MARTES 8

Morado Martes I de Cuaresma o memoria parcial de san Juan de Dios, religioso* MR, p. 195 (214); Lecc. I, p. 710

Otros Santos: Apolonio y Filemón de Egipto, mártires. Beato Vicente Kadlubek, monje cisterciense y obispo.

HAY QUE DEJAR VIVIR LA PALABRA
Is 55, 10-11; Sal 33; Mt 6, 7-15

La Palabra de Dios es viva, capaz de fecundar, engendrar y generar vida. Y no es que pueda cambiar nuestras vidas por arte de magia, sin que nos esforcemos y trabajemos. No es que esta Palabra se nos imponga, violando nuestra libertad, en el sentido de la "gracia irresistible" que proponía el reformador Juan Calvino (1509-1565). La Palabra de Dios necesita nuestra cooperación libre para que pueda actuar. El mundo de hoy, está inundado por tanta palabrería
en los medios sociales, en la vida política, etcétera, que poco a poco va asfixiando la Palabra. Jesús arremete contra tal palabrería en el Evangelio de hoy: Dios no escucha automáticamente a los que hablan mucho (v. 7). Hay que dejar momentos para el silencio y la atención para que la Palabra de Dios penetre en nuestro espíritu y nos dé vida.

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 89, 12

Señor, Tú has sido nuestro refugio de generación en generación. Desde siempre y por siempre Tú eres Dios.

ORACIÓN COLECTA

Mira, Señor, a tu familia y concede que mientras afligimos nuestro cuerpo con la penitencia, nuestro espíritu se vea iluminado por el deseo de estar cerca de ti. Por nuestro Señor Jesucristo ...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Mi palabra hará mi voluntad.

Del libro del profeta Isaías: 55, 10-11

Esto dice el Señor: "Como bajan del cielo la lluvia y la nieve y no vuelven allá, sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, a fin de que dé semilla para sembrar y pan para comer, así será la palabra que sale de mi boca: no volverá a mí sin resultado, sino que hará mi voluntad y cumplirá su misión". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 33, 4-5. 6-7. 16-17. 18-19.
R/. El Señor libra al justo de todas sus angustias.

Proclamemos la grandeza del Señor y alabemos todos juntos su poder. Cuando acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores. R/.
Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te sentirás decepcionado, porque el Señor escucha el clamor de los pobres y los libra de todas sus angustias. R/.
Los ojos del Señor cuidan al justo y a su clamor están atentos sus oídos. Contra el malvado, en cambio, está el Señor, para borrar de la tierra su recuerdo. R/.
Escucha el Señor al hombre justo y lo libra de todas sus congojas. El Señor no está lejos de sus fieles y levanta a las almas abatidas. R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 4
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios. R/.

EVANGELIO

Ustedes oren así.

Del santo Evangelio según san Mateo: 6, 7-15

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando ustedes hagan oración no hablen mucho, como los paganos, que se imaginan que a fuerza de mucho hablar, serán escuchados. No los imiten, porque el Padre sabe lo que les hace falta, antes de que se lo pidan. Ustedes, pues, oren así:
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal.
Si ustedes perdonan las faltas a los hombres, también a ustedes los perdonará el Padre celestial. Pero si ustedes no perdonan a los hombres, tampoco el Padre les perdonará a ustedes sus faltas". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta, Dios creador todopoderoso, estos dones que hemos recibido de tu generosidad, y concédenos que los auxilios temporales que nos das nos sirvan para la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 497-501 (493-497).

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 4, 2

Cuando te invoqué me escuchaste, tú, Dios, defensor mío, y en la tribulación me consolaste; ten piedad de mí y escucha mi oración.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Concédenos, Señor, por la celebración de estos misterios, que, al esforzarnos por dominar los deseos terrenales, aprendamos a amar las realidades celestiales.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO. Opcional

Señor, Dios, que tu bendición fortalezca a tus fieles; que sea consuelo en su aflicción, paciencia en las adversidades y protección en los peligros.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

O bien:

*Memoria parcial de san Juan de Dios, religioso MR, p. 718 (705)
Después de una juventud llena de aventuras, Juan de Dios, portugués de origen, se estableció en Granada. Profundamente impresionado por el abandono de los hospitales, instalaba a los enfermos en su propia casa y los cuidaba, además de conseguir, pidiendo limosna por las calles, la comida para ellos. Así nació la Orden de los Hermanos de San Juan de Dios, que hasta nuestros días continúa la acción del santo.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que colmaste a san Juan de Dios del espíritu de misericordia, concédenos que, practicando las obras de caridad, merezcamos ser contados entre los elegidos en tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo ...