MARTES 30
Verde ROJO Feria, Misa Por la nueva evangelización, o Memoria de Los primeros mártires de la Iglesia Romana* MR, p. l128 (1l20) / Lecc. II, p. 510
Otros santos: Raimundo Li Quanzhen y Pedro Li Quanhui, laicos mártires. Beato Zenón Kovalyk, presbítero de la Congregación del Santísimo Redentor y mártir.
UNA GRAN CALMA
Am 3, 1-8; 4, 11-12, Mt 8, 23-27
Un buen número de los discípulos de Jesús estaban habituados a lidiar con las tormentas y las ventiscas que se suscitaban en el lago de Cafarnaúm. Por eso mismo, no se espantaban ante cualquier vientecillo. En esta escena observamos que los Doce están realmente asustados y por eso mismo, gritan pidiendo al Señor que los auxilie. Luego de reprenderlos por su fe tan escasa, ordena a los vientos que se apacigüen y sobreviene una gran calma. Los discípulos se quedan pasmados sin saber responderse quién es realmente aquel hombre que dicta órdenes terminantes a los vientos y al agua y le obedecen. La respuesta contundente aparecerá tiempo después cuando Jesús sea resucitado de entre los muertos y comprendan, que la fidelidad del Padre asiste y acompaña de manera única a Jesucristo. El Señor actúa de forma única en la persona de Jesús, protegiendo y curando a cuantos padecen sufrimientos y dolencias.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 104, 3-4. 5
Del nombre del Señor enorgullézcanse y alégrense el corazón de los que lo buscan. Busquen al Señor y serán fuertes. Recuerden las maravillas que ha hecho.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que con el poder del Espíritu Santo enviaste a aquel que es tu Palabra para evangelizar a los pobres, haz que nosotros, teniendo los ojos fijos en él, vivamos siempre con verdadera caridad, como mensajeros y testigos de su Evangelio en todo el mundo. Por nuestro
Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
El Señor ha hablado, ¿quién no profetizará?
Del libro del profeta Amós: 3,1-8; 4,11-12
Escuchen estas palabras que el Señor les dirige a ustedes, hijos de Israel, y a todo el pueblo que hizo salir de Egipto: "Sólo a ustedes los elegí entre todos los pueblos de la tierra, por eso los castigaré con mayor rigor por todos sus crímenes.
¿Acaso podrán caminar dos juntos, si no están de acuerdo? ¿Acaso no ruge el león en la selva, cuando tiene ya su presa? ¿Lanza su rugido el cachorro de león desde su cueva, si no ha cazado nada? ¿Cae el pájaro al suelo, sin que se le haya tendido una trampa? ¿Se levanta del
suelo la trampa, sin que haya atrapado algo? ¿Se toca la trompeta en la ciudad, sin que se alarme la gente? ¿Hay alguna desgracia en la ciudad, sin que el Señor la mande? Ciertamente el Señor no hace nada sin revelar antes su designio a sus profetas. Pues bien, ya ha rugido el león, ¿quién no tendrá miedo? El Señor Dios ha hablado, ¿quién no profetizará? Los he destruido a ustedes como a Sodoma y a Gomorra; han quedado como un tizón sacado del incendio y no se han vuelto a mí, dice el Señor. Por eso te voy a tratar así, Israel, y porque así te voy a tratar, prepárate, Israel, a comparecer ante tu Dios". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 5, 5-6. 7. 8.
Enséñame, Señor, tu santidad.
Tú no eres, Señor, un Dios al que pudiera la maldad agradarle, ni el malvado es tu huésped ni ante ti puede estar el arrogante. R/.
Al malhechor detestas, y destruyes, Señor, al embustero; aborreces al hombre sanguinario y a quien es traicionero. R/.
Pero yo, por tu gran misericordia, entraré en tu casa y me postraré en tu templo santo con reverencia de alma. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Sal 129. 5
R/. Aleluya, aleluya.
Confío en el Señor, mi alma espera y confía en su palabra.
EVANGELIO
Dio una orden terminante a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma.
Del santo Evangelio según san Mateo: 8, 23-27
En aquel tiempo, Jesús subió a una barca junto con sus discípulos. De pronto se levantó en el mar una tempestad tan fuerte, que las olas cubrían la barca; pero él estaba dormido. Los discípulos lo despertaron, diciéndole: "Señor, ¡sálvanos, que perecemos!".
Él les respondió: "¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?". Entonces se levantó, dio una orden terminante a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma. Y aquellos hombres, maravillados, decían: "¿Quién es éste, a quien hasta los vientos y el mar obedecen?".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te rogamos, Señor, que santifiques estos dones y acojas, en tu bondad, nuestra humilde ofrenda para que nuestros cuerpos se conviertan en oblación viva, santa y agradable a ti y nos concedas servirte, no según la antigua condición del hombre, sino en novedad de vida
según tu Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Lc 4, 18-19
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva, para proclamar el año de gracia del Señor y el día de la redención.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Renovados espiritualmente con el alimento precioso del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, te rogamos, Señor, que transformes nuestro corazón y nos concedas un espíritu nuevo, para que, con perseverancia, caminemos por sendas de vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien:
Memoria de Los primeros mártires de la Iglesia Romana
Al día siguiente de la solemnidad de los apóstoles Pedro y Pablo, se conmemora a los cristianos de Roma que el emperador Nerón mandó matar de una manera atroz, acusados de haber incendiado la ciudad en julio de 64. El historiador romano Tácito dice que "era una inmensa multitud". La tradición afirma que Pedro fue una de estas innumerables víctimas.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Ahora gozan en el cielo las almas de los santos, que siguieron en la tierra las huellas de Cristo; y, porque lo amaron hasta derramar su sangre por él, con Cristo se gozan eternamente.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que consagraste con la sangre de los mártires los fecundos comienzos de la Iglesia de Roma, concédenos que su valor en tan arduo combate nos fortalezca, y su gloriosa victoria nos llene siempre de alegría. Por nuestro Señor Jesucristo ...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Padre santo, las ofrendas que te presentamos y a nosotros tus siervos concédenos permanecer siempre firmes en la confesión de tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 22. 28-30
Ustedes han perseverado conmigo en mis pruebas, dice el Señor, y yo les voy a dar el Reino, para que en él coman y beban a mi mesa.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, que en tus santos mártires manifestaste de modo admirable el misterio de la cruz, concede, benigno, que, fortalecidos por este sacrificio, permanezcamos fielmente adheridos a Cristo y trabajemos en la Iglesia por la salvación de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.