AGOSTO 2020
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DOMINGO 30

Verde XXII Domingo Ordinario [Se omite la fiesta de Santa Rosa de Lima, patrona de América Latina] MR, p. 436 (432) / Lecc. II, p. 53 LH, 2ª. Semana de Salterio.

Otros santos: Beatos María Ráfols, virgen fundadora; Esteban (Youssef) Nehmé Douaihy, monje de la Orden Libanesa Maronita.

UNA PARADOJA GENUINA
Jer 20,7-9; Rom 12,1-1; Mt 16, 21-27

Las llamadas confesiones de Jeremías nos permiten entrever la complejidad de la misión profética. El profeta de Anatot se manifiesta como alguien lleno de una sensibilidad poética y una gran emotividad. Los desaires y ataques de sus vecinos lo afectaban profundamente. Tampoco podía desoír la voz de Dios. El problema era que cada vez que comunicaba lo que Dios le revelaba, Jeremías se allegaba rechazos y conflictos. Jeremías estaba atrapado por Dios y no podía dejar de servirle como su portavoz. Entregó la vida, la fue perdiendo lentamente entre cárceles y golpizas y finalmente terminó sus días exiliado en Egipto. Los discípulos de Jesús estamos animados por la esperanza en Cristo resucitado y por eso confesamos que el Padre ha revindicado a Jesús y lo ha admitido a la vida plena.

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 85, 3. 5

Dios mío, ten piedad de mí, pues sin cesar te invoco: Tú eres bueno y clemente, y rico en misericordia con quien te invoca.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Dios de toda virtud, de quien procede todo lo que es bueno, infunde en nuestros corazones el amor de tu nombre, y concede que, haciendo más religiosa nuestra vida, hagas crecer el bien que hay en nosotros y lo conserves con solicitud amorosa. Por nuestro Señor Jesucristo ...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Soy objeto de burla por anunciar lo Palabra del Señor

Del libro del profeta Jeremías: 20, 7-9

Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; fuiste más fuerte que yo y me venciste. He sido el hazmerreír de todos; día tras día se burlan de mí. Desde que comencé a hablar, he tenido que anunciar a gritos violencia y destrucción. Por anunciar la palabra del Señor, me he convertido en objeto de oprobio y de burla todo el día. He llegado a decirme: "Ya no me acordaré del Señor ni hablaré más en su nombre".
Pero había en mí como un fuego ardiente, encerrado en mis huesos; yo me esforzaba por contenerlo y no podía. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 62, 2. 3-4. 5-6. 8-9.
R/. Señor, mi alma tiene sed de ti.

Señor, tú eres mi Dios, a ti te busco; de ti sedienta está mi alma. Señor, todo mi ser te añora, como el suelo reseco añora el agua. R/.
Para admirar tu gloria y tu poder, con este afán te busco en tu santuario. Pues mejor es tu amor que la existencia; siempre, Señor, te alabarán mis labios. R/.
Podré así bendecirte mientras viva y levantar en oración mis manos. De lo mejor se saciará mi alma; te alabaré con jubilosos labios. R/.
Porque fuiste mi auxilio y a tu sombra, Señor, canto con gozo. A ti se adhiere mi alma y tu diestra me da seguro apoyo. R/.

SEGUNDA LECTURA

Ofrézcanse ustedes mismos como una ofrenda viva.

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 12, 1-2

Hermanos: Por la misericordia que Dios les ha manifestado, los exhorto a que se ofrezcan ustedes mismos como una ofrenda viva, santa y agradable a Dios, porque en esto consiste el verdadero culto. No se dejen transformar por los criterios de este mundo, sino dejen que una
nueva manera de pensar los transforme internamente, para que sepan distinguir cuál es la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le agrada, lo perfecto. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGEUO Cfr. Ef 1, 17-18
R/. Aleluya, aleluya.

Que el Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine nuestras mentes para que podamos comprender cuál es la esperanza que nos da su llamamiento. R/.

EVANGELIO

El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo.

Del santo Evangelio según san Mateo: 16,21-27

En aquel tiempo, comenzó Jesús a anunciar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén para padecer allí mucho de parte de los ancianos, de los sumos sacerdotes y de los escribas; que tenía que ser condenado a muerte y resucitar al tercer día.
Pedro se lo llevó aparte y trató de disuadido, diciéndole: "No lo permita Dios, Señor. Eso no te puede suceder a ti". Pero Jesús se volvió a Pedro y le dijo: "¡Apártate de mí, Satanás, y no intentes hacerme tropezar en mi camino, porque tu modo de pensar no es el de Dios, sino el de los hombres!".
Luego Jesús dijo a sus discípulos: "El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí, la encontrará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar uno a cambio para recobrarla?
Porque el Hijo del hombre ha de venir rodeado de la gloria de su Padre, en compañía de sus ángeles, y entonces le dará a cada uno lo que merecen sus obras". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Se dice Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL

Pidamos, hermanos, al Señor que dé oídos a las súplicas de su pueblo, diciendo: Escúchanos, Señor. (R/. Escúchanos, Señor.)
Tengamos presente, hermanos, en nuestras oraciones a la Iglesia santa, católica y apostólica, para que el Señor lo haga crecer en la fe, la esperanza y la caridad. Roguemos al Señor.
Oremos también por los pecadores, por los encarcelados, por los enfermos y por los que están lejos de sus hogares, para que el Señor los proteja, los libere, les devuelva la salud y los consuele. Roguemos al Señor.
Oremos también por las almas de todos los difuntos, para que Dios, en su bondad, quiera admitirlos en el coro de los santos y de los elegidos. Roguemos al Señor.
Pidamos también por los que nos disponemos a celebrar la Eucaristía, para que el Señor perdone sus culpas de los que vamos a participar de sus sacramentos, otorgue sus premios a los que ejercerán los diversos ministerios y dé la salvación a todos aquellos por los que ofrecemos nuestro sacrificio. Roguemos al Señor.
Escucha, Señor, las oraciones de tu pueblo y renuévanos con tu Espíritu de verdad, para que nunca nos dejemos engañar por las seducciones del mundo, y, como verdaderos discípulos de tu Hijo, sepamos discernir lo bueno, lo que te agrada, lo perfecto, y carguemos con la cruz, acompañando a Cristo, nuestra esperanza. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que esta ofrenda sagrada, Señor, nos traiga siempre tu bendición salvadora, para que dé fruto en nosotros lo que realiza el misterio. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 30, 20

Qué grande es tu bondad, Señor, que tienes reservada para tus fieles.

O bien: Mt 5,9-10

Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Saciados con el pan de esta mesa celestial, te suplicamos, Señor, que este alimento de caridad fortalezca nuestros corazones, para que nos animemos a servirte en nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-La pandemia del coronavirus nos ha permitido entender dolorosamente que no podemos desvincularnos de los demás. Tampoco podemos soñar con que los adelantos tecnológicos nos permitirán ser inmortales. Nuestra soberbia ha sido pulverizada en unos cuantos días. Somos barro y al barro volveremos a pesar de nuestros sueños de grandeza. Los héroes anónimos que en los hospitales siguen exponiendo su vida para ayudar a los enfermos intubados, a todos los que no consiguen respirar, nos permiten reafirmar la verdad última que nos revela este pasaje evangélico: "el que pierda su vida la encontrará..., el que quiera salvar su vida, la perderá". Extraña paradoja que esconde y desvela el misterio esencial de la vida cristiana.