OCTUBRE 2022
DLMMJVS
      1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
3031 

DOMINGO 23

Verde Domingo XXX del Tiempo Ordinario o Domingo Mundial de las Misiones MR, p. 444 (440) / Lecc. II, p. 288 LH, semana II del Salterio

Otros santos: Juan de Capistrano, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores. Beatos: Amoldo Rèche, religioso del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristinas (lasallistas); Caridad Álvarez y Esther Paniagua, religiosas de la Congregación de Agustinas Misioneras y mártires.

LA VERDADERA IMAGEN DE DIOS
Sir 35,12-17.20-22; Sal 32; 2 Tim 4, 6-8.16-18; Lc 18,9-14

Las imágenes que más se acercan a la verdadera imagen de Dios son ésas donde aparece dispuesto a intervenir en favor del pobre. Ya en Éx 3, 7-9 Dios ha mostrado esa faceta de su personalidad, pero se repite y enfatiza hoy. En nuestra primera lectura, por ejemplo, Dios está atento no a los que tratan de ganado con sobornos y buscan impresionado con su "gloria" (vv. 11-12) sino al pobre que le sirve fervientemente. En el Evangelio, Dios hace caso omiso del fariseo, rico no en virtudes sino en el orgullo, y se inclina tiernamente hacia el cobrador de impuestos, marginado por los demás y dependiente sólo de Dios. Por tanto, cuando predicamos a un Dios que anhela ofrendas magníficas, que nos hace sentirnos superiores a los demás y que serenamente justifica nuestras injusticias, ¿de qué dios estamos hablando?

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 104, 3-4

Alégrese el corazón de los que buscan al Señor. Busquen al Señor y serán fuertes; busquen su rostro sin descanso.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, aumenta en nosotros la fe, la esperanza y la caridad, y para que merezcamos alcanzar lo que nos prometes, concédenos amar lo que nos mandas. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

La oración del humilde llega hasta el cielo.

Del libro del Sirácide (Eclesiástico): 35,15-17.20-22

El Señor es un juez que no se deja impresionar por apariencias. No menosprecia a nadie por ser pobre y escucha las súplicas del oprimido. No desoye los gritos angustiosos del huérfano ni las quejas insistentes de la viuda.
Quien sirve a Dios con todo su corazón es oído y su plegaria llega hasta el cielo. La oración del humilde atraviesa las nubes, y mientras él no obtiene lo que pide, permanece sin descanso y no desiste, hasta que el Altísimo lo atiende y el justo juez le hace justicia.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 33,2-3.17-18.19.23.
R/. El Señor no está lejos de sus fieles.

Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor, que se alegre su pueblo al escuchado. R/.
En contra del malvado está el Señor, para borrar de la tierra su recuerdo. Escucha, en cambio, al hombre justo y lo libra de todas sus congojas. R/.
El Señor no está lejos de sus fieles y levanta a las almas abatidas. Salva el Señor la vida de sus siervos. No morirán quienes en él esperan. R/.

SEGUNDA LECTURA**

Ahora sólo espero la corona merecida.

De la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 4, 6-8.16-18

Querido hermano: Para mí ha llegado la hora del sacrificio y se acerca el momento de mi partida. He luchado bien en el combate, he corrido hasta la meta, he perseverado en la fe. Ahora sólo espero la corona merecida, con la que el Señor, justo juez, me premiará en aquel día, y no solamente a mí, sino a todos aquellos que esperan con amor su glorioso advenimiento.
La primera vez que me defendí ante el tribunal, nadie me ayudó. Todos me abandonaron. Que no se les tome en cuenta. Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, por mi medio, se proclamara claramente el mensaje de salvación y lo oyeran todos los paganos. Y fui librado de las fauces del león. El Señor me seguirá librando de todos los peligros y me llevará salvo a su Reino celestial. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

*DOMUND

SEGUNDA LECTURA (Lecc. III, n. 508, p. 675)

¿Cómo van a oír hablar de él, si no hay nadie que se los anuncie?

¿Y cómo va a haber quienes se lo anuncien, si no son enviados?

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 10, 9-18

Hermanos: Basta que cada uno declare con su boca que Jesús es el Señor y que crea en su corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, para que pueda salvarse.
En efecto, hay que creer con el corazón para alcanzar la santidad y declarar con la boca para alcanzar la salvación. Por eso dice la Escritura: Ninguno que crea en él quedará defraudado, porque no existe diferencia entre judío y no judío, ya que uno mismo es el Señor de todos, espléndido con todos los que lo invocan, pues todo el que invoque al Señor como a su Dios, será salvado por él.
Ahora bien, ¿cómo van a invocar al Señor, si no creen en él? ¿Y cómo van a creer en él, si no han oído hablar de él? ¿Y cómo van a oír hablar de él, si no hay nadie que se lo anuncie? ¿Y cómo va a haber quienes lo anuncien, si no son enviados? Por eso dice la Escritura: ¡Qué hermoso es ver correr sobre los montes al mensajero que trae buenas noticias!
Sin embargo, no todos han creído en el Evangelio. Ya lo dijo Isaías: Señor, ¿quién ha creído en nuestra predicación? Por lo tanto, la fe viene de la predicación y la predicación consiste en anunciar la palabra de Cristo. Entonces yo pregunto: ¿Acaso no habrán oído la predicación? ¡Claro que la han oído!, pues la Escritura dice: La voz de los mensajeros ha resonado en todo el mundo y sus palabras han llegado hasta el último rincón de la tierra.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 2 Cor 5, 19
R/. Aleluya, aleluya.

Dios reconcilió consigo al mundo, por medio de Cristo, y a nosotros nos confió el mensaje de la reconciliación. R/.

EVANGELIO

El publicano regresó a su casa justificado y el fariseo no.

Del santo Evangelio según san Lucas: 18, 9-14

En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola sobre algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás: "Dos hombres subieron al templo para orar: uno era fariseo y el otro, pub1icano.
El fariseo, erguido, oraba así en su interior: 'Dios mío, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos y adúlteros; tampoco soy como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todas mis ganancias'.
El publicano, en cambio, se quedó lejos y no se atrevía a levantar los ojos al cielo. Lo único que hacía era golpearse el pecho, diciendo: 'Dios mío, apiádate de mí, que soy un pecador'.
Pues bien, yo les aseguro que éste bajó a su casa justificado y aquél no; porque todo el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Se dice Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL (DOMUND)

Oremos hermanos, a Dios Padre, por medio de Jesucristo, su Hijo, que se entregó por la salvación de todos, pidámosle: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Para que el Espíritu Santo fortalezca a los obispos y a los presbíteros de los países de misiones y los asista de manera que conduzcan sus jóvenes Iglesias hacia una verdadera madurez cristiana, roguemos al Señor.
Para que el Señor infunda su Espíritu Santo en los misioneros y haga que su apostolado y su testimonio sean verdaderamente evangélicos y no de sabiduría únicamente humana, roguemos al Señor.
Para que los cristianos que viven en países de misiones den un testimonio verdadero de amor a Jesucristo, se sientan ricos por el conocimiento del Evangelio y no se avergüencen nunca de su pobreza humana, roguemos al Señor.
Para que nosotros y los miembros de nuestras comunidades consideremos como parte integrante de nuestra fe la solicitud apostólica de transmitir la luz y la alegría del Evangelio al mundo no cristiano, roguemos al Señor.
Señor Jesucristo, que sabes lo que hay en el interior de cada hombre y amas a todos, porque por todos te has entregado, escucha nuestra oración y haz que sean muchos los que tengan un amor tan grande que estén dispuesto, como tú, a entregar la propia vida por los hermanos y para anunciarles el Evangelio el Evangelio de salvación. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Mira, Señor, los dones que presentamos a tu majestad, para que lo que hacemos en tu servicio esté siempre ordenado a tu mayor gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 19, 6

Nos alegraremos en tu victoria y cantaremos alabanzas en el nombre de nuestro Dios.

O bien: Ef 5, 2

Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, como ofrenda agradable a Dios.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que tus sacramentos, Señor, produzcan en nosotros todo lo que significan, para que lo que ahora celebramos en figura lo alcancemos en su plena realidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Debemos prestar atención al Dios que predicamos si somos sacerdotes y misioneros que hablamos durante la misa o si somos laicos que predicamos con acciones en la vida cotidiana, pues lo que presentamos de Dios tiene consecuencias. Al fin Y al cabo, ¿quién quiere ser cristiano si nos mostramos como despiadados, codiciosos, llenos de afán de poder y dinero? El Concilio Vaticano II ha expresado esta verdad en una frase que se ha vuelto famosa: "En la génesis del ateísmo pueden tener parte no pequeña los propios creyentes, en cuanto que... con la exposición de la doctrina o, incluso, con los defectos de su vida religiosa, moral y social han velado más que revelado el genuino rostro de Dios" (GS n. 19).