MAYO 2021
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MIÉRCOLES 26

Blanco Memoria de san Felipe Neri, presbítero MR, p. 750 (738) / Lecc. II, p. 377

Otros santos: María Ana de Jesús Paredes, "La Azucena de Quito" virgen de la Tercera Orden Regular de San Francisco. Beato Francisco Patrizi de Siena, presbítero.

Nació en Florencia, pero se educó en Roma. Supo tomar con alegría la austeridad de las bienaventuranzas. Era realmente confortable contemplar a este sacerdote extasiado ante la Eucaristía y entregado a los jóvenes, enfermos y encarcelados. Esta fue la clave del éxito del Oratorio del Amor Divino, que fundó (1515-1595).

LA PERSEVERANCIA
Sir 36,1-2.5-6.13-19; Sal 78; Mc 10,32-45

A veces, el trabajo pastoral puede ser agotador. Hay tantos problemas, que es fácil darse por vencido. En tales situaciones, Ben Sirá nos ofrece una lección en la perseverancia. La parte inicial de su oración de hoy, pide a Dios que intervenga contra los enemigos de Israel. Probablemente, el autor está pensando en Antíoco III, rey que gobernó entre 223 y 187 a. C., e intentó someter política y culturalmente a Israel. En medio de una situación desesperadora, Ben Sirá pone los problemas masivos de su pueblo en las manos de Dios. En la segunda parte, va más allá y sueña con la vida después de la liberación, una vida de celebración, de la abundancia profetizada y de la unidad. Poniendo nuestros problemas en las manos del Señor, y soñando sensatamente con un futuro mejor, podemos perseverar y seguir trabajando.

ANTÍFONA DE ENTRADA Rom 5, 5; Cfr. 8, 11

El amor de Dios ha sido infundido en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que habita en nosotros.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que nunca dejas de glorificar la santidad de aquellos siervos tuyos que te son fieles, haz que el fuego del Espíritu Santo nos encienda en aquel mismo ardor que tan maravillosamente inflamó el corazón de san Felipe Neri. Por nuestro Señor Jesucristo ...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Que todas las naciones reconozcan que no hay otro Dios fuera de ti.

Del libro del Sirácide (Eclesiástico): 36, 1-2. 5-6.13-19

Míranos y ten piedad de nosotros, Señor, Dios del universo; infunde tu temor a todas las naciones, para que ellas sepan, como nosotros lo sabemos, que no hay otro Dios fuera de ti.
Repite tus prodigios y haz nuevos portentos; reúne a todas las tribus de Jacob, y devuélveles la tierra que antaño poseyeron.
Ten compasión del pueblo que lleva tu nombre: de Israel, a quien elegiste por primogénito. Ten compasión de tu ciudad santa, Jerusalén, que es el lugar de tu reposo.
Llena a Sión con la fama de tus maravillas y a tu pueblo con tu gloria; cumple las promesas que hiciste a tus primeros hijos, realiza las profecías pronunciadas en tu nombre. Recompensa a los que esperan en ti, para mostrar que tus profetas son dignos de fe.
Por amor a tu pueblo escucha las súplicas de tus siervos; y que toda la tierra reconozca que tú eres el Señor, el Dios eterno. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 78, 8. 9.11.13.
R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia.

No recuerdes, Señor, contra nosotros las culpas de nuestros padres. Que tu amor venga pronto a socorrernos, porque estamos totalmente abatidos. R/.
Para que sepan quién eres, socórrenos, Dios y salvador nuestro. Para que sepan quién eres, sálvanos y perdona nuestros pecados. R/.
Que lleguen hasta ti los gemidos del cautivo; con tu brazo poderoso salva a los condenados a muerte. Y nosotros, pueblo tuyo y ovejas de tu rebaño, te daremos gracias siempre y de generación en generación te alabaremos. R/.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mc 10, 45
R/. Aleluya, aleluya.

El Hijo del hombre vino a servir y a dar su vida por la redención de todos. R/.

EVANGELIO

Ya ven que nos estamos dirigiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado.

Del santo Evangelio según san Marcos: 10, 32-45


En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos iban camino de Jerusalén y Jesús se les iba adelantando. Los discípulos estaban sorprendidos y la gente que lo seguía tenía miedo. Él se llevó aparte otra vez a los Doce y se puso a decides lo que le iba a suceder: "Ya ven que nos estamos dirigiendo a Jerusalén y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas; van a condenarlo a muerte y a entregarlo a los paganos; se van a burlar de él, van a escupirlo, a azotarlo y a matarlo; pero al tercer día resucitará".
Entonces se acercaron a Jesús Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dijeron: "Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte". Él les dijo: "¿Qué es lo que desean?". Le respondieron: "Concede que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria". Jesús les replicó: "No saben lo que piden. ¿Podrán pasar la prueba que yo voy a pasar y recibir el bautismo con que seré bautizado?". Le respondieron: "Sí podemos". Y Jesús les dijo: "Ciertamente pasarán la prueba que yo voy a pasar y recibirán el bautismo con que yo seré bautizado; pero eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; eso es para quienes está reservado".
Cuando los otros diez apóstoles oyeron esto, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús reunió entonces a los Doce y les dijo: "Ya saben que los jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños y los poderosos las oprimen. Pero no debe ser así entre ustedes. Al contrario: el que quiera ser grande entre ustedes que sea su servidor, y el que quiera ser el primero, que sea el esclavo de todos, así como el Hijo del hombre, que no ha venido a que lo sirvan, sino a servir y a dar su vida por la redención de todos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Al ofrecerte, Señor, este sacrificio de alabanza, te rogamos que, a ejemplo de san Felipe Neri nos mostremos siempre alegres y bien dispuestos, para promover la gloria de tu nombre y el servicio del prójimo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de Pascua, pp. 504-508 (500-504) o de la Ascensión, pp. 509-511 (505-507).

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 15, 9

Así como el Padre me ha amado a mí, así yo los he amado a ustedes, dice el Señor; permanezcan, pues, en mi amor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Saciados, Señor, por este manjar celestial, te rogamos que, a imitación de san Felipe Neri, nos hagas anhelar siempre este mismo sustento por el cual verdaderamente vivimos. Por Jesucristo, nuestro Señor.