SÁBADO 20

El Corazón Inmaculado de María

Blanco Memoria, MR, p. 758 (744) / Lecc. II, p. 470 LH, Vísperas I del domingo: 4a semana del Salterio Tomo III: pp. 1151 Y 413. Para los fieles: pp. 722 Y 401. Edición popular: pp. 289 Y 468

Otros santos: Gobano de Neustria, presbítero y eremita. Beata Margarita Ebner, religiosa de la Orden de Predicadores.

Esta fiesta (memoria) nos invita a penetrar en lo más íntimo del alma de la santísima Virgen María, madre de Jesús, a fin de participar de su entrega a Dios. Por la humanidad con que recibió al Señor, que hizo en ella su morada, la santísima Virgen es la imagen de la Iglesia, templo del Espíritu y modelos de todos los cristianos.

TENÍA QUE ESTAR EN LA CASA DE MI PADRE
2 Crón 24, 17-25; Lc 2, 41-51

La escena de la visita de la familia de Jesús al templo de Jerusalén está cargada de dramatismo. Cualquier padre de familia, sobre todo en este país con miles de desaparecidos, podrá comprender la angustia de José y María al percatarse de la pérdida de su hijo. Si nos atenemos a las cifras del relato, Jesús estuvo separado de sus padres por varios días (lo encontraron al cabo de tres días). Demasiada angustia y extrañamiento debieron sufrir sus padres. El tono con el cual María se dirige al pequeño Jesús así lo expresa. Lo sienten como un agravio. El adolescente responde con una seguridad sorprendente, haciéndoles caer en la cuenta de que, él se encontraba en el sitio adecuado, ocupándose de las cosas de su Padre. Sus padres se quedan pasmados ante la respuesta, porque todavía no han conseguido descifrar el misterio último de su Hijo.

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 12, 6

Mi corazón se alegra con tu salvación, y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, tú que has preparado en el corazón de la Virgen María, una digna morada al Espíritu Santo, haz que nosotros, por intercesión de la Virgen, lleguemos a ser templos dignos de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo ...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Mataron a Zacarías en el templo.

Del segundo libro de las Crónicas: 24, 17-25

Después de la muerte del sacerdote Yehoyadá, vinieron los jefes de Judá a postrarse ante el rey; a éste, sobornado por sus regalos, le pareció bien lo que le propusieron. Entonces abandonaron el templo del Señor, Dios de sus padres, y dieron culto a los bosques sagrados y a los ídolos. Este pecado provocó la ira de Dios sobre Judá y Jerusalén. El Señor les envió profetas para que se arrepintieran, pero no hicieron caso a sus amonestaciones.
Entonces el espíritu de Dios inspiró a Zacarías, hijo del sacerdote Yehoyadá, para que se presentara ante el pueblo y le dijera: "Esto dice el Señor Dios: '¿Por qué quebrantan los preceptos de Dios? Van al fracaso. Han abandonado al Señor y él los abandonará a ustedes'".
Pero el pueblo conspiró contra él y, por orden del rey, lo apedrearon en el atrio del templo. El rey Joás no tuvo en cuenta el bien que le había hecho Yehoyadá y mató a su hijo, Zacarías, quien exclamó al morir: "Que el Señor te juzgue y te pida cuentas". Al cabo de un año, el ejército sirio se dirigió contra Joás y penetró en Judá y en Jerusalén; mataron a todos los jefes del pueblo y enviaron todo el botín al rey de Damasco. Aunque no era muy numeroso el ejército sirio, el Señor le dio la victoria sobre el enorme ejército de los judíos, porque el pueblo había abandonado al Señor, Dios de sus padres. Así fue como se hizo justicia contra Joás. Al retirarse los sirios, lo dejaron gravemente herido y entonces sus cortesanos conspiraron contra él para vengar al hijo del sacerdote Yehoyadá, y lo asesinaron en su cama. Lo enterraron en la ciudad de David, pero no le dieron sepultura en las tumbas de los reyes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 88,4-5.29-30.31-32.33-34.
R/. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.

"Un juramento hice a David, mi servidor, dice el Señor, una alianza pacté con mi elegido: 'Consolidaré tu dinastía para siempre y afianzaré tu trono eternamente'. R/.
Yo jamás le retiraré mi amor ni violaré el juramento que le hice. Nunca se extinguirá su descendencia y su trono durará igual que el cielo. R/.
Pero, si sus hijos abandonan mi ley y no cumplen mis mandatos, si violan mis preceptos y no guardan mi alianza, castigaré con la vara sus pecados y con el látigo sus culpas, pero no les retiraré mi favor. R/.
No desmentiré mi fidelidad, no violaré mi alianza ni cambiaré mis promesas". R/.

En la Memoria opcional, Lecc II p. 1075.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 5, 3
R/. Aleluya, aleluya.

Dichosa la Virgen María, que guardaba la palabra de Dios y la meditaba en su corazón. R/.

EVANGELIO

María conservaba en su corazón todas aquellas cosas.

Del santo Evangelio según san Lucas: 2, 41-51

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén para las festividades de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, fueron a la fiesta, según la costumbre. Pasados aquellos días, se volvieron, pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres lo supieran. Creyendo que iba en la caravana, hicieron un día de camino; entonces lo buscaron, y al no encontrarlo, regresaron a Jerusalén en su busca.
Al tercer día lo encontraron en el templo, sentado en medio de los doctores, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que lo oían se admiraban de su inteligencia y de sus respuestas. Al verlo, sus padres se quedaron atónitos y su madre le dijo: "Hijo mío, ¿por qué te has portado así con nosotros? Tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia". Él les respondió: "¿Por qué me andaban buscando? ¿No sabían que debo ocuparme en las cosas de mi Padre?". Ellos no entendieron la respuesta que les dio. Entonces volvió con ellos a Nazaret y siguió sujeto a su autoridad. Su madre conservaba en su corazón todas aquellas cosas. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Mira, Señor las oraciones y las ofrendas que tus fieles te presentan al conmemorar a santa maría, Madre de Dios; haz que te sean agradables y nos alcancen el auxilio de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I- V de santa María Virgen (conmemoración), pp. 531-535 (527-531).

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 2. 19

María guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón.

ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN

Ya que nos ha concedido participar de la redención eterna, te rogamos, Señor, que, quienes celebramos la conmemoración de la Madre de tu Hijo, no sólo nos gloriemos de la plenitud de tu gracia, sino que experimentemos también un continuo aumento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.