a sus fieles.

O bien: Apoc 3, 20

Miren que estoy a la puerta y llamo, dice el Señor: Si alguien oye mi voz y me abre, entraré en su casa y cenaremos juntos.

ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN

Señor, muéstrate benigno con tu pueblo, y ya que te dignaste alimentarlo con los misterios celestiales, hazlo pasar de su antigua condición de pecado a una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- El camino cristiano está abierto para todos, pero cada persona decide cuándo y a qué ritmo irlo recorriendo. El seguimiento de Jesús es un esfuerzo exigente que no termina nunca de consolidarse. Se decide ser discípulo y no se termina nunca por serio completamente. Es un eterno esfuerzo de estira y afloja. En ese intento no se trabaja solo, sino que se cuenta siempre con el auxilio de la gracia de Dios. Quien se deje ayudar con mayor apertura, permitirá que el arbolito de mostaza vaya creciendo más rápidamente que quien oponga resistencias. Verdad de Perogrullo sin duda. Los cristianos no podemos aislarnos en burbuja alguna, puesto que estamos llamados a permear con el impulso del Espíritu vivificante de Dios los espacios, donde algunos pretenden apagar la vida, sean los ámbitos naturales o los ámbitos sociales y familiares.