SEPTIEMBRE 2022
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LUNES 12

Verde / Blanco Feria, el santísimo Nombre de María MR, p. 831 (820) / Lecc. II, p. 792

Otros santos: Guido de Anderlecht, agricultor y sacristán. Beatos: Joan Roig Diggle, joven laico mártir; María Luisa Angélica, religiosa de la Orden de San Benito.

El Papa Inocencio XI adopta esta festividad para la Iglesia de Occidente en 1683, como una acción de gracias por el fin del sitio de Viena y la derrota de los turcos por las fuerzas de Juan Sobieski, rey de Polonia. En esta celebración los fieles encomiendan a Dios, por la intercesión de nuestra Santa Madre, las necesidades de la Iglesia, y dan gracias por su maternal protección y sus innumerables beneficios.

LA EUCARISTÍA Y LAS COMUNIDADES DIVIDIDAS
1 Cor 11,17-26; Sal 39; Lc 7, 1-10

En 1 Corintios encontramos una de las versiones escritas más antiguas que hay sobre la institución de la Eucaristía. Entre esas otras versiones, se parece más a la de Lucas 22, 15-20, lo cual no es sorprendente porque, de acuerdo con varios padres de la Iglesia, Lucas se inspiró en la tradición paulina para componer su Evangelio. La diferencia más grande es que Pablo añade la exhortación, por parte de Jesús, de "hacer esto en memoria mía" en relación no sólo del pan sino de la copa. Sin embargo, Pablo observa que la comunidad en Corinto contradice la esencia de la Eucaristía como rito de unidad, porque "hay divisiones entre ustedes" (v. 18), y así, la Eucaristía ya no es más "la cena del Señor" (v. 20) sino la condenación. ¿En nuestras celebraciones eucarísticas, ¿hay divisiones parecidas? ¿Cómo las resolvemos?

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Jdt 13,18-19

Virgen María, el Altísimo te ha bendecido más que él todas las mujeres de la tierra; porque de tal manera te ha glorificado que la humanidad no cesa de alabarte.

ORACIÓN COLECTA

Concede, Dios todopoderoso, que a todos los que celebramos el glorioso nombre de la santísima Virgen María, ella misma nos obtenga los dones de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo ...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Si hay divisiones entre ustedes, entonces ya no se reúnen para celebrar la cena del Señor.

De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 11,17-26

Hermanos: Con respecto a las reuniones de ustedes ciertamente no puedo alabarlas, porque les hacen más daño que provecho. En efecto, he sabido que, cuando se reúnen en asamblea, hay divisiones entre ustedes, y en parte lo creo. Es cierto que tiene que haber divisiones, para que se ponga de manifiesto quiénes tienen verdadera virtud.
De modo que, cuando se reúnen en común, ya no es para comer la cena del Señor, porque cada uno se adelanta a comer su propia cena, y mientras uno pasa hambre, el otro se embriaga. ¿Acaso no tienen su propia casa para comer y beber?
¿O es que desprecian a la asamblea de Dios y quieren avergonzar a los que son pobres? ¿Qué quieren que les diga? ¿Que los alabe? En esto no los alabo. Porque yo recibí del Señor lo mismo que les he transmitido: que el Señor Jesús, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan en sus manos, y pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: "Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía".
Lo mismo hizo con el cáliz después de cenar, diciendo: "Este cáliz es la nueva alianza que se sella con mi sangre. Hagan esto en memoria mía siempre que beban de él".
Por eso, cada vez que ustedes comen de este pan y beben de este cáliz, proclaman la muerte del Señor, hasta que vuelva. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 39, 7-8a. 8b-9. 10. 17.
R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Sacrificios y ofrendas no quisiste, abriste, en cambio, mis oídos a tu voz. No exigiste holocaustos por la culpa, así que dije: ''Aquí estoy". R/.
En tus libros se me ordena hacer tu voluntad; esto es, Señor, lo que deseo: tu ley en medio de mi corazón. R/.
He anunciado tu justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis labios, tú lo sabes, Señor. R/.
Que se gocen en ti y que se alegren todos los que te buscan. Cuantos quieren de ti la salvación, repiten sin cesar: "¡Qué grande es Dios!". R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 3,16
R/. Aleluya, aleluya.

Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él tenga vida eterna. R/.

EVANGELIO

Ni en Israel he hallado una fe tan grande.

Del santo Evangelio según san Lucas: 7, 1-10

En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar a la gente, entró en Cafarnaúm. Había allí un oficial romano, que tenía enfermo y a punto de morir a un criado muy querido. Cuando le dijeron que Jesús estaba en la ciudad, le envió a algunos de los ancianos de los judíos para rogarle que viniera a curar a su criado.
Ellos, al acercarse a Jesús, le rogaban encarecidamente, diciendo: "Merece que le concedas ese favor, pues quiere a nuestro pueblo y hasta nos ha construido una sinagoga". Jesús se puso en marcha con ellos.
Cuando ya estaba cerca de la casa, el oficial romano envió unos amigos a decide: "Señor, no te molestes, porque yo no soy digno de que tú entres en mi casa; por eso ni siquiera me atreví a ir personalmente a verte. Basta con que digas una sola palabra y mi criado quedará sano. Porque yo, aunque soy un subalterno, tengo soldados bajo mis órdenes y le digo a uno: '¡Ve!', y va; a otro: '¡Ven!', y viene; y a mi criado: '¡Haz esto!', y lo hace".
Al oír esto, Jesús quedó lleno de admiración, y volviéndose hacia la gente que lo seguía, dijo: "Yo les aseguro que ni en Israel he hallado una fe tan grande". Los enviados regresaron a la casa y encontraron al criado perfectamente sano. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Te pedimos, Señor, que la intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María haga dignas nuestras ofrendas, y que, al venerar su santo nombre, seamos agradables a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Lc 1, 48

Me llamarán dichosa todas las generaciones, porque Dios puso sus ojos en la humildad de su esclava.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que por intercesión de María, la Madre de Dios, obtengamos, Señor, la gracia de tu bendición, para que cuantos celebramos su venerable nombre recibamos su auxilio en todas las necesidades. Por Jesucristo, nuestro Señor.