MAYO 2021
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SÁBADO 1

San José Obrero

Blanco Sábado IV de Pascua MR, p. 373 (374) / Lecc. I, p. 912

Otros santos: Ricardo Pampuri, presbítero de la Orden de San Juan de Dios; Agustín Shoeffler, presbítero de la Sociedad de Misiones Extranjeras de París y mártir.

LA VIDA TIENE UN DESTINO
Hech 13,44-52; Sal 97; Jn 14, 7-14

Los antiguos hablaron de la historia como un retorno eterno: todo lo que acontece dentro del universo se repite de modo similar por toda la eternidad. Dicha teoría nos puede venir a la mente cuando leemos el texto de Hechos para hoy. Pablo y Bernabé sufren el mismo destino que sufrieron Esteban y Pedro en los capítulos anteriores, y el mismo destino que sufre el Siervo de Yahvé en el libro de Isaías citado por Pablo. Se trata del rechazo contra los dirigentes religiosos. Pero el problema en estas historias es el mal, tan falto de creatividad. En realidad, la historia no es un retorno eterno sino un camino que nos lleva a una meta definitiva. Jesús nos explica esta meta en el Evangelio: es la unión con el Padre, es decir, la vida plena junto con Dios.

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. 1 P 2, 9

Pueblo redimido por Dios, anuncia las maravillas del Señor, que te llamó de las tinieblas a su luz admirable. Aleluya.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que por esta solemnidad de la Pascua proporcionas al mundo el remedio que necesita, prolonga tu misericordia en favor de tu Iglesia, para que el culto que te rinde en el tiempo le aproveche para la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo ...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Ahora nos dirigiremos a los paganos.

Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 13, 44-52

El sábado siguiente casi toda la ciudad de Antioquía acudió a oír la palabra de Dios. Cuando los judíos vieron una concurrencia tan grande, se llenaron de envidia y comenzaron a contradecir a Pablo con palabras injuriosas. Entonces Pablo y Bernabé dijeron con valentía: "La palabra de Dios debía ser predicada primero a ustedes; pero como la rechazan y no se juzgan dignos de la vida eterna, nos dirigiremos a los paganos. Así nos lo ha ordenado el Señor, cuando dijo: Yo te he puesto como luz de los paganos, para que lleves la salvación hasta los últimos rincones de la tierra".
Al enterarse de esto, los paganos se regocijaban y glorificaban la palabra de Dios, y abrazaron la fe todos aquellos que estaban destinados a la vida eterna. La palabra de Dios se iba propagando por toda la región. Pero los judíos azuzaron a las mujeres devotas de la alta sociedad y a los ciudadanos principales, y provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé, hasta expulsarlos de su territorio. Pablo y Bernabé se sacudieron el polvo de los pies, como señal de protesta, y se marcharon a Iconio, mientras los discípulos se quedaron llenos de alegría y del Espíritu Santo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 97,1. 2-3ab. 3cd-4.
R/. Cantemos las maravillas del Señor. Aleluya.

Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel. R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 8, 31. 32
R/. Aleluya, aleluya.

Si se mantienen fieles a mi palabra, dice el Señor, serán verdaderamente discípulos míos y conocerán la verdad. R/.

EVANGELIO

Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre.

Del santo Evangelio según san Juan: 14, 7-14

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Si ustedes me conocen a mí, conocen también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto". Le dijo Felipe: "Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta". Jesús le replicó: "Felipe, tanto tiempo hace que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces? Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Entonces por qué dices: 'Muéstranos al Padre'? ¿O no crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les digo, no las digo por mi propia cuenta. Es el Padre, que permanece en mí, quien hace las obras. Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Si no me dan fe a mí, créanlo por las obras. Yo les aseguro: el que crea en mí, hará las obras que hago yo y las hará aún mayores, porque yo me voy al Padre; y cualquier cosa que pidan en mi nombre, yo la haré para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Yo haré cualquier cosa que me pidan en mi nombre".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

O bien, en la memoria libre:

¿No es éste el hijo del carpintero?

Del santo Evangelio según san Mateo: 13, 54-58

En aquel tiempo, Jesús llegó a su tierra y se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal forma, que todos estaban asombrados y se preguntaban: "¿De dónde ha sacado éste esa sabiduría y esos poderes milagrosos? ¿Acaso no es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama María su madre y no son sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? ¿Qué no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde, pues, ha sacado todas estas cosas?". Y se negaban a creer en él.
Entonces, Jesús les dijo: "Un profeta no es despreciado más que en su patria y en su casa". Y no hizo muchos milagros ahí por la incredulidad de ellos.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Santifica, Señor, por tu piedad estos dones y al recibir en oblación este sacrificio espiritual, conviértenos para ti en una perenne ofrenda. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Pascua, MR, pp. 504-508 (500-504).

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 17,24

Padre, quiero que donde yo esté, estén también conmigo los que tú me has dado, para que contemplen la gloria que me diste, dice el Señor. Aleluya.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Al recibir, Señor, el don de estos sagrados misterios, te suplicamos humildemente que lo que tu Hijo nos mandó celebrar en memoria suya, nos aproveche para crecer en nuestra caridad fraterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

O bien

*San José Obrero MR, p. 737 (724)
Este humilde carpintero de Nazaret, pueblecito de Galilea, es para los cristianos el modelo en el cumplimiento de su profesión, puesto que él trabajó todos los días íntimamente unido a Jesús. En la escuela de Nazaret, José nos enseña que el trabajo es gozo y dolor, servicio a la comunidad y cercanía a Dios.

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 127, 1-2

Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos: comerá el fruto de su trabajo, será dichoso, le irá bien. Aleluya.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, creador de todas las cosas que has establecido para el género humano el precepto del trabajo, concede, propicio, por el ejemplo y con la protección de san José, que podamos cumplir con las tareas que nos asignas y alcancemos la recompensa que nos prometes.

Por nuestro Señor Jesucristo ...

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Dios nuestro, fuente de toda misericordia, mira las ofrendas que te presentamos en la conmemoración de san José, concédenos, propicio, que los dones ofrecidos se conviertan en protección para los que te invocan.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO: Misión de san José.

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno. Y alabar, bendecir y proclamar tu gloria en la conmemoración de san José, porque él es el hombre justo que diste por esposo a la Virgen Madre de Dios, el fiel y prudente servidor a quien constituiste jefe de tu familia, para que, haciendo las veces de Padre, cuidara a tu Unigénito, concebido por obra del Espíritu Santo, Jesucristo, Señor nuestro. Por él, los ángeles y los arcángeles, y todos los coros celestiales, celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos asociarnos a sus voces cantando humildemente tu alabanza. Santo, Santo, Santo ...

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Col 3, 17

Todo lo que digan y todo lo que hagan, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dándole gracias a Dios Padre. Aleluya.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados, Señor, con el manjar celestial, te suplicamos humildemente que, a ejemplo de san José, llevemos en nuestro corazón las pruebas de tu amor y gocemos siempre del fruto de la paz eterna.
Por Jesucristo, nuestro, Señor.